Construir desde los barrios

Las reuniones de rendición de cuentas del delegado ante los electores se han convertido en un ejercicio vital de participación y democracia popular en Cuba. 

Desde el 20 de septiembre y hasta el 15 de noviembre, estos encuentros se han llevado a los barrios, promoviendo un diálogo nacional que busca fortalecer la conexión entre los representantes y sus comunidades.

Un Proceso Colectivo

Este proceso no solo es una formalidad; es una invitación a la construcción colectiva, un llamado a trabajar y pensar como país. En un contexto donde los desafíos son numerosos, estas reuniones permiten que los ciudadanos expresen sus preocupaciones y propuestas, mientras que los delegados tienen la oportunidad de rendir cuentas sobre su gestión.

Su esencia radica en la participación activa del pueblo en la solución de sus problemas. La rendición de cuentas no es solo un acto administrativo, sino un mecanismo que reafirma el compromiso de los delegados con aquellos que los eligieron. 

Este acto se fundamenta en la premisa constitucional que establece que todo elegido debe rendir cuentas de su actuación.

Este proceso democrático permite a los electores conocer de primera mano las acciones y decisiones de sus representantes, fomentando la transparencia y la confianza en las instituciones. Además, crea un espacio donde las voces de los ciudadanos son escuchadas y valoradas, lo que fortalece el tejido social y la cohesión comunitaria.

A través de estas reuniones, se busca no solo informar, sino también educar a la población sobre el funcionamiento de su gobierno. 

La comprensión ciudadana sobre la gestión pública es crucial para generar un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.