Alternativas que propician calidad

Los libros de texto, las computadoras y los laboratorios son elementos fundamentales para garantizar que el proceso de enseñanza-aprendizaje se produzca de manera adecuada en los Centros de Altos Estudios.

Las dificultades económicas que enfrenta el país, y las altas cifras de estudiantes universitarios coadyuvan a que la situación se torne tensa en algunas asignaturas y carreras específicas.

Sin embargo, la búsqueda de alternativas para que no falte lo imprescindible, y el profesional se pueda formar con alta calidad, es tarea diaria que enfrentan las universidades cubanas.

Pedro Horrutinier, director de formación del profesional en el Ministerio de Educación Superior, explicó que un libro puede durar un número de años, pero se desactualiza y es necesario producir nuevos textos. “En todos los planes de estudios de las diferentes carreras contamos con los textos básicos, pero una parte de ellos se encuentra en producción y otros aún están siendo escritos por sus autores.

“Por esta razón, las universidades han tomado medidas para propiciar a los estudiantes textos complementarios, que están en las bibliotecas, e incluso materiales que están en la red, para ser utilizados a través de la computadora. Siempre procuramos que todas las asignaturas que se van a impartir tengan un aseguramiento adecuado, aún cuando no tengan el texto básico previsto, que es lo idóneo”.

Con relación a la computación, Horrutinier puntualizó que muchos de los equipos de cómputo con que cuentan las universidades están rotos u obsoletos por la cantidad de años de explotación.

“La mayor dificultad es que una parte de las asignaturas solo tienen materiales en la red y las limitaciones de computadoras afectan el uso al nivel requerido”, apuntó.

“Durante muchos años hemos recibido equipos de computación comprados centralmente, pero por ser computadoras con características generales, no siempre tienen las prestaciones que requieren las carreras universitarias.

“De modo que una parte de las computadoras que tenemos funcionando no satisfacen las necesidades de algunos softwares profesionales que hay que utilizar en algunas carreras, y por eso es muy importante hacer una compra de computadoras específica para la Educación Superior, aunque sean más caras”.

Con respecto al déficit de laboratorios, Horrutinier dijo que es preciso utilizar la base material disponible que hay en la sociedad.

“Donde quiera que haya una empresa con un laboratorio con el cual no cuenta la universidad, los estudiantes hacen sus prácticas allí, lo cual está vinculado a que como promedio el 30 por ciento del tiempo total de los programas de estudio se realizan en la práctica.

“Otra alternativa, dijo, es que contamos con centenares de prácticas de laboratorios virtuales que complementan las reales, todo lo cual permite alcanzar un nivel decoroso en todas las asignaturas que las requieren”.