Cáncer de mamas: prevenir a tiempo es la clave

Hace poco más de dos años que conozco a Lucía, y en todo este tiempo, nunca le había preguntado la edad hasta esa tarde. Siempre me ha parecido una mujer joven, porque a los cincuenta y tantos casi sesenta, con la energía que ella desprende, siempre se es joven. O al menos eso dice mi mamá, que la edad es una cuestión de actitud.

Lucía nació en 1957 en Camagüey y se mudó a La Habana en el año 1981. Tiene tres hermanas y dos hijas. Vivió las últimas cuatro décadas del siglo XX, con todos los tabúes que representaron a la sociedad de aquellos tiempos. Pero una vez conoció el sabor de “la emancipación de la mujer”, nunca más supo desprenderse de él.

Como madre, prefirió siempre amamantar a sus hijas, no solo como acto de alimentación, sino también de cariño y protección. Cuando terminó con la más pequeña, sintió unos dolores fuertes en los senos. La doctora que la atendió ese entonces le dijo que ella había dado tanto el pecho que eso era normal, que podía irse tranquila, y con la certeza de que nunca iba a padecer un cáncer de mamas.

Por eso aquella tarde, cuando Lucía sintió dolor debajo de la axila derecha, muy cerca del seno, recordó a la doctora y respiró aliviada. Hasta que pasaron los días y se sintió un extraño vacío mientras practicaba el autoexamen de mamas.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por cáncer de mamas. Este tipo de cáncer es, de lejos, el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como aquellos en vía de desarrollo. Asimismo confirma la organización que este representa el 16% en pacientes femeninos y desde hace años parece ir en crecimiento en cuanto a estadísticas.

Se estima que una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida, de ahí la importancia de la realización de la evaluación regular de sus pechos.

En Cuba el cáncer es considerado la segunda causa de muerte en la población; el de mama ocupa el primer lugar en incidencia. De acuerdo con la Doctora Maria Caridad Rubio, jefa de la sección del programa de control del cáncer del MINSAP en nuestro país el 75% de los pacientes que presentan esta condición se diagnostican en etapas tempranas, y el 25 restante en fases avanzadas de la enfermedad. El diagnóstico tardío disminuye las posibilidades de control efectivo.

Cada 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama con el objetivo de crear conciencia a la población sobre la importancia del control, diagnóstico y tratamientos oportunos y efectivos.

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Lucía supo, por el color del líquido que le extrajeron aquella mañana mientras hacían una biopsia, que algo no andaba bien. El rostro de la doctora también daba indicios de alarma, pero sabía que había llegado a tiempo. Aunque sabía que vendrían meses difíciles, se propuso volver al trabajo para julio de ese año (2019), no solo porque allí necesitaban de ella, sino porque ella quería. Y así fue.

Mi primera reacción frente a la comisión médica que me atendió fue pedir que me quitaran todo; –me dice mientras pasa la mano por el pecho–. Total, a mi edad ya “eso” cumplió su rol en la vida. Pero fue la estetista, quien me explicó que no había necesidad. Como estaba a tiempo, podían extraerme tejido y reconstruirme en la operación.

El primer suero fue el más difícil, –me cuenta mientras conversamos en una pequeña habitación, sentadas en una mesa de dos plazas–. Tuve mucho malestar, vómitos y náuseas esa noche en la casa. Todo el tiempo estuve leyendo, documentándome al respecto. Yo creo mucho en la energía, y mi proceso tenía que asumirlo con buena vibra y energía positiva, porque yo quería vivir.

Y si algo ha sabido en todo este tiempo Lucía, es vivir, para ella y para quienes la rodean. Por eso, para las próximas sesiones, fue armada de sus audífonos. La música fue su mejor aliada en todo ese tiempo.

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Un reporte del MINSAP establece como factores de riesgo para padecer esta enfermedad, ser mujer, pues los hombres solo presentan un 1% de incidencia. Además poseer antecedentes familiares de cáncer de mama, así como el uso abusivo de anticonceptivos orales. Sobresalen una menarquía precoz o una menopausia tardía; la nuliparidad (mujeres que deciden no tener hijos); edad madura en el primer parto; la obesidad así como las adicciones al alcoholismo y el tabaquismo.

La estrategia de control de cáncer de mama en Cuba está basada en la educación y en la promoción, lo que posibilita el conocimiento de los factores de riesgo personales y el autocuidado.

También existen grupos de apoyo a pacientes y familiares como “Alas por la Vida” con más de 15 años de fundada. El espacio aporta experiencias y alerta a las mujeres sobre la necesidad del autoexamen para evitar que por un descuido puedan ser diagnosticadas con este padecimiento en fases avanzadas.

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La Maga, como gustan decirle en su trabajo por el paralelismo de su nombre con la protagonista de Rayuela, ha sabido llenar de magia los espacios que habita. Ágil como es, desanda desde temprano media Habana. Camina todos los días un promedio de 5 kilómetros y pasa muchas horas de pie frente al fogón en una de las labores que más le gusta, y que mejor se le da. Lucía prepara el mejor café cortado de la capital, aunque ella no sepa realmente qué hace de relevante para ello.

Cuando conoció del coronavirus tuvo miedo, como todos. Pero pensó una y otra vez en esas ganas terribles de vivir y volver a abrazar a los suyos. No solo hizo todo cuanto habían orientado las autoridades sanitarias, sino que practicó ejercicios en casa y volvió sobre los hábitos saludables, la comida natural, las frutas y el agua de coco. Aquella tarde, mientras conversábamos, estuvo segura una y otra vez que prevenir a tiempo es la clave