No cualquier síntoma da certeza de la enfermedad padecida. En política tampoco. Para el médico o el analista, los elementos destinados a darle base a las deducciones pueden ser engañosos o fluctuantes, por tanto, no suficientemente sólidos.
Usando el símil como contexto, lo anunciado por la Unión Europea (UE) relativo a darle inicio a un proceso para normalizar sus vínculos con Cuba, es de esos asuntos complejos que hacen a los galenos afirmar que se trata de un caso con pronóstico reservado.
El Viejo Continente ha estado (sobre todo desde 1945 a la fecha) muy en sintonía con Washington. Esa característica no ha cambiado. Luego se precisa advertir que la disposición anunciada, por fuerza debe asociarse a las declaraciones del presidente norteamericano y a las de su secretario de Estado, relativas a que es necesario revisar los mecanismos contra la Mayor de las Antillas, que a lo largo de medio siglo no dieron resultado.
Ese ejercicio de realismo tiene varias puntas y entre las importantes está el cambio en la composición de los emigrantes cubanos, por motivos económicos en su mayoría, desde los 90. Personas que están a favor de normales y más cercanas relaciones entre su país de origen y el que les acoge.
Hay otros motivos, resultantes de la solidaridad cubana hacia el Tercer Mundo, el protagonismo en los procesos integracionistas latinoamericano-caribeños o la constante dignidad con la cual se practica y defienden los principios que rigen un proyecto socio-económico equitativo pero dinámico.
Se aduce que los cambios en marcha dentro de la Isla contribuyen a una segunda o tercera mirada hacia una nación pequeña que sobrevivió a muy difíciles contingencias y a violentas presiones. Entre ellas está la Posición Común, propuesta en 1996 por José María Aznar, cuando apenas asumió el cargo como presidente del gobierno español.
Una consensuada tradición entre el Partido Popular y el PSOE, obligaba a que el entonces mandatario español hubiera consultado con los socialdemócratas antes de proponer en Bruselas que el pacto comunitario asumiera tan reduccionista perspectiva para Cuba, limitando los nexos a lo que califican como respeto a los derechos humanos.
Claro está que lo hecho por el ultraconservador ibérico no fue una inocente iniciativa, (tampoco las que dio después con respecto a la invasión de Irak, por ejemplo) sino un paso en apoyo de los dados desde 1962 por EE. UU., que continuando su asedio, recién había firmado la Helms-Burton.
Las situaciones, como decía, cambian y también los procederes. Diversos congresistas norteamericanos han intentado introducir leyes para aliviar las contradictorias sanciones. Necesidades comerciales de varios Estados de la Unión, hicieron que diferentes empresas y grupos pidieran a sus representes en el legislativo flexibilidades o la eliminación del bloqueo que les impide un comprador muy cercano.
Análisis de fondo, a cargo de entidades como la Brookings Institution, extendieron a su vez advertencias sobre lo oportuno de reemplazar la caduca visión y acciones aplicadas durante 5 décadas.
Mientras tanto, Europa se convierte en el primer inversor extranjero en Cuba y su segundo socio comercial. La mayor parte de las 28 naciones miembros concertaron acuerdos para la protección de sus transacciones.
Pero no se trata solo de beneficios ni de falta de coincidencia ideológica con EE.UU. A ambos lados del Atlántico parece imponerse el pragmatismo. Que, incluso, importantes magnates de origen cubano se interesen por acercarse a la tierra nativa y participar de sus nuevas experiencias, indica que es momento de recoger vela y usar mejor los vientos para avanzar.
La relativa plasticidad mostrada por uno y otro bloque, sugiere que se tantean posibilidades por parte de las elites europeo-estadounidenses, siempre a partir de protocolos que sin dejar a un lado los viejos métodos, se encaminan a suavizarlos a conveniencia.
Según declaraciones de algunos altos funcionarios europeos y de algunos pequeños trascendidos, se prevé un cronograma de acción que debe concluir más o menos en un año, al cabo del cual habría un convenio marco entre La Habana y Bruselas.
Esa intención fracasó con anterioridad. Nadie puede dar garantías de que ahora resulte exitosa. Siendo optimistas, que no cuesta. Cabe, entonces, esperar.
Javier Martinez desde FB
13/2/14 9:53
esperemos,buenos resultados.
senelio ceballos
13/2/14 6:59
Saludos a todos los comentaristas y lectores que nos monitorean y no quieren / no pueden/ no desean comentar pero les interesa estos temas!!! Estimada MARIANA..cuando fue eso 1492?...Hoy yo vivo en el 2014 y ..muchos inteligentes jovenes cubanos tenemos en la islita!!!MIRAD la solucion del CANAL de PANAMA..El General Torrijo..no murio por gusto..alli esta///Defendiendo su canal!! VIVAN los panamennos!! Rafael...Estimado RAFA!!...SI UD NO ES CAPAZ DE DIRIGIR SU CASA ..su empresa...su finca...NO SE META DIRIGIR UN PAIS y menos UCRAINA..esta en el centro de europa y casi se ve su desintegracion...si no toman medidas de todos tipos urgentes!!! Cuando el catual presidente gano las elecciones casi fue al 50% para cada lado..Debio hacer todo o posible para UNIR y no desunir!!..AQUI EL RESULTADO AL VISTA... UD CREE que matando 192 periodistas en Mexico y Honduras....Mataran la verdad? Ud cree que borrando comentarios seremos mas fuertes? No amigos comentaristas..Decia..Ghandi.. Desde dentro de las discusiones saldran las mejores verdades!!!! El guajiro chambero.. que VOS MONITOREA A CADA RATO
Reyna Martinez desde FB
12/2/14 14:25
Bueno en politica Espa?a esta muy mal pero los negocios vendrian muy bien pues la agricultura aqui esta muy avanzada y en Cuba hace mucha falta la agricultura y la ganaderia pero mientras siga todo asi .......
Mariana Herrera Rubia desde FB
12/2/14 11:49
la verdadno sé si es tan bueno, en 1492 se acercaron y miren cómo nos fue
Rafael Machiran Ferrer desde FB
12/2/14 11:03
Muy bien pero sin condiciones y menos en los hasuntos politicos internos del Pais solo tienen que miral linjerencias en Ucrainia y otros paises Arabes
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