domingo, 28 de abril de 2024

Un año de luchas y desafíos para las naciones del Sur

Con el Movimiento de Países no Alineados y el Grupo de los 77 y China como bandera, los Estados del llamado Sur Global tienen el reto de velar por sus objetivos comunes en medio de un complejo escenario internacional...

Haroldo Miguel Luis Castro en Exclusivo 16/01/2024
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Protestas sociales
La politización de los derechos humanos se antoja uno de los principales retos para las naciones del Sur (elpais.cr).

Desde el pasado 15 de enero y hasta el próximo día 20 se celebra en la capital de Uganda, Kampala, la 19a Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). La cita acogerá a 168 delegaciones de 135 países, así como una enorme cantidad de organizadores internacionales y Estados observadores. Y se prevé que el mandatario ugandés, Yowen Museveni, asuma la presidencia protempore del MNOAL, función que ocupaba de Azerbaiyán, Ilham Alivev.

En su discurso inaugural, el ministro de Asuntos Exteriores de Uganda, Jeje Odongo, aseguró que su nación cree más que nunca en el multilateralismo y en la solidaridad para responder de manera colectiva, a partir de la preparación individual, a los desafíos del futuro. Asimismo, el diplomático hizo un llamado a la unidad a los países miembros del MNOAL.

Compuesta por 53 estados de África, 39 de Asia, 26 de Latinoamérica y el Caribe y dos de Europa, dicha organización, aún sin la fuerza y la relevancia geopolítica de décadas anteriores, continúa siendo importante para encarar una situación internacional cada vez más compleja, marcada por problemas como la inseguridad alimentaria, las migraciones, el desempleo, la salud, las pandemias, las crisis climáticas, el terrorismo, entre otros.

Infografía Telesur

Tal y como señalara el pasado mes de julio en Bakú el viceministro primero de Relaciones Exteriores de Cuba, Gerardo Peñalver, ante un escenario donde las naciones desarrolladas emplean la injerencia, las imposiciones de medidas coercitivas unilaterales y la manipulación mediática como forma de relacionamiento con los países en vías de desarrollo, el MNOAL debe defender sus principios fundacionales.

A partir del respeto irrestricto a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional como condiciones indispensables para la convivencia pacífica entre los Estados, la agrupación cuenta entre sus desafíos la lucha contra la politización de los derechos humanos y deberá velar por la libertad de los pueblos para decidir su sistema político, socioeconómico y cultural.

Por ello, en defensa de los intereses del llamado Sur Global se antoja imprescindible la reactivación del Comité de Coordinación Conjunta entre el MNOAL y el Grupo de los 77 y China, cónclave que Uganda también encabezará durante el 2024 una vez concluya la celebración de la III Cumbre del Sur, prevista a partir del 21 de enero, donde Cuba cederá la presidencia.  

Creado en 1964 por miembros del MNOAL al término de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el G77 surgió con para estimular los intereses económicos de los fundadores y fortalecer la capacidad de negociación conjunta dentro de la ONU. Con la entrada de Sudán del Sur en marzo del 2015, lo conforman 134 estados y solo mantiene su nombre por cuestiones históricas. En el caso de China, aunque se le considera un miembro oficial, participa y colabora de forma externa.

Tras más de medio siglo de existencia, la organización ha logrado mantenerse unido con el multilateralismo como principio rector de las estrategias de cooperación, a pesar de las marcadas diferencias entre integrantes. Pues conviven algunas de las economías más grandes del mundo, como India o Brasil, con varias de las más pequeñas, lo que dificulta hallar líneas de progreso común.

El G77—que concentra el 80% de la población mundial— ha tratado de convertirse en el contrapeso de las principales potencias económicas integrantes del Grupo de los 7 o del G7. En conjunto,de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, representan el 40% del Producto Interno Bruto global, lo que le ha permitido superar con creces la capacidad de influencia de su contraparte hemisférica del Sur. Una realidad que trasciende lo económico y afecta el contexto político al incidir de manera directa en los asuntos más importantes.

Cuba asumió la directiva protempore a inicios de 2023 con el reto de fomentar la solidaridad  internacional y convertir la Cooperación Sur- Sur en una herramienta más eficaz, a pesar de las consecuencias pospandémicas, los conflictos bélicos, el déficit de materias primas, de bienes de consumo y de alimentos.

 

 

 

Durante los últimos 12 meses la Mayor de las Antillas formó parte en el grupo de contacto del MNOAL sobre recuperación tras la Covid, participó en la Quinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre países menos adelantados, asistió a la Conferencia de las Naciones Unida denominada “El agua para un desarrollo sostenible” y al Sexto Foro de países de América Latina y el Caribe sobre desarrollo sostenible de la CEPAL. Asimismo, compareció en el diálogo climático de Petersburgo en Berlín y asistió o recibió otros eventos de interés regional y global.

Entre ellos, la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G 77, convocatoria que partió del reconocimiento de la importancia y de las potencialidades de los estados que integran el Sur Global para desarrollar vínculos de nuevo tipo. Desde una perspectiva absolutamente emancipadora se pretendió activar mecanismos y gestiones que le brindaran validez a los modelos políticos y económicos de quienes han sufrido y sufren todavía hoy el colonialismo disfrazado de progreso y neoliberalismo.


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster


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