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domingo, 24 de noviembre de 2024

Esa palabra con “p”…(+Video)

Las llamadas malas palabras existen en todos los idiomas, y es normal para los seres humanos hacer uso de ellas, pero existen normas de educación que al parecer se están disolviendo ante nuestros ojos...

Andrés Yunior Gómez Quevedo en Exclusivo 12/11/2013
14 comentarios
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Las personas mayores plantean que “antes no era así”, que “había un respeto…”

Los cubanos somos bastante espontáneos, desinhibidos, expresivos, se sabe, pero todo eso se ha ido tornando, en muchos de nosotros, en mala educación, contraria a los propósitos de nuestro proyecto social. No solo lo dicen los adultos mayores o los más recatados y puritanos. Lo demuestran algunos de las nuevas generaciones en su jerga cotidiana. Basta prestar un poco de atención, no es necesario aguzar el oído, con salir de casa basta.

Hace poco un par de niñas buscaban algo entre unos arbustos. Una apresuraba a la otra para cambiar de lugar de juego y claramente le oí decir:

—¡’Pérate coj… que se me cayó en el árbol de p… este!

Otros niños jugaban pelota en la calle, y aunque eran muy pequeños y demostraban no saber del todo las reglas del juego, dejaron bien claro que, al menos, sí saben hablar como adultos:

—¡¿Qué foul ni qué p…?! Eso fue bola… ¿qué p… te pasa?

Sin comentarios. Haría falta cloro, detergente y un cepillo para esas bocas de cinco o seis años.

La puerta de mi casa da justo a la acera y tengo el privilegio de escuchar retazos de conversaciones de los transeúntes al pasar. Curiosas las dosis de palabrotas que me tocan a diario. Y una vez más los niños protagonizan estos sórdidos diálogos.

Las personas mayores plantean que “antes no era así”, que “había un respeto; las malas palabras siempre se han dicho, pero solo se escuchaban a viva voz y con tanta soltura en lugares  de bajo ambiente”.

No quiero calificar entonces esta ciudad donde esas expresiones son tan comunes, vuelan como moscas a nuestro alrededor y atragantan las bocas de tanta gente.

Medalla de oro al “uso más frecuente” para esa palabra con “p”, que según el diccionario no es una grosería sino una vara de cargar agua.

Medalla de oro a “la boca más sucia” para esos niños, pobres imitaciones de los adultos que les enseñan estas cosas.

Algunas personas se justifican con expresiones tales como: “La cosa está difícil y uno tiene que desahogarse de alguna manera”. Y como históricamente ha sucedido, pequeñas cosas se van dejando pasar hasta que se generalizan, se vuelven cotidianas.

Las llamadas malas palabras existen en todos los idiomas y es normal para los seres humanos usarlas, hasta de manera inconsciente en momentos de rabia, incomodidad, dolor, impotencia, sorpresa o alegría intensa. Pero, a la par, existen normas de educación que al parecer están desapareciendo ante nuestros ojos y no se hace mucho al respecto.

Es necesario que los adultos hagan conciencia a los niños y que los jóvenes, que ya saben mejor lo que hacen, se esfuercen un poco en demostrar que no somos un pueblo de mal educados y vulgares.

En el corto animado Sin pelos en la lengua, de Ernesto Piña, creo que se plantea una especie de profecía social, de manera jocosa, pero certera. Piña plantea las siguientes interrogantes: ¿Qué pasará cuando la vieja generación por ley de la vida ya no exista y los jóvenes de ahora sean esa vieja generación?, ¿Estamos convirtiendo estas llamadas malas palabras de ahora en palabras comunes para la nueva generación?

Entonces, la palabra con “p” sería la protagonista de nuestros diálogos cotidianos. Da mucho que pensar y aún estamos a tiempo. Llamados de alerta no sobran, pero los hay.

Hasta los extranjeros que visitan Cuba han adoptado el término y en varias ocasiones he escuchado a muchos, ya aplatanados o visitantes frecuentes, usar la palabrita, como muestra de dominio del “cubaneo”.

Existe incluso una película anglosajona titulada Trick, en la que uno de los personajes secundarios interpreta en un bar, a ritmo de burlesque y en afectado español, un tema que narra su aventura amorosa con un cubano. Y el estribillo de la canción era: “Como te gusta mi p…”

¿Acaso es necesario que relacionen nuestra nacionalidad con semejante palabra? La culpa es nuestra, no de ningún visitante curioso, criticón u opositor. Creo que va siendo hora de que nos llamemos la atención unos a otros. Y no me excluyo.


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Andrés Yunior Gómez Quevedo

Se han publicado 14 comentarios


nicolasmaya53@hotmail.com
 14/2/14 16:45

El uso de palabras fuertes o picantes no es privativo del pueblo cubano, en Mexico también se utilizan con mucha frecuencia, sin embargo, me parece indispensable saber en que lugar es inadecuado utilizarlas. Muchas veces se utilizan esos términos por desconocer palabras con el mismo poder expresivo. Yo afirmo que esas palabras son indispensables en el lenguaje, pero su uso debe mesurarse y procurar aprender y utilizar otras mucho más bellas.

Gerardo López
 14/11/13 8:52

Considero que la juventud siempre imita a los exitosos, e interpreta como tales a los que disfrutan cierto nivel de vida... llamésmosle ¨estatus¨. En Cuba por lo general los que mejor vivían eran los profesionales, los intelectuales, etc gentes -valoraciones políticas aparte- de buenas maneras en todos los aspectos. Hoy por hoy los profesionales, los trabajadores, somos los que peor vivimos, pues los ¨exitosos¨ son los marginales, los que viven entre la trampa y la ilegalidad, los corruptos.... y son ellos desgracidamente los espejos en que los jóvenes se miran de forma general, no solo en el lenguaje sino en el vestir y el comportarse.

Yosvany
 13/11/13 21:32

En mi modesta opinión, creo que es un excelente comentario que marca su línea sobre la reflexión que todo cubano, viejo o joven debe hacer sobre cuánto se ha deteriorado nuestro "Español Cubano" al punto de que las más jóvenes generaciones han acogido "palabras" que la Real Academia de la Lengua Española bien conceptualiza o define con un significado bien diferente al que "nosotros" (los cubanos) le damos en nuestras conversaciones cotidianas sin importar cuán instruidos estemos....Creo que lis medios de comunicación cubanos deberían hacerse eco inmediato de este tema y porner freno a esta avalancha de "terminología inapropiada" que cobra más espacio cada día en nuestras conversaciones. Ahora sería importante hacernos 2 preguntas: 1- Quiénes son los responsables de este deterioro lingüístico? La familia, el Sistema Educativo, la sociedad en general acaso......? 2- Está la máxima dirección del país conciente de este ya "generalizado problema" o seguimos de ojos vendados ante lo completamente visible?. GRACIAS POR TAN BUEN COMENTARIO!

Jesus Carrillo Bohorquez desde FB
 13/11/13 14:40

debemos conservar los valores y evitar injurias.

Gloria Guerrero Pereda desde FB
 13/11/13 14:39

cierto¡¡¡

Meiris Garta desde FB
 13/11/13 14:38

Por lo menos en Cuba sí se cuida mucho el uso del vocabulario adecuado en los medios. Si en la calle se oyen es porque entre la población subsiste el deseo de manifestarse empleando tales palabras. Fuera de Cuba, bueno eso es otro cantar, pues todos los medios, sobre todo el internet son los causantes de la publicación de posturas y lenguajes que para los jóvenes y niños sobre todo, porque no están totalmente preparados para entender lo que es bueno y es malo, pues lo asumen como normal tratando de manifestarse al igual que sus compañeros para no estar fuera de la moda. Aquí donde vivo es usual escuchar a los jóvenes y niños decirse loco y estúpido como si estuvieran diciendo amigo o hermano, incluso así les hablan también a los adultos, pues consideran que es normal. Somo los padres y adultos los que tenemos la ardua tarea de llamarles la atención para que entiendan que están usando mal el lenguaje. Lamentablemente hay padres que sueltan a los hijos en las escuelas olvidándose por completo de que la educación comienza en la casa y que son ellos los encargados de comenzar con el uso de los buenos modales, comportamiento, buen uso del lenguaje, etc., pero la mayoría están hoy ocupados en ver como ingresan más dinero a sus bolsillos; se olvidan de que los hijos necesitan más de su cariño, apoyo, atención que estar recibiendo regalos caros como muestra de cariño y atención o para compensar la falta de ambos; esto lejos de ser bueno más bien resulta fatídico, pues los vuelven seres que creen luego merecerlo todo sin haber recibido nada a cambio, se vuelven haraganes, egoístas y peor aún se encumbran creyéndose que son los que más poder tienen en el colegio o la sociedad. En fin todo lo que pasa hoy es por causa de la sociedad en que vivimos y de padres que no cumplen su rol adecuadamente, hay mucha tela por donde cortar.

Marcos Pérez desde FB
 13/11/13 14:26

Es muy cierto , pero otra cosa que llama mucho la atención es el vocabulario, no se si está dentro del concepto de lunfardo. Escuchamos a los adolescentes, estudiantes unos otros no y utilizan cada término que debemos preguntar que quiere decir o a que se refiere. Da pena que un idioma como el nuestro se esté distorsionando tanto. Ah y ni hablar de nuestros vecinos del otro lado del Plata.

Vicente Cheche desde FB
 13/11/13 14:17

Todo esto es porque en la TV, es muy corriente escuchar malas palabras. Yo recuerdo en los programas comicos que veía con mi padre, que nos reíamos a morir, sin escuchar ningún improperio. Hoy día, se a creado un esnob de las malas pabras.

Damarys Gomez Aguilera desde FB
 13/11/13 14:07

Ay si en la calle apena podemos estar porq es una obscenidad ... Que da pena

René Lescano desde FB
 13/11/13 14:06

Los malos ejemplos vienen y se ven desde la TV, donde es cosa corriente, lo mismo que las escenas eróticas, asesinatos, etc. Hay que controlar más a los contenidos de la televisión y el cine!

rafa
 12/11/13 12:50

muy buen articulo

Beatriz Valdes
 12/11/13 11:33

Dijo un filosofo frances que el ojo ve lo que la mente esta preparada para comprender. Hasta que no seamos capaces de comprender este fenomeno que ya es un problema social, seguiremos adoleciendo la perdida de nuestros valores culturales. Reflexiones como las de esta cronica deberian caracterizar nuestra cotidianidad.

alfre
 12/11/13 10:41

“La cosa está difícil y uno tiene que desahogarse de alguna manera”...es cierto, pero la "cosa" no es la primera vez que ha estado difícil y no se veia el grado extincion que ha alcanzado la educación formal en nuestra sociedad actualmente... creo que la educación, los valores y la manera de proyectarse ante la vida está muy en uno, en lo que la familia en primera instancia y la escuela ha sido capaz de formar en nosotros, sin duda alguna, los problemas economicos, las carencias y hasta la impotencia que experimenta a diario el cubano aportan a que esta palabra con P y compañia se conviertan en una especie de balbula de escape pero ojo.... no podemos perder la perspectiva. Una buena reflexión la de Andrés, en hora buena!!

Mirlay
 12/11/13 10:13

gracias por el artículo este es un tema muy poco abordado en la prensa, y es como si ya no nos importara y no le hicieramos caso a las barbaridades que se dicen en la calle, aunque muchos no las digamos; pero que bueno que siempre ahí quien no se deja vencer y busca que reflexionemos sobre lo mal hecho.

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