Con el diseño en la mira

La Real Academia de la Lengua Española define el diseño, en una de sus acepciones, como la “Disciplina que tiene por objeto la armonización del entorno humano, desde la concepción de los objetos de uso hasta el urbanismo”. Tal vez nunca nos ponemos a pensar quién ideó esta o aquella manera de presentar un producto al público, o simplemente por qué el vaso en el que bebemos tiene esa forma y no otra; sin embargo, el diseño de todo producto, tanto de la botella que contiene el refresco, del paquete de galletas o del envase de un determinado medicamento constituyen el primer gancho para el consumidor.

A pesar de que cada año los egresados del Instituto Superior de Diseño (ISDi) se incorporan a la vida laboral y pasan a formar parte de las empresas e industrias cubanas, muchas de sus ideas aún no encuentran un espacio dentro de estas instituciones. Por otra parte, aunque exista el interés de elaborar determinados productos ideados por dichos diseñadores, la tecnología no siempre los acompaña.

De acuerdo con Alejandro Ojeda Hernández, especialista en evaluación y diagnóstico del diseño de la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), “Este pasa por un asunto importante y es su estrecha relación con el consumo, el usuario y el mercado; pero también influye el aspecto tecnológico, los productos, además de ser efectivos desde el punto de vista del diseño, tienen que ser producidos. La industria cubana necesita una fuerte inversión tecnológica; de nada vale generar conceptos novedosos en las empresas si en la prácticas no puedan volcarse en productos”.

Sobre su experiencia en el sector biotecnológico cubano y la necesidad de incorporar al diseño en el proceso productivo de nuestras industrias conversó con Cubahora, Boris Luis León, especialista de diseño del Centro de Neurociencias de Cuba…

-¿Cuál es la importancia del diseño dentro de la medicina, principalmente dentro del campo de la industria biotecnológica en el cual se desempeña?

-La industria Biotecnológica en Cuba, representada por el Grupo de Empresas BIOCUBAFARMA, se caracteriza por la investigación, desarrollo, producción y comercialización (ciclo completo) de productos y servicios de alto valor agregado, orientados al campo de la salud. Es una industria de vanguardia, de alta tecnología (en sus procesos o productos), capaz de competir con los grandes emporios del mercado internacional. Es la primera exportadora de bienes del país.

Es un industria que puede asimilar al diseño, tanto industrial como de comunicación visual, como valor agregado a sus productos o servicios. No es un lujo, es una necesidad, y ahí radica la importancia. El diseño es una “inversión” que puede tributar al logro de los resultados que se esperan de esta industria, puede intervenir, de forma directa o indirecta, en cualquier etapa del sistema de “ciclo completo” que mueve a esta industria.

El diseño aporta o tributa a las relaciones de los productos con sus usuarios. Por ello, es de vital importancia su incorporación a proyectos de investigación y desarrollo de nuevos productos, fundamentalmente en aquellos proyectos destinados a equipos o equipamiento médico, desde la concepción hasta su fase productiva. Brinda soluciones al sistema de envases y embalajes, especificando y optimizando estos. Aporta también en la comercialización del producto, en su sistema de comunicación, tanto para especificar el uso, como en su promoción comercial.

De forma indirecta, el diseño puede cuidar de la imagen y comunicación a los públicos, internos y externos, de las empresas. Puede ayudar a la promoción científica en eventos especializados, puede ser una herramienta muy útil a quienes decidan darle un espacio.

-¿Considera que se le presta toda la atención necesaria al diseño dentro de esta esfera?, es decir, en la práctica ¿está realmente integrado el diseño a la salud?

-Se gana conciencia en ello, pero aún no tiene la atención requerida. No se le integra de forma consciente. Pesa aún el criterio, diría yo que prejuiciado, de que el diseño solo pone las cosas “más bonitas” y hace falta cuando haya que poner las “cosas bonitas”. Quienes logran traspasar esa frontera de lo “bonito”, llegan a ver sus otras aristas, lo útil que es tener al diseño como una fortaleza.

-¿Cuánto contribuye una verdadera gestión del diseño en el desarrollo de esos productos relacionados con la medicina?

-Es un paso superior a la propia actividad del diseño. Involucra una orientación a la actividad, una estrategia, una política, en un contexto dado, con determinados recursos humanos y materiales.

La industria médica, en especial la biotecnológica, puede ser beneficiada por una eficiente o consecuente gestión del diseño, permitiendo su mayor y mejor integración y la de sus profesionales a la realidad donde se inserta el proceso de gestión o a la realidad a la cual tributa este proceso, en pos de un determinado objetivo o finalidad. Puede ser parte del salto cualitativo o cuantitativo que aspira el sector o a que está llamado el sector. Hay experiencias que así lo ilustran. Solo queda convertirlo en hábito. 

En un trabajo publicado por la revista La Calle del Medio hace algún tiempo, un joven diseñador comentaba: “A los diseñadores de la industria cubana todavía les es difícil ser escuchados, pues los persigue la imagen de “decorador final del producto"; cuando, en realidad, el diseñador debe participar en la concepción del mismo desde el inicio, con el fin de optimizar los procesos y obtener un resultado competitivo y eficiente”.

La necesidad de que la industria trabaje de conjunto con los diseñadores es imperiosa. Urge obviar las trabas burocráticas que impiden que el diseñador se comunique de manera directa con el productor, pues es esta la única alternativa mediante la cual ambas partes obtendrán beneficios que constituyan mejoras para los consumidores.