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martes, 26 de noviembre de 2024

Flora y fauna cubana ¡en peligro!

La detección de ilegalidades e indisciplinas sociales en el ámbito de la flora y la fauna reflejan la primacía del afán de lucro por encima de la toma de conciencia con respecto al patrimonio forestal del país...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 17/03/2014
3 comentarios
ilegalidades en la flora y fauna cubanas
Los incendios forestales son una de las indisciplinas que más se cometen contra el entorno natural.

A muchos les gustaría tener una cotorra, un tomeguín o un azulejo en la terraza de su casa, y ¿por qué no?, también comprar unos muebles de caoba o de majagua para la sala. Puede que en un estanque en el patio podamos tener un cocodrilo o un manjuarí, que en algunas macetas sembremos especies exóticas de esas que solo pueden verse en el Jardín Botánico, y que al día siguiente lleguemos al trabajo con un collar de caracoles envidiable.  

¿Cuánto pueden costarle estos “caprichos” al patrimonio forestal y faunístico del país? ¿Cuántas violaciones de la legislación pudieran cometerse para complacernos?

La pesca y la caza furtiva; la colecta, captura y comercio ilícito de especies de alta significación para vida silvestre y la poda y tala de árboles de manera indiscriminada son algunas de las indisciplinas que con mayor frecuencia se cometen contra el entorno natural.

Se suman a estas  la introducción de especies exóticas invasoras, los incendios forestales y algunas prácticas no organizadas de la actividad de Turismo de Naturaleza, entre otras, que atentan contra los recursos naturales del país.

Lilian San Martín, especialista del Departamento de Gestión de la Protección de los Recursos Naturales de la Jefatura del Cuerpo de Guardabosques de Cuba revela que en el 2013 se impusieron 19 993 multas por un valor de más de tres millones de pesos, lo que demuestra un aumento de más de 5 mil con respecto al año 2011 y al 2012.

Se decomisaron el pasado año 2 274,11 metros cúbicos de madera en bolos, aserrada y rolliza, cifra que también demuestra un aumento considerable con respecto a años anteriores.

“El escenario actual de las afectaciones y daños a los recursos naturales del país es muy complejo, pues en la actualidad se adiciona el impacto de las nuevas formas de gestión económica, principalmente las no estatales. Los trabajadores por cuenta propia incumplen la legislación vigente en muchas ocasiones, y cometen delitos en tanto sustraen de entidades estatales aquellas materias primas y productos que requieren para la producción de muebles, colchones, bebidas, artículos de plástico, entre otros.

“Las licencias permitidas de artesano, leñador, carpintero y aserrador amparan una serie de ilegalidades, teniendo en cuenta que estas figuras del trabajo no estatal carecen aún de un mercado que les ofrezca alternativas, lo que no justifica el daño continuo a la naturaleza que pueden provocar”.

Refiere la especialista que la Terminal de Ferrocarriles es el punto donde se reciben y  detectan la mayor cantidad de productos forestales que arriban a la capital desde diferentes destinos del país, por lo que la vigilancia en este lugar se ha reforzado.

“Hemos detectado infracciones de la ley en acopiaderos, robos de grandes magnitudes de ejemplares de cedro y realizamos operativos de enfrentamiento con sistematicidad para evitarlos. Sin embargo, en las ciudades vemos que también se afectan nuestras riquezas verdes, pues se han detectado deficiencias en el cumplimiento de los requisitos técnicos en la poda de árboles para la protección de las redes eléctricas, por ejemplo”.

San Martín señala que, lamentablemente, el  recurso natural más desprotegido es la fauna silvestre, pues permanecen ausentes eficaces instrumentos jurídicos y regulatorios que impidan la caza y la pesca furtiva, y la  captura ilegal y recolecta de aves canoras y de plumajes exóticos para su posterior comercialización.

“Hasta 10 CUC puede ser el precio de un azulejo, hasta 25 CUC el de la mariposa, clasificada como especie vulnerable en el Libro Rojo y entre 20 y 50 CUC, un catey, una cotorra y un sinsonte. El afán de lucro persiste y encontramos en los domicilios gran cantidad de ejemplares en períodos de adaptación para su posterior comercialización. En el Aeropuerto José Martí, el año pasado,  se detectó el intento de extracción del país de 180 aves de diferentes especies, de ellas 27 vivas, pues las regulaciones aduaneras también pretenden burlarse”.

- Vacíos en la legislación, cuantías “nobles” de las multas, falta de control…estas pueden ser las causas de estos hechos…

- Es cierto que han existido deficiencias en el proceso de control y emisión de las guías forestales, en el control y protección física en los acopiaderos y aserríos por parte de las Empresas Forestales a las que pertenecen, y también  sobre los medios y equipos de tala y transporte de madera de los administradores y tenentes.  

“Podemos mencionar también el descontrol sobre los medios de transporte estatales, pues son estos los que en su mayoría se emplean para el traslado ilegal de madera y la débil legislación vigente sobre fauna silvestre en el país.

El no contar con un mercado estatal para la venta de madera se constituye en una causa general que propicia las ilegalidades. Además, se evidencia la no observancia en general de lo dispuesto en la Ley Forestal, lo que genera espacios para ambientes de impunidad.

Para el año que recién comienza se prevé la implementación, de conjunto con el Ministerio de la Agricultura, de un Plan de Acciones Generales para el fortalecimiento progresivo y permanente del enfrentamiento a las ilegalidades y manifestaciones delictivas asociadas a los recursos forestales y la fauna silvestre, lo que nos permitirá alcanzar mayores niveles de integralidad en las acciones estatales de protección al patrimonio forestal”.

Sin embargo, la especialista insiste en que con ganancias por el medio, siempre habrá quien se arriesgue a burlar la ley, sin pensar en el costo que para la naturaleza entrañan todo este tipo de acciones, que a la larga inciden en la calidad de nuestra vida después.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 3 comentarios


app
 26/8/14 15:43

 

saludos

 

creo que el problema hay que dividirlo y atenderlo por separado

 

la flora  , requiere de grandes esfuerzos y recursos  para reponer el daño y controlarlo , ya sea la tala , como la siembra y la vigilancia todas requieren además de mucha voluntad también recursos y constancia , he visto muchas siembras de arboles en las carreteras , sembradas , cobradas seguro y más tarde quemadas por los fuegos de aquellos que chapean las carreteras o de origen casual pero el resultado es que se pierden esos árboles en la temprana edad donde son mas vulnerables por falta de constancia para protegerlos.

 

la pesca , bueno aquí el tema se hace más difícil , el mar tiene la capacidad de reproducirse rápidamente si las condiciones no han llegado a los limites , hoy nuestros mares costeros muestran el deterioro de las especies , pero aquí inciden tanto los particulares como el estado y las flotas de pesca , por años vi los tranques en el sur de matanzas aniquilando todo lo que tuviera más del grosor de un lápiz sin que le doliera a nadie, si no se come sirve para los animales..Pero esa es la zona de reproducción de muchas especies y que vamos a comer después nosotros ...algas ?

 

la fauna , sobre todo las aves , es solo cuestión a mi entender de pantalones , por que razón no prohibir la caza y captura de cualquier especie sin fines científicos , para que alguien quiere encerrar  a un ave , si es de tu gusto ,puedes criar aves de cautiverio , periquitos y todos los de su tipo que hay muchos y bellos , pero un ave silvestre no se justifica , si soltáramos en estos momentos todas las que hay en una jaula a la vista de todos,  la población de negritos , azulejos , tomeguines  crecería en un 10% , entonces cual es la razón que le asiste a las personas para tenerlos en jaula ? no hay una razón que se pueda esgrimir para justificar la captura , si bien hay leyes para algunas especies,  por que no para todas  ? y fin del debate , no creo que en cuba sea un problema  aprobar esa ley , si alguien quiere realmente hacer algo en el mundo digital es promover almenos para la fauna silvestre esta ley , que nadie pueda tener en su poder ningún ave silvestre , jaulas de trampas que solo tienen un fin , fusiles de caza. Mientras solo se habla del tema que a estas alturas todo el mundo está claro pero no se hace nada en realidad.

 

Pepin
 8/5/14 15:24

Apreciada Ana Maria, No sabe la alegria que me ha dado encontrar su artículo en internet! La felicito!Digo que me produjo mucha alegría porque me encuentro recogiendo información y fotografía para crear un sitio web informativo de nuestra fauna y magnifica flora Cubana. Este,saldrá dentro de un mes aproximadamente( hoy es 8 de mayo) con el fin de sensibilizar los amantes de nuestro patrimonio ante la destruccion de nuestro habitad y sus seres mas desprotegidos por fenómenos naturales y la depredacion de los seres humanos. Quisiera por favor, pedirle contar con su pluma para llevar adelante mi/nuestra cruzada en favor de nuestros tesoros,sobre todo aquello que están en vías de extinción. Tenga la bondad de confirmarme recibo de este mensaje y de su disponibilidad. Muchas gracias por su labor! Pepin un Cubano que reside en Ginebra,Suiza

Arístides
 17/3/14 11:41

Estimada Ana María, no creo que como dice al inicio de tu reportaje, de que hayan “muchos” que quisieran tener en su balcón, una cotorra un tomeguïn o un azulejo. De eso no creo que sean mayoría, pero eso de tener en la casa muebles confeccionados con maderas preciosas cubanas, sí que se puede dar por seguro. Pero no es fácil conseguirlos, ni fácil sería conseguir la madera para que uno de esos “cuentapropistas” de los que supones fuera de la ley te lo confeccionen, y sería difícil el conseguir un cuentapropista, de los honestos, que son los más sin dudas, que se arriesgue a confeccionarlos con maderas de dudosa procedencia. Si se ocuparon en algún momento 2 700 metros cúbicos de maderas de las buenas, se puede tener la certeza de que no pertenecían a unas personas de las que tenían cómo cubrir “por abajo del toldo” su tenencias. Y si ocuparon esa cantidad, no dudaría que se pudiera multiplicar esa cifra por tres o por cuatro si se hablara de la que también fue escamoteada ilegalmente de cualquier lugar, pero con “todas las de la ley”, porque leyes hay, para que las dejaran pasar las autoridades, aunque iban con los mismos no tan honestos fines. Todo este asunto me recuerda cuando una soleada mañana de hace casi tres décadas, una brigada integrada como por una docena de hombres (¿Del Poder Popular? ¿De comunales? ¿De dónde sería?), con dos o tres camiones amarillos, motosierras y otros artefactos de tala, cortaron tres o cuatro majaguas que crecían en el parquecito de Osma y Vía Blanca, Municipio Diez de Octubre, casi frente a mi domicilio de entonces. Ingenuamente, en aquel momento pensé que alguna dependencia se aprestaba a reconstruir aquel lugar que ya ni parecía un parque, ¡pero no! Me equivocaba. Días después de la confusión que me provocó aquel hecho, me preguntaba: ¿A dónde habrán ido a parar aquellos tres o cuatro bolos de madera preciosa? Cuando aquello ni de cuentapropistas se hablaba.

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