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viernes, 22 de noviembre de 2024

Interrogantes duplicadas

El péndulo de probabilidades de la reforma migratoria en 2014 sigue moviéndose a un lado y al otro...

Marta María González Sojo en Exclusivo 10/02/2014
1 comentarios
reforma migratoria
La nueva ley de reforma migatoria es una de las medidas más esperadas del mandato de Obama.

Cambiar la ley migratoria norteamericana era un objetivo del primer mandato de Barack Obama, sin embargo no ha habido nada en concreto, fuera de un proyecto aprobado por el Senado en 2013, una iniciativa que daba un plazo de una década a los indocumentados para naturalizarse como estadounidenses, pero el documento fue rechazado en la Cámara de Representantes. Ya vamos por la mitad de su segundo y último período en la Casa Blanca y persisten los escollos para conseguir que la iniciativa salga del Capitolio convertida en ley.  

Tanto embrollo para discutir formalmente el tema haría pensar que lo que se está proponiendo es un cambio radical. En realidad, escasamente se intenta legalizar el estatus migratorio de los 11 millones de inmigrantes sin papeles, en riesgo constante —según analistas— de deportación, como sucede regularmente, aunque hayan vivido buena parte de su vida en Estados Unidos, y sin importar, tampoco, si tuvieron hijos en ese territorio, que por lo tanto son de hecho norteamericanos.

La bancada republicana ofrece resistencia ante este propósito, porque tal transformación la conciben como una amenaza grave, al amplificar el cambio demográfico del país. Razones de peso para ellos y motivo de disputas entre sus fracciones.

Los conservadores sacan cuentas. En 30 años los blancos ya no serán mayoría en Estados Unidos, ningún sector de la población representará más de 50 por ciento a escala nacional.En la actualidad los hispanos son la minoría más grande, con 52 millones, según el censo. Representan el 17 por ciento de la población nacional. Los afroestadounidense constituyen 12 por ciento y los asiáticos, cinco por ciento.

Este desbalance hace temblar a la cúpula política del país, pues hasta ahora las inclinaciones del voto latino son en su mayoría para demócratas, lo cual se ejemplifica con el voto de esos grupos por Obama en las elecciones últimas.

Era de esperarse que los conservadores reaccionaran. Con el afán de confundir y crear temores enfatizan en un estudio divulgado que la medida será costosa. Por otro lado enjuician a Obama como un líder en quien no se puede confiar, cuyo gobierno no aplica las leyes que se aprueban porque, según ellos, por supuesto, el presidente es el culpable.

El camino de convertir el proyecto en ley es mucho más largo y demorado de lo que la gente puede imaginarse. Los planes legislativos en la Unión Americana tienen tantos recovecos y normativas que cuesta trabajo comprender. Todos esos trucos y mañas creadas con el tiempo, encierran un sistema de torpedear las cuestiones que no convienen a un bando u otro.  Entre propuestas y contrapropuestas debe pasar por ambas Cámaras, una Comisión y por último el Presidente. Cuando tanta gente tiene algo que opinar, ya saben lo que puede ocurrir.

La oferta republicana en la Cámara Baja demanda reforzar la seguridad en la frontera, mejorar la aplicación de la justicia y establecer una vía para legalizar la situación —pero no otorgar la ciudadanía— a los sin papeles, después de que paguen impuestos atrasados y multas, y una posibilidad de residencia legal y ciudadanía para los que fueron traídos sin permiso a Estados Unidos cuando eran niños, explicaron algunos rotativos.

A escala federal, hay mucho ir y venir para llegar a acuerdos. Algunos congresistas frenan la euforia como en las declaraciones, días atrás, del legislador republicano Paul Ryan, quien dijo en una entrevista con la cadena televisiva ABC que es poco probable que el Congreso apruebe este año un proyecto de ley de reforma migratoria. Los republicanos están esperanzados en que las elecciones de medio término en noviembre próximo les traigan recuperar la mayoría senatorial y mantenerla en la Cámara Baja. Después, ya veremos.

Hay muchas opiniones controvertidas, pero cuando el río suena….


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Marta María González Sojo

Se han publicado 1 comentarios


Beatriz
 10/2/14 12:57

Burocracia desmedida también en el imperialismo...!!! Al final, y aunque pueda ser verdadero el interés de Obama, las nuevas leyes migratorias seguirán perdiéndose en el laberinto creado en Estados Unidos para mantener a salvo los intereses de los que más poseen. Ojalá pase algo que cambie esta cruda realidad, por ahora nada bueno se vislumbra...

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