Cuba y su voto por la prevención del VIH/SIDA

Son historias difíciles. Muchas llenas de intolerancias, de inseguridades, de contagios, de desprotecciones, de muertes. No pocos hombres y mujeres comienzan a levantarse al mundo y sus sonrisas a medias nos revelan que el VIH ha tocado su puerta. Y es que las características de esa epidemia varían enormemente de una región a otra, pero en todos los casos los jóvenes son el epicentro del fenómeno, dada su baja percepción de riesgo.

Visto así desde ese ángulo, prevenir y promover salud para evitar y contener los efectos de las ITS/VIH-Sida, constituye una tarea de alta complejidad. Lograr modificar aquellas conductas que nos exponen es una labor ardua, que supone enormes esfuerzos para obtener los resultados esperados. Quizás por ello el tema central del Día Mundial de la Lucha Contra el Sida para este 2016 sea Levantemos las manos por la prevención del VIH.

En la actualidad dos millones de habitantes viven con VIH en América Latina y el Caribe, cada año 100 mil personas adquieren el virus y 50 mil pierden la vida por causas relacionadas con el Sida. En el caso de Cuba, desde hace 30 años, cuando se detectó el primer caso en la nación, hasta el cierre de noviembre suman más de 26 mil personas positivas a la infección, y de ellas viven 21 mil 544 con esa enfermedad, considerada epidemia mundial.

La Mayor de las Antillas, una nación que ha buscado diversas maneras para liberar a nuestra población de esa enfermedad y ha sumado ello a numerosas instituciones y personas, abraza con creces esa propuesta de levantar las manos. Lo hace convencida pues desde el surgimiento de la epidemia se ha identificado la necesidad de incrementar la información, educación y comunicación, dirigidas a la población general, brindando especial atención a los adolescentes, en tanto son poblaciones más vulnerables.

Durante X Taller regional de promoción y educación para la salud en el ámbito escolar y universitario, celebrado en abril último en La Habana como parte del II Congreso Internacional de Promoción de la Salud, la doctora María Isela Lantero, jefa del Departamento de ITS y VIH/sida del Ministerio de Salud Pública, explicó que en Cuba, unas ocho personas por cada 1.000 son seropositivas al VIH/sida, lo que representan una prevalencia de 0,27 por ciento en la población cubana desde 15 hasta 49 años.

Apuntó que solo dos territorios superan esa cifra: La Habana y la Isla de la Juventud. La epidemia sigue siendo altamente masculina, con el cuatro por ciento de prevalencia en hombres que tienen sexo con otros hombres, y entre las personas que practican sexo transaccional (prostitución) las cifras también son alarmantes: 3,31 por ciento entre hombres y 1,01 por ciento entre las mujeres. Ello es muestra de la necesidad de reforzar las acciones de prevención en ese segmento poblacional.

Después de más de 30 años de que en Cuba se detectara el primer caso con VIH/Sida hay muchos logros. Uno de ellos es haber conseguido el pasado año la certificación que la valida como el primer país del mundo en eliminar la transmisión del VIH y la sífilis de madre a hijo. Como dijo en ese momento el Director Ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé esta “es una celebración para Cuba y una celebración para los niños y familias de todo el mundo. Esto demuestra que el fin de la epidemia del sida es posible”.

Y hay más. Después de muchos años el enfoque de lucha contra la enfermedad se ha complementado con la construcción de servicios de consejería, acciones educativas, la preparación de promotores pertenecientes a los grupos claves de vulnerabilidad y las diversas campañas que se desarrollan de conjunto con las Naciones Unidas, así como también el acceso de forma rápida a las pruebas de VIH.

En el país se producen cinco tipos de medicamentos antirretrovirales, los cuales previenen los daños al sistema inmunológico, disminuyen las incidencias de padecimientos y mejoran la calidad de vida de esos pacientes.  Expertos del Ministerio de Salud Publica en la nación explican que el 79 por ciento de los que poseen el virus reciben esos fármacos, lo cual ubica al país en vías de cumplir una de las metas globales trazadas por Naciones Unidas para el 2030, de un 90 por ciento de personas seropositivas con tratamiento.

Par acercar a los adolescentes y romper las barreras que hoy existen para adentrarse en este mundo ha convocado a la formación de promotores de salud entre los muchachos y muchachas de esas edades, de modo que cumplan la labor de educadores de pares, con los que se logra una comunicación más efectiva, con los códigos comunicativos que ellos mismos van engendrando, un diálogo de tú a tú. Igualmente en las escuelas y en diferentes espacios el tema va dejando de ser tabú y se apuesta por incrementar la percepción de severidad.

Ese ha de ser el compromiso, pues como aseveró Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, en su mensaje por la fecha se ha avanzado mucho en la lucha contra la enfermedad pero los logros siguen siendo frágiles.