La cotidianidad para muchas familias cubanas transita hoy día por resolver asuntos vitales como la alimentación, dada las insuficientes ofertas de productos y el alto incremento de los precios, aun cuando el Estado subsidia una parte de ellos y los servicios básicos.
En una cadena de suministros que abarca lo que sea capaz de producir la agricultura, de procesar la industria o de importar el país, son incalculables los daños y las afectaciones que provocan el recrudecido bloqueo estadounidense, el no acceso a fuentes de financiamiento, el alza de los precios internacionales, los conflictos geopolíticos, las insuficiencias internas y las adversidades climatológicas.
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Además de impactar en el desarrollo económico y social de la nación, impiden satisfacer las necesidades de la población, su calidad de vida, y por tanto un sector como el comercio enfrenta a diario desafíos objetivos y subjetivos, para poder cumplir con la distribución de alimentos y restantes renglones destinados a la canasta familiar normada, al consumo social, a las dietas médicas y a otros nobles programas de la Revolución.
UN 2022 CON INSUFICIENTES OFERTAS E INESTABILIDAD EN LA DISTRIBUCIÓN
De acuerdo con un informe del Ministerio de Comercio Interior (Mincin) en 2022 fueron insuficientes las ofertas en el comercio mayorista y se mantuvo el déficit de productos en el mercado minorista, con la inestabilidad y fraccionamiento en sus entregas, lo cual continúa ocurriendo en lo que va del 2023, con el lógico malestar e inconformidad en los consumidores, no obstante el esfuerzo de sus trabajadores por tenerlos en tiempo en las bodegas y demás establecimientos.
Mas los cubanos somos testigos de las causas de esas intermitencias, que van desde el barco que se demoró en arribar a Cuba con la mercancía o materia prima necesaria, hasta el no contar con la divisa para pagarlo, sin olvidar las restricciones o zancadillas que obstaculizan hacerle llegar a la naviera o al proveedor foráneo aquel dinero que horas antes hubo que esperar se ingresara, proveniente del turismo o de alguna exportación.
La carencia de inventarios para su respaldo oportuno determinó en varias ocasiones y territorios el fraccionamiento dentro del mes en la distribución del arroz, azúcar y leche en polvo, y las entregas fuera del ciclo previsto en el café, compotas, sal, aceite y granos.
Así, con tales vaivenes o incertidumbres vive la economía cubana, como consecuencia fundamentalmente de las medidas diabólicas del gobierno estadounidense contra la mayor de las Antillas, a la que injustamente incluyó en la lista de naciones promotoras del terrorismo, lo cual se traduce en cero créditos bancarios y en impedimentos para enviar remesas y promover el turismo, por citar algunas.
Sumémosle las deficiencias internas asociadas al deterioro de la infraestructura de los frigoríficos, almacenes convencionales, equipos tecnológicos y el transporte; a la existencia de altos inventarios de lento movimiento y ociosos, a la ocurrencia de hechos delictivos que condujeron a faltantes en la cadena puerto-transporte-economía interna y a los problemas con la calidad de los servicios, incluidos los de una gastronomía que aún no satisface del todo.
En la reciente reunión anual de trabajo del Mincin se analizaron los principales problemas del sector, entre ellos, el hecho de que las medidas de saneamiento financiero aprobadas no han tenido el resultado esperado, márgenes comerciales en las empresas mayoristas y minoristas que se reducen significativamente por el incremento de los costos y gastos vinculados a la comercialización, y cierta cantidad de entidades que operan con pérdidas o con un mínimo de utilidades.
Lo cierto es que la entrega de donativos recibidos, a todos los núcleos, ha obligado a redoblar los esfuerzos en la cadena de distribución, sin olvidar la particular atención que se presta a las personas en situación de vulnerabilidad, con algunos recursos, y al Sistema de Atención de la Familia (SAF) en 1 439 establecimientos con 58 979 censados.
Recordemos que ante la afectación en los abastecimientos fue necesario establecer la venta controlada de productos básicos que se ofertan en las cadenas de tiendas como pollo, picadillo, salchichas, aceite y detergente en polvo, a la par que al cierre del 2022 se adoptó la decisión en La Habana de eliminar los destacamentos de Lucha contra coleros e implantar un sistema de venta más ordenado, y progresivamente extenderlo al resto del país.
En encuestas realizadas a la población se manifiesta mayor aceptación y disciplina en el momento de adquirir tales renglones.
La comercialización en MLC de más de un millón 526 mil equipos, fundamentalmente televisores, lavadoras, freezer, refrigeradores ventiladores, ollas arroceras y multipropósito y cocinas de inducción, eléctricas y de gas, ha permitido financiar importaciones de productos básicos (alimentos y medicamentos) e insumos a productores nacionales.
De acuerdo con el Mincin, respecto al Comercio interior en la Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera en el país se aprobaron seis fichas de proyectos de negocios, y quedó constituida la Empresa Mixta Gran Ferretero S.A, cuyas operaciones deben iniciarse próximamente.
Como resultado de la implementación de las nuevas medidas para incentivar la economía cubana y potenciar la inversión extranjera se han recibido 45 intereses de negocios de 16 países, de los cuales fue aprobado el Contrato de Asociación Económica Internacional FAIBUS S.A, cinco se encuentran en avance, cinco posibilidades de concreción y 11 en fase exploratoria.
SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS QUE IMPACTAN DIRECTAMENTE EN LA POBLACIÓN
Son grandes los desafíos del Ministerio de Comercio Interior hoy día, y por ello Manuel Marrero Cruz, primer ministro de la República, ha señalado que solucionar los problemas que impactan de forma directa en la población es una tarea ardua y compleja de ese organismo.
En su reciente reunión anual de trabajo expresó que se debe fomentar el sistema de gestión de la calidad en las diferentes actividades del sector, en el cual –dijo- no tenemos la mentalidad de que, más importante que recaudar, es prestar un buen servicio.
También el jefe del gobierno llamó a afianzar el perfeccionamiento del comercio, la gastronomía y los servicios, una tarea que consideró imprescindible, e indicó revisar las políticas de autogestión que impactan en los precios de los productos que se venden a la población.
En correspondencia con los retos y deficiencias por superar, para el presente año el sector se propone concretar la descentralización de facultades a las unidades empresariales de base, concluir la Política de Comercio como parte del proyecto Comercio Eficiente, y diseñar e implementar las líneas de trabajo para el perfeccionamiento del comercio mayorista.
Otras proyecciones son desarrollar las cadenas de suministro de los alimentos con los principales grupos de productos que circulan por los canales de distribución (canasta familiar normada y programas priorizados), disminuir en un 50% los inventarios de lento movimiento y ociosos en valores absolutos, continuar el perfeccionamiento del comercio minorista, y concluir la informatización de las Oficinas del Registro de Consumidores y desarrollo de la bodega virtual y la libreta de abastecimiento digital.
De manera que el llamado hecho por el Presidente Miguel Díaz-Canel de en el 2023 “sacudir la inercia, desterrar el burocratismo, quitar más trabas y superar la autocomplacencia” debe calar bien en los directivos y trabajadores del Mincin, un organismo muy vinculado a la cotidianidad de las familias cubanas, preocupadas y ocupadas en resolver asuntos vitales como la alimentación.
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