Un paso hacia la transparencia y la participación ciudadana

Pensamos en comunicación y lo asociamos rápidamente a canales de televisión, periódicos impresos, emisoras de radio, emitiendo noticias y reportes de periodistas por internet con su velocidad para informar o desinformar. Pero la comunicación trasciende ese concepto reducido al ámbito mediático.

Comunicamos a toda hora; usted, su vecino, un cartel en la calle, e incluso con nuestros gestos. La comunicación forma parte de nuestras vidas y en una sociedad caracterizada por la rápida circulación de información, apostar por una comunicación responsable en los diferentes ámbitos se ha convertido en un elemento esencial para generar conciencia.

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En los tiempos que corren, se precisan sociedades que respeten y defiendan los derechos individuales así como el derecho a la intimidad, la libertad de expresión y el acceso a la información. Estas categorías (libertad de expresión y el acceso a la información) son transversales a los procesos comunicativos que viven a diario los ciudadanos.

Se rigen como derechos humanos que se conectan y contribuyen con la participación ciudadana en la vida política, económica y social de las naciones.

Cuba acaba de publicar una Ley de Comunicación Social, normativa sin referentes en su tradición legislativa, lo que la convierte en un instrumento indispensable para el consenso social, según afirma Alfonso Moya presidente del Instituto de Información y Comunicación Social (ICCS).

"Esta ley de comunicación social constituye una apuesta para fortalecer la cultura del diálogo y el consenso, la participación popular, el compromiso de los servidores públicos y el capital simbólico de la nación. Contribuirá a afianzar los fundamentos políticos, ideológicos, sociales y culturales de nuestra sociedad socialista y su aspiración irrenunciable de ser cada vez más justa, más democrática, inclusiva, humanista, independiente y sobre todo más soberana".

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Los expertos coinciden que es una ley necesaria como también es necesario un organismo de la administración central del estado que conduce y controle la política de la comunicación social del estado y el gobierno cubano y a su vez contribuya a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana.

La ley que acaba de ser publicada en Gaceta Oficial junto a sus reglamentos, entrará en vigor en Cuba en el mes de septiembre del presente año. Esta norma representa un primer paso en el proceso de regulación y organización del sistema de comunicación social en Cuba, y refuerza los principios del estado socialista de derecho y justicia social.

Un modelo de gestión de la comunicación que pretende consolidarse a partir de la ley y contribuir a una sociedad más democrática, justa, inclusiva y equitativa. Sobre todas las cosas busca promover la transparencia en la gestión pública y la participación ciudadana en la toma de decisiones, así como fomentar la inclusión y la equidad de todos los cubanos sin distinción de ningún tipo y potencia el uso inclusivo y responsable de internet para consolidar la sociedad socialista.

Los conceptos de publicidad y patrocinio se retoman en esta orden y se desprenden de ella reglamentos complementarios que promueven una cultura de consumo responsable. La orientación del consumo, la promoción de marcas, productos y servicios cubanos para elevar competitividad en los mercados nacional e internacional.

No basta con publicar una ley, ya que el cambio cultural en la mentalidad de los ciudadanos será clave para implementar las transformaciones necesarias en la esfera comunicacional del país. Además, se reconoce que la comunicación política en Cuba debe seguir perfeccionándose, sin separar este tema de lo que está sucediendo a nivel internacional.