Muy pocos generales en el mundo tuvieron un origen tan humilde y en tan corto tiempo alcanzaron esa categoría militar sin pasar por escuelas y academias como Antonio de la Caridad Maceo y Grajales. Y tal vez ninguno haya recibido 24 heridas en combate.
Nació en Santiago de Cuba, el 14 de junio de 1845. Su infancia pobre transcurrió en el cuartón de Guanicum de Lleonart, en San Nicolás de Morón, barrio Santo Tomás.
Pero su primera adolescencia y los inicios de su juventud los vivió Maceo en las lomas de Majaguabo.
Tenía 21 años cuando se casó con la también mestiza libre María Cabrales Isaac, el 16 de febrero de 1866.
Se alzó en la manigua el 14 de octubre de 1868, con solo 23 años de edad, y su primer combate fue cerca de Jiguaní, contra fuerzas enemigas que marchaban rumbo a Bayamo.
El general Donato Mármol lo nombró jefe del Batallón de Majaguabo y lo ascendió al grado de capitán. Peleó duro en el combate de El Saladillo, el 8 de enero de 1869, en defensa de Bayamo y su tropa resultó victoriosa, por lo que el 16 de enero de 1869 lo hicieron comandante. También ante sus exitosas acciones en Mayarí y Guantánamo, el 26 de enero de aquel año, recibió los grados de teniente coronel. Máximo Gómez le asignó la jefatura del 4to. Batallón de la División de Cuba.
Se distinguió durante la campaña encabezada por Gómez en Guantánamo, entre el 1ro. de agosto de 1871 y el 23 de mayo de 1872. Mereció también el cargo de jefe de operaciones de Guantánamo, como coronel en funciones.
En tres acciones, en ausencia de Gómez, dirigió los combates que le exigieron internarse durante un mes completo en una inhóspita región de Baracoa. Carlos Manuel de Céspedes, entonces presidente de la República de Cuba en Armas, le entregó el diploma de coronel, el 22 de marzo de 1872.
Entre el 7 y el 20 de junio de 1872, también por órdenes de Céspedes, lo nombraron jefe militar de Oriente, como relevo del general Máximo Gómez, y después asumió el cargo de jefe de División de Guantánamo y Santiago de Cuba.
El 8 de junio de 1873 también Céspedes le otorgó el grado de brigadier, como estímulo por la conducta evidenciada en la toma de Holguín y las victorias en los combates de Rejondón de Báguano, Los Pasos y El Zarzal.
En Camagüey participó junto a Gómez en la ardua campaña para extender la guerra hacia Occidente, y se destacó como jefe de infantería en las batallas de El Naranjo, Mojacasabe y Las Guásimas.
En Mangos de Mejía, el 5 de agosto de 1877, fue gravemente herido por ocho impactos de bala. Durante su convalecencia tuvieron lugar indignas gestiones que condujeron al fin de los combates.
En enero de 1877 recibió el grado de Mayor General, acordado por la Cámara de Representantes, y el 15 de marzo de 1878, en Mangos de Baraguá, escenificó frente al general español Arsenio Martínez Campos la histórica Protesta.
En mayo de 1878, por encomienda del Gobierno Provisional, Maceo partió hacia el extranjero, con lo cual comenzó para él una tregua que duraría 17 años.
Junto a Gómez y a Martí, fue uno de los principales organizadores de la contienda de 1895, y tras el 24 de febrero asumió el mando de las tropas orientales.
El 1ro. de abril de ese año desembarcó en las costas cubanas y sostuvo un combate contra el enemigo en las cercanías de Duaba. Vivió 18 días angustiosos, perseguido por las montañas de Baracoa y se unió a los mambises el 20 de aquel mes.
El 5 de mayo de 1895 sostuvo una reunión con Gómez y Martí en el demolido ingenio La Mejorana y, cumpliendo lo acordado allí, comenzó diferentes operaciones combativas en zonas de Santiago de Cuba. Como jefe del Departamento Oriental sobresalió por su heroísmo en las batallas de El Jobabo y Sao del Indio.
En la Asamblea de Jimaguayú, del 13 al 18 de septiembre de 1895, fue designado Lugarteniente General del Ejército Libertador de Cuba, y junto con Gómez realizó la invasión a Occidente.
Cuando se proponía asestarle el golpe de gracia al ejército español, cayó en combate en San Pedro. Al desplomarse de su caballo Libertador, como él lo llamó, su hoja de servicio contaba con 1 100 acciones combativas y 24 cicatrices en su cuerpo.
Martí afirmó: “Tiene tanta fuerza en la mente como en el brazo”. Y Maceo proclamó en carta a su esposa: “Vivo a caballo y tengo el valor de lo que pienso”.
Giselle
15/10/19 10:44
Tengo una duda.. En todas las fotos historicas de Antonio Maceo su caballo es negro entonces, por qué existe la frase de que color es el caballo blanco de Maceo?? Será error popular o histórico?
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