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sábado, 23 de noviembre de 2024

¿Diabéticos los cubanos?

¿Qué ocurre en Cuba con una de las dolencias más serias que enfrenta la humanidad?...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 14/11/2014
2 comentarios

Como eran síntomas ocasionales, la mujer de 45 años de edad consideró innecesario acudir al médico. No obstante, aquella ingestión excesiva de agua, comidas muy reiteradas, cansancio, frecuentes idas al baño para orinar y pérdida de peso sin saber por qué, fueron preocupando a María Eugenia Durán, quien apenas podía terminar la jornada de trabajo y en la noche le era difícil conciliar el sueño.

Ante el aumento de esos padecimientos decidió ir a consulta médica. Después de varios exámenes, el médico certificó: lo que genera estos trastornos es la diabetes mellitus. Entonces María Eugenia comenzó una dieta estricta, pese a la cual cada mañana y noche debe inyectarse insulina, el medicamento que contrarresta la enfermedad.

Desde hace unos años, debido a esa enfermedad, su visión a disminuido y hace poco tuvo que optar por el Heberprot-P —el novedoso medicamento cubano prescrito para la terapia de las úlceras complejas y profundas del pie diabético— que evitó le amputaran un pie.

María Eugenia forma parte de las 559 mil 804 personas que al terminar el año 2013 padecían diabetes en Cuba, según datos de la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública. De ellas, 64 mil 902 pertenecían al tipo I y 534 mil 902 al tipo II.

Recientemente, al inaugurase la Planta de Producción de Biosensores del Centro de Inmunoensayo, construida en colaboración con China para la medición del nivel de glucosa en sangre, esas cifras habían aumentado a 800 000 diabéticos conocidos, aunque se estima que sin diagnosticar hay muchos más, en cuya detección se trabaja.

RESULTADOS PARA PREVENIR

En la Mayor de las Antillas, la diabetes mellitus, enfermedad producida por una alteración del metabolismo, constituye un verdadero problema de salud por su alta prevalencia, alto número de población en riesgo de desarrollarla e inadecuado control en los ya diagnosticados, según explicó la Doctora Silvia Venero Fernández.

Vivir en la ciudad, ser mujer y la progresión de la edad (sobre todo a partir de 55 años) son factores relacionados con esta, añadió la especialista del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, quien dijo que esos datos fueron resultados de la tercera encuesta de factores de riesgo 2011, que abarcó a más de nueve millones de cubanos.

La doctora apuntó que esas consideraciones finales de la indagación son importantes, pues se basan en datos detallados de la distribución en diferentes grupos de la población, por sexo, edad, color de la piel, nivel educacional y categoría de trabajadores, entre otros.

Precisó que la prevalencia de glucemia en diabéticos y no diabéticos es mayor en el área urbana y en el sexo femenino, mientras la de diabéticos conocidos (6,1 por ciento) también es superior en el área urbana.

Venero Fernández apuntó que el 75,5 por ciento de nuestros diabéticos conocidos recibió alguna medicación (tabletas o insulina) y el resto (27,5 por ciento) refirió controlarse solamente por dieta.

La diabetes ocupa el tercer lugar entre las dolencias más serias que enfrenta hoy la humanidad, después de los tumores secundarios y las enfermedades cardíacas. En Cuba, sin embargo, es la octava causa de muerte, según la Oficinal Nacional de Estadísticas e Información.

La Habana, Matanzas, Pinar del Río y Sancti Spíritus son las provincias de mayor incidencia de la enfermedad, que tiene entre sus factores de riesgo el consumo de tabaco, la insuficiente actividad física, el abuso del alcohol y hábitos dietéticos no saludables, entre otros que forman para de estilos de vida inadecuados.

Según los especialistas, en la infancia y la adolescencia la diabetes más frecuente es la de tipo I, que requiere tratamiento con insulina porque ocurre un déficit total de esta hormona. Puede iniciarse desde etapa tan temprana como durante la lactancia, aunque su aparición es más común entre los cinco y los siete años de edad, y en la pubertad.

La llamada tipo II (no insulino-dependiente) suele aparecer en obesos después de los 40 años, y se origina por la resistencia que presentan los tejidos para utilizar la insulina, cuya producción se hace insuficiente para mantener los niveles de glucemia normales.

La diabetes gestacional, entre tanto, aqueja como promedio a cinco de cada cien embarazadas en nuestro país.

Si no se controlan correctamente los niveles de glucosa en sangre esta patología crónica puede producir diferentes complicaciones, entre las que figuran cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, afecciones renales, hepáticas y oftalmológicas, y del sistema nervioso central (neuropatías) y vascular.

GARANTÍAS MÉDICAS

Cuba está en la avanzada mundial en el tratamiento de la diabetes. Desde 1975 el Instituto Nacional de Endocrinología elaboró un Programa Nacional de Atención Integral al Diabético. En los últimos años han aumentado las condiciones necesarias no solo para tratar la patología, sino para crear conciencia en la población de la importancia de prevenirla y controlarla con hábitos de vida más sanos.

En ese sentido se estimula la práctica de ejercicios físicos desde edades tempranas para evitar el sedentarismo y una dieta balanceada, libre del exceso de grasas, azúcares y carbohidratos. Además, se han creado en todo el país los Centros de Atención y Educación al Diabético, que cuentan con consultas multidisciplinarias en las cuales se orienta a los aquejados de esta afección crónica.

A ello también se une una amplia divulgación en las unidades asistenciales y en los medios de difusión masiva.

Como muestra de esas garantías médicas está el Heberprot-P, el medicamento desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, único de su tipo en el mundo.

Existe además atención especializada a niños mediante consultas pediátricas de endocrinología y para la mayoría de los pacientes que usan insulina se distribuyen desde el 2011  glucómetros para el autocontrol de la enfermedad.

Paralelo a estos programas de atención y terapias, los especialistas consideran importante la educación a los diabéticos para el control metabólico y prevención.

OTRA LUZ EN EL HORIZONTE

Quienes padecen diabetes pueden sentirse desde hace unos meses más protegidos, pues la red farmacéutica nacional comenzó a distribuir el glucómetro, con el que se miden los niveles de glucosa en sangre. Ello es resultado de una transferencia de tecnología, la primera que tiene lugar en Cuba en el sector de la ingeniería biomédica.

El producto se comercializa bajo la marca Suma y es utilizado también por personal médico cubano que presta servicios en varios países de América Latina. La Planta de Producción de Biosensores permite producir las tiras reactivas que necesita la población diabética del país y puede fabricar 20 millones al año, con posibilidades de crecer hasta 100 millones.

Según explicó la ingeniera Niurka Carlos Pía, directora del CIE, en 25 segundos y con total precisión usted o su médico saben exactamente si tiene o no una alta concentración de azúcar en la sangre.

Como otros productos del CIE, diseñados para responder a las necesidades del sistema de salud cubano, los biosensores estarán disponibles a precios subsidiados en las farmacias. Con el glucómetro Suma se puede utilizar cualquier tipo de tiras reactivas de la misma marca, sin importar el código que estas tengan; lo que debe hacerse es ajustar el equipo al código de los biosensores que se vaya a emplear.

Ese control de la concentración de glucosa en sangre es necesario no solo para el diabético tipo I sino para todos los que padecen la enfermedad, sobre todo si sufren además cardiopatías y otras dolencias asociadas.

Los programas de asistencia a los diabéticos, y sobre todo la prevención, disminuyen notablemente el riesgo de complicaciones, lo que puede considerarse positivo si se tienen en cuentan las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, que señalan que en el mundo hay más de 347 millones de personas diagnosticadas con esta enfermedad y se espera que para el 2030 sean 550 millones.


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Yuniel Labacena Romero

Se han publicado 2 comentarios


Yania
 14/11/14 13:08

La salud cubana destaca por su prestigio en el mundo, lo cual demuestra día a día

He leido más de dos veces este importante articulo, pero tengo una gran duda......... Los glucometros, son dados (vendidos), solamente a los pacientes diabeticos que son dependientes de insulina?, lo cual quiere decir que aquellos pecientes que sean diabeticos e ingieran Glibenclamida u otro medicamente para controlar su enfermedad, no tendrá posibilidad de medir la cantidad de glucosa en su sangre con un glucometro. Por que?

Tengo una tia en el municipio de Jovellanos, en la provicia de Matanzas, ella  tiene la edad de 84 y es diabetica no dependiente de insulina, solo ingiere una table de Glibenclamida tres veces al dia. Me pregunto si para ella no es posible, garantizarle uno de estos aparatos tan importantes.

Muchas gracias por el interesante articulo.

Muchisimas gracias a todos los trabajadores de la salub cubana.

Mirta Martinez
 20/11/14 10:17

Yania, en estos momentos en nuestra cuba, pais que mas proteje la salud de sus ciudadanos, se prioriza a los diabeticos tipo I, pero se les vende tambien a los tipo II,y hasta a aquellas mujeres en riesgo de diabetes gestacional, el precio de venta , es adecuado y yo diria simbolico, se adquiere en las farmacias de su area de salud, con el certificado  del medico,ademas las personas de grupo de riesgo, pueden acudir a los consultorios de familia, y realizarse controles, por lo que su tia debe estar incluida en ese programa y ademas dispensarizada, por su area de salud.Mi comentario lo baso en mi mama diabetica, y de 80 años de edad.Ademas estan los centros de atencion al diabetico y al adulto mayor.

80

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