Yuliesky y Matanzas: los dueños del show

Yuliesky Gourriel ha vuelto a ser el mismo. Si el año anterior se había quedado en deuda con su producción de cuadrangulares, el traspaso a Industriales parece haberle inyectado nuevas ambiciones que se han traducido en batazos más allá de los límites del parque.

Por estos días, el muchacho se mostró intratable. En los seis compromisos dirimidos conectó de 22-10 (average de .454), con par de dobletes, cuatro bambinazos, siete carreras anotadas y seis empujadas, una cosecha que lo afianzó entre los diez mejores del evento en la inmensa mayoría de los departamentos ofensivos.

Fíjese bien: el “01” de la capital lidera en jonrones, impulsadas, total de bases y slugging; va segundo en anotadas y comparecencias; tercero en bases recorridas por indiscutible; quinto en hits y tubeyes; sexto en boletos, veces que impulsa empate o ventaja y turnos oficiales; y séptimo en transferencias intencionales.

A todo ello ha contribuido muy especialmente su rendimiento de la segunda etapa del torneo, en la que ha desforrado la Mizuno hasta fijar guarismos tan impactantes como el slugging de .672, 28 empujadas, porcentaje de embasado de .466 y OPS de 1138.

Al borde de los 30 abriles, Yuliesky Gourriel –el más mediático y polémico pelotero de Cuba en la última década- se encuentra en el apogeo de su carrera, coronada por toda clase de premios individuales. Mientras, él sigue persiguiendo la alegría de una victoria final en los play offs.

EQUIPO DE LA SEMANA

Antes de que arrancara la Serie, no hacía falta ser muy ducho en materia beisbolera para saber que Matanzas sería el equipo a derrotar. Pasados unos meses, los Cocodrilos se han encargado de probarlo.

La novena yumurina navega con magnífico viento rumbo a la postemporada. A falta de tan solo nueve juegos regulares, mantiene el primer puesto de la tabla con foja de 49 triunfos y 29 reveses, equivalente a dos rayitas de ventaja sobre su perseguidor más próximo, Pinar del Río.

Esta semana, los matanceros comenzaron vacilantes al ceder en dos oportunidades ante el conjunto menos ganador de la fase, Santiago de Cuba (fracasos de 7x6 y 8x4, éxito de 13x3). Sin embargo, luego retomaron el camino con una sensacional barrida sobre el elenco de Industriales (scores de 11x7, 10x7 y 4x3), al que dejaron en peligro de eliminación.

En esos compromisos, la tropa de VM32 fabricó 48 anotaciones –a razón de ocho por duelo-, pegó 70 imparables y cometió ocho pifias, con un gasto atacante en el que descollaron 18 dobles, un triple y 10 cuadrangulares.

Sus estadísticas colectivas hablan por sí solas de la categoría del grupo. Ateniéndonos a la fase en curso, que es la más exigente del campeonato, Matanzas manda en promedio con .313, anotadas (198), OBP (.390) y slugging (.462), además de ser también puntera en defensiva con .979. Y para rematar, es segunda en efectividad monticular con 3.80 limpias soportadas cada nueve innings de trabajo.

Definitivamente, todo apunta a que éste será el año de los Cocodrilos. No obstante, con guitarra es muy distinto que con tenedor, y aún habrá que esperar unas semanas para confirmarlo.