Tortugas, cocodrilos, langostas, camarones, pargos y otros tipos de peces habitan en el ecosistema marino y son fuente de alimentación para los seres humanos. Su pesca o captura debe regirse por leyes, regulaciones y métodos establecidos, teniendo en cuenta que, por el ciclo normal de la vida, su existencia tiene fecha limitada y es precisamente la acción indiscriminada de la especie humana la que puede acelerar su extinción o desaparición.
Ese es el llamado de alerta de las Tropas Guardafronteras, órgano del Ministerio del Interior encargado, entre otras misiones, de salvaguardar la biodiversidad marina y enfrentar las ilegalidades que, con fines comerciales, se cometan en nuestras aguas y territorios.
Hasta el 31 de octubre del presente año se han reportado 2509 casos, 524 más que en el 2012 y mucho más que en el 2011, cuando se registraron 996 casos, informó la teniente coronel Imandra Oceguera Coll, de la Jefatura de Tropas Guardafronteras. “A pesar del constante enfrentamiento a las ilegalidades que desarrollan nuestras fuerzas, en coordinación con otras entidades e instituciones del país, este incremento en las ilegalidades se debe, en gran medida, a la alta demanda que tienen productos como la langosta y el camarón en el mercado informal, lo que atenta contra renglones fundamentales de nuestra economía y además, conlleva consecuencias nefastas en la ecología marina”.
En este período del 2013 se han decomisado 4883 embarcaciones, agrega la especialista, y se han incautado además, 251 901 metros de artes de pesca masiva, junto con 11 toneladas de langosta, 3330 kilogramos de camarón, 3740 kilogramos de quelonio y 18 026 de pescado, entre ellos, de pargo, cherna, jiguagua y algunas especies tóxicas como la picúa.
“Los pescadores furtivos confeccionan sus artes de pesca masivas, y las que encontramos con mayor frecuencia son los chinchorros, las nasas, las redes, las tarrayas y los jaulones. El fin de su actividad no es el consumo familiar, evidentemente, sino la comercialización a precios elevados de estos productos.
“No tiene la población percepción del daño a la economía y a la ecología marina que se provoca con estas acciones, pues las mismas personas que denuncian o informan el recalo de toneladas de droga, por ejemplo, no asumen con igual trascendencia lo concerniente a esta actividad”.
- ¿Cómo enfrentan las Tropas Guardafronteras este tipo de ilegalidades?
- Sistemáticamente y con el empleo de fuerzas navales, terrestres y con medios aéreos. Es un trabajo complejo, porque realizamos revisiones diarias de la costa y por disímiles vías detectamos las artes de pesca colocadas. Hacemos patrullaje con buzos para “peinar” las zonas y aunque en muchas ocasiones detectamos a las personas en el momento que van a calar sus mallas, otras veces debemos retirarlas cuando ya están puestas y es una labor muy engorrosa.
“Desarrollamos acciones combinadas con otras entidades pero sin dudas, la toma de conciencia y el apoyo de la población es vital para evitar la depredación de especies como las tortugas, a las que muchas veces no les dan tiempo ni a reproducirse, y la captura de aquellas que son rubros exportables de nuestro país y, por consiguiente, una fuente de ingreso de divisas”.
Los hombres son los más vinculados a este tipo de actividad, acota Oceguera Coll, aunque las mujeres también participan, sobre todo en la transportación y comercialización del producto.
“Con el afán de obtener ganancias a toda costa a través de estas ilegalidades se pone en riesgo también la salud de las personas, pues los vendedores pueden tocar la puerta de nuestras casas ofreciéndonos “pescado del bueno” y, sin el cuero y sin otras partes esenciales de la fisonomía de la especie, nadie puede identificar si se trata de una picúa o un aguají, especies que son portadoras de la ciguatera y que por tanto, está prohibida su pesca”.
En nuestro accionar también enfrentamos la extracción de arena y la tala indiscriminada, explica la especialista de la Jefatura de Tropas Guardafronteras, porque en la detección de campamentos de pescadores furtivos también actuamos contra esas ilegalidades.
“Existe un marco regulatorio bien explícito en lo concerniente a estas acciones en el decreto Ley 164 De la Pesca, que regula lo relacionado con la actividad pesquera y el decreto Ley 194, referido a las infracciones sobre la tenencia y operación de embarcaciones en el territorio nacional. Nos ampara la legalidad y con ella actuamos pero estamos convencidos de que cada vez la aplicaremos menos si las personas se percatan de las implicaciones de sus actos y dejan de lucrar con lo que, a pesar de ser riqueza de la naturaleza, puede un día agotarse. El mar está gritando y casi nadie lo escucha”, concluyó Oceguera Coll.
Rhod
5/6/15 17:59
Traté de escribirle a la autora pero me fue imposible.
Buscando los reglamentos es que he llegado a estas páginas. Y creo que cualquier ciudadano entiende las medidas contra la pesca furtiva yo le llamara indiscriminada. Buscando el decreto ley 164 y el 194, soy aficionado a la pesca y he visto en todo el territorio nacional convertidos en ILEGALES sin FIN DE LUCRO a muchos cubanos como yo, que NO APOYAMOS LA PESCA FURTIVA de la que se habla, amamos el deporte del anzuelo, pero estos decretos plantean entre otras cosas "Las licencias para la pesca deportivo-recreativa se otorgarán, según se establece en el Reglamento de Pesca, a las personas naturales o jurídicas propietarias de embarcaciones, siendo indispensable presentar la certificación de registro de la embarcación en la Capitanía del Puerto y tener el correspondiente Certificado de Navegabilidad". Los medios FLOTANTES de miles de cubanos nos permiten separarnos de la orilla y tan solo por hacerlo nos convertimos en ilegales porque si bien el artículo 12 de la 164 nos da ESPERANZA , pues nos la quita el 17(que detallé),
Dado que el concepto de EMBARCACIÓN analizado no incluye estas EMBARCACIONES (valga la redundancia), no entramos en lo permisible de capitanía, no tenemos eso, por tanto no tendremos el permiso de pesca recreativa y seremos ILEGALES segun la 194. incluso por construirlas o por tenerlas
CREO A LAS LEYES LES FALTÓ EL ESLABÓN EN QUE ESTAMOS.
En mi caso tengo un BOTE DE PESCA de piso rígido , fabricado especialmente para la PESCA MARÍTIMA, de piso rígido, inflable. QUE EL MUNDO ENTERO utiliza en pesca de troleo, con mucho sacrificio lo traje del exterior,( no necesitaba ningún permiso para ello, porque es inflable) PERO TAMBIEN ES ILEGAL, PUES NO PUEDO PESCAR DESDE ÉL ?cuál es el delito?. Quiero inscribirlo, pero CAPITANIA no lo considera EMBARCACION. Creo que estamos en el siglo XXI, en la era de internet y las comunicaciones, estamos rodeados de mar, somos cubanos y es hora de que a quienes nos guste la pesca podamos con toda libertad salir un día con nuestra familia y pescar desde nuestro bote a la vista de nuestros hijos cerca de la orilla y no cometer por ello un delito, ni ser ilegal y mucho menos ser un pescador furtivo, no por la cantidad sino por lo de pescar a escondidas).
Venga periodista le pido que haga uso de su teclado y mueva sus teclas que tras la ley 164 y 194 se amparan un sin número de burócratas y extremistas que hacen imposible libertades que por derecho tenemos los que vivimos en nuestra isla rodeada de mar desde que el hombre la habitó. Que el temor a la emigración en BALSAS, y a la PESCA FURTIVA INDISCRIMINADA CON AVIOS PROHIBIDOS no lleve a QUIENES TIENEN EL DEBER DE VELAR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY a reprimir a los pescadores deportivos cubanos que utilizamos una BALSA para pescar alejándonos apenas unos metros de nuestra orilla.
Ah y revisar el concepto de EMBARCACION y adaptarlo al mundo actual, que tiene millones de embarcaciones de pesca de aire y no necesariamente se llaman balsas flotantes, pues hay barcos, botes, catamaranes, etc. de diversos tamaños dedicados a la pesca en el mundo del siglo XXI.
Arístides
23/11/13 11:37
Muy bueno que haya un cuerpo policial, en este caso Guardafronteras, que se ocupe de reprimir la pesca furtiva, pero si hay quienes hacen negocio con la captura de especies "comerciales" y las pueden vender (a los macetas) a precios altísimos, es porque los organismos del estado no son capaces de suministrar al pueblo trabajador los productos del mar que han sido por siempre tradicionales en la dieta del cubano. Muy bueno que los turistas extranjeros puedan degustar todos esos manjares a base de peces y mariscos de la cocina cubana, pero los cubanos, los de a pie, "no tienen la boca cuadrada".
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