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sábado, 28 de diciembre de 2024

El proletariado, una fuerza insustituible ( +Infografía)

¿Por qué desfilamos el primero de mayo?...

Francisco Domínguez Almaguer en Exclusivo 01/05/2017
3 comentarios
Desfile primero de mayo
Este primero de mayo es ocasión propicia para invitar a los amigos del mundo a estar al tanto de esta celebración en Cuba. (Francisco Domínguez Almaguer / Cubahora)

Muchas personas en Cuba y otros países podrían preguntarse ¿por qué desfilamos el primero de mayo? La historia se remonta a 1884, durante el cuarto congreso de la Federación de Oficios Organizados y Sindicatos de los Estados Unidos y Canadá, donde se planteó la intensificación de la lucha por la jornada de ocho horas, que culminaría el primer día de mayo de 1886. Pero el día 3 de este último año, en la fábrica Mac Cormick, y el 4 en la plaza Haymarket de la ciudad de Chicago ocurrieron los hechos que condujeron al juicio y la condena de ocho activistas sindicales, cuatro de ellos ahorcados el 11 de noviembre de 1887.

Estos líderes socialistas y revolucionarios que lucharon por lograr reivindicaciones para su clase han sido conocidos desde entonces como los Mártires de Chicago. Y en 1893 el Gobernador del Estado de Illinois anuló el juicio, apuntó que había sido un linchamiento de cuatro personas por sus ideas y dejó en libertad a los que aún guardaban prisión.

Pero realmente la tradición nació cuando la Segunda Internacional acordó en París, en julio de 1889, organizar una gran manifestación para que en todos los países los trabajadores emplazaran a los poderes públicos a reducir legalmente a ocho horas la jornada de trabajo y otras resoluciones del Congreso Internacional. Se realiza así, desde 1890, el homenaje a los Mártires de Chicago.

En Cuba, donde se había seguido por el periódico obrero El Productor lo ocurrido con ese proceso judicial en Chicago, ese año se reúnen y desfilan en la capital unos tres mil obreros. En otras regiones de América Latina y el mundo también se respondió a la invitación de París, iniciándose una tradición que ha llegado a ser simultánea en gran parte del orbe, movilizándose millones de personas por las más justas causas de la humanidad.

Es importante recordar que la conmemoración del Primero de Mayo se ha pretendido asociar tendenciosamente a Carlos Marx y al comunismo, pero no es así, ya él había muerto en 1883. Es en realidad un llamado a la unidad, a la lucha de los trabajadores del mundo por sus derechos y a la solidaridad internacional, más allá de ideologías.

En 1891 en Cuba se realizó un acto en el Teatro Irijoa —luego Teatro Martí—, también en Camagüey, y desde entonces este día se incorporó a las formas de lucha de la clase obrera desde una proyección nacional e internacional. En tiempos de la república neocolonial, entre 1902 y 1958, hubo momentos en los que la fecha resultó de profunda significación. En 1925, por ejemplo, en el Nuevo Frontón, lugar donde hoy se encuentra la sede nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, hablaron figuras como Alfredo López y Julio Antonio Mella, denunciando al recién electo presidente Gerardo Machado. Los asistentes partieron después a la Colina Lenin en Regla, tradición que se realiza todavía cada año.

En 1930 la movilización obrera del primero de mayo, por su combatividad, marcó el inicio de la etapa final de lucha popular contra la tiranía machadista y en 1937
constituyó un paso decisivo para la creación de la Confederación de Trabajadores de Cuba. Pero fue la de 1945 la más amplia celebración en todo el período prerrevolucionario, al extenderse por todo el país. Recordemos que no había terminado la Segunda Guerra Mundial. Esto permitió aplicar las progresistas ideas incluidas en la Constitución de 1940.

Posterior al golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 fueron eliminadas muchas libertades, se instauró una férrea dictadura militar que los trabajadores sentían más que nadie sobre sus espaldas. De más está decir que, sistemáticamente, el gobierno prohibía los desfiles. En 1953, desde el 25 de abril, empezaron a recorrer las calles bajo la persecución de la policía, trabajadores que reclamaban un desfile unido, pero tuvo que realizarse, a propuesta de la FEU, en el Estadio Universitario, surgiendo así un comité conjunto obrero-estudiantil para la lucha revolucionaria.

Sobre ese día, los cronistas de la época contaban que las calles cercanas al campo deportivo y sus alrededores amanecieron llenas de policías con fines de intimidación. Claro, eso no impidió que se realizara el acto con miles de trabajadores y estudiantes. Luego, en 1957, después del desembarco del Granma, la represión se hizo más aguda, pero el Día de los Trabajadores se conmemoró en todo el país. Incluso, en el Parque Central de La Habana se depositó una ofrenda floral ante la estatua de José Martí con gritos de ¡Abajo la tiranía! Y se efectuaron manifestaciones en otras regiones de Cuba, como Pinar del Río, Santa Clara, Cabaiguán, Camajuaní y Bayamo.

Mayo de 1959 marcó sin dudas, una nueva etapa. Los trabajadores cubanos nunca más saldrían a las calles a reclamar derechos y reformas laborales. Las manifestaciones de este día se convertirían en concentraciones populares de apoyo a la Revolución, en defensa de la soberanía y en marchas combativas convocadas u organizadas por la Central de Trabajadores de Cuba en coordinación con el movimiento sindical mundial. Particularmente el acto en la capital cubana, a solo cuatro meses exactos del triunfo de la Revolución, fue tan prolongado que comenzó en horas de la mañana y culminó entrada la madrugada, quedando entonces estrenada para siempre la Plaza Cívica —Plaza de la Revolución José Martí— desde 1961.

Aquel día que pareciera interminable resumió la celebración el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, al encontrarse el Comandante en Jefe de viaje por América Latina. Allí expresó: “Esta de ahora es la Cuba que soñara Martí; es la Cuba progresista que agitara en la década de los veinte Julio Antonio Mella, es la Joven Cuba, extinguida al florecer, que soñó Antonio Guiteras. Es la nueva Cuba de Fidel”.

Desde entonces, cada vez que han marchado por sus calles y plazas, ha sido para apoyar el proceso socialista y solidarizarse con otras causas nobles por las que luchan los obreros en otras regiones del mundo.

No creo que haya un solo cubano que no recuerde las grandes concentraciones de masas realizadas en la Plaza de la Revolución de La Habana, los desfiles de las demás regiones del país y sobre todo, el liderazgo indiscutible de Fidel en días como estos. Sigue siendo Cuba uno de los pocos países que la fecha es motivo de celebraciones, no así en gran parte del mundo, donde lamentablemente la jornada es para reclamar y emplazar a los gobiernos, sus derechos.

¿Quién podría olvidar el histórico concepto de Revolución, sobre todo ahora que el Comandante en Jefe de la Revolución cubana no se encuentra físicamente entre nosotros?, dado a conocer durante su discurso, precisamente el Primero de Mayo del año 2000, y convertido en juramento y compromiso del pueblo con su futuro.

El escritor Eduardo Galeano recuerda en su Libro de los Abrazos que ninguna estatua se ha erigido nunca en memoria de los mártires de Chicago, ni siquiera  un monolito, una placa de bronce, nada. Y aunque el Primero de Mayo es el único día verdaderamente universal, en los Estados Unidos es un día cualquiera, en el que la gente trabaja normalmente y casi nadie recuerda —al decir de Galeano— que los derechos de la clase obrera no han brotado de la oreja de una cabra ni de la mano de Dios o del amo. Por eso nos trae el propio Galeano aquel proverbio africano que dice: Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”. Y así también ratificamos la importancia de volver una y otra vez a la historia para que la desmemoria no nos haga perder el rumbo.

Este Primero de Mayo es ocasión propicia para invitar a los amigos del mundo a estar al tanto de esta celebración en Cuba, donde ya han ratificado su presencia en estos festejos más de 1400 delegados extranjeros de 172 organizaciones sindicales de unos 69 países, a la vez que los cubanos engalanan sus plazas y avenidas y se aprestan a marchar por ellas con la alegría de vivir en un país en Revolución y dueño de su destino. También miles de internautas, en justo compromiso con las causas más nobles, desde ya enarbolan y comparten etiquetas como #1Mayo, #CubaUnida y #TodosMarchamos.

El proletariado es una fuerza insustituible con la que podrán contar los pueblos para tener patria, hacer valer sus derechos y despojarse del yugo que los oprime. En Cuba y algunos pocos países, la conmemoración será jornada de homenaje a líderes como Fidel Castro y Hugo Chávez, también para expresar y consolidar la unidad y la acción por el bien común, reconocer en los jóvenes la vanguardia, y ratificar la solidaridad con el gobierno y pueblo de Venezuela, que están bajo el asedio constante de fuerzas internas y externas que los adversan.


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Francisco Domínguez Almaguer

Escritor, guionista y productor de Cuba Hoy

Se han publicado 3 comentarios


Xiomara Carla
 2/5/17 14:37

Excelente trabajo Daniel, gracias, no dejes de recomendarme los que harás por delante.

Daniel Guerra
 2/5/17 15:29

Daylén, Xiomara Carla, y todas esas personitas bellas que han tenido la deferencia de visitar CUBAHORA, ver el texto, votar por él, marcar me gusta, o sencillamente compartirlo en otras plataformas, me compromete a mejores empeños, siempre desde una perspectiva verdadera y plena de sentimientos de amor, de justicia social y de confianza infinita en ustedes, para juntos lograr un mundo mejor. Les abrazo.

96
Daylén
 1/5/17 12:37

Qué bueno leerte en Cubahora Daniel!! Muy buen texto con gran aporte de historia. Felicidades.

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