Cuando el adiós al 2024, y la llegada de 2025, me disparó las nostalgias, empezaron a revolotear en mi teclado varias ideas, ojalá fueran como las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez (bueno, ya sé que no podré volar tan alto como ese maestro) …
Al revisar lo ocurrido en los 12 meses que se nos fueron, en ese almanaque vencido con muchas dificultades, hay motivos para no pocas alegrías; pero tampoco puede dejar de escribirse que no todo resultó felicidad (bueno: hasta el sol tiene manchas). Y, claro, nos referimos a lo sucedido en el principal escenario del deporte mundial en los últimos cuatro años: los Juegos Olímpicos de París 2024.
Esa última idea (la de “que no todo fue motivo de felicidad”) la dejé reflejada hace pocos días aquí en Cubahora, la primera revista digital de nuestro país, la que rompió el cascarón y vio la luz en el ya lejano año 1998, en la serie de tres trabajos “Ni bien ni mal, pero…”.
- Consulte además: Volviendo a París 2024 (1 de 3)
Una realidad que el gran luchador cubano Mijaín López resumió como si fuera el mismísimo García Márquez (maestro: perdóneme otra vez este atrevimiento): “Quedamos por debajo de lo esperado”. Él redondeó la idea: “Cuba fue protagonista de la fiesta olímpica”. Y dijo: “Hay que reconocer el esfuerzo de nuestros deportistas, a pesar de no haber alcanzado los resultados anticipados”.
Un retroceso
Es obligado recordarles a nuestros lectores esos “resultados anticipados”: el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) vaticinó que Cuba se mantendría entre los 20 primeros países en la tabla de medallas, para lo que se pronosticó al menos cinco preseas doradas.
La realidad en la Ciudad de la Luz resultó muy diferente: lugar 32, con solo dos de oro, una nada más de plata, y seis de bronce.
Quiero recordar que tuve la suerte, como enviado especial, de estar a pocos metros de la conquista de ocho de las nueve (la única excepción fue la del bronce de la canoista Yarisleidis Cirilo).
Y debo recordar también, por exigencias del periodismo, la faena cubana en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (celebrados en 2021 por la pandemia del covid): lugar 14, con siete de oro-tres de plata-cinco de bronce.
La de París 2024, y sigo recordando por elemental obligación, fue nuestra peor ubicación desde los de Tokio 1964, en la que los desempeños tenían un peso diferente, pues la plata de Enrique Figuerola, en los 100 metros planos, nos ubicó en el 30. Y cuatro años después, en México 1968, quedamos en el puesto 31, con cuatro de plata (¿recordamos que en París 2024 se obtuvo solo una?).
Levantarse
Ahora sigo con una frase que se le atribuye, entre varios, a otro escritor famoso (el brasileño Paulo Coelho): “El secreto de la vida, sin embargo, es caer siete veces y levantarse ocho veces”.
Y eso es algo que los cubanos sabemos muy bien…
En un encuentro, muy pocos días después de París 2024, con la delegación a los Juegos Olímpicos, y a los Paralímpicos, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel fue categórico al enfocar el futuro.
- Consulte además: Volviendo a París 2024 (2)
La celebración de los Juegos Olímpicos en Los Ángeles pudiera ser, creo que nos lo tenemos que proponer desde ahora, el escenario perfecto para recuperar la ubicación entre los primeros 20 países en el medallero, dijo.
“Cuba puede y debe volver a ocupar ese puesto. Para ello se demanda un diseño estratégico, coherente y atemperado a las posibilidades reales de su realización efectiva”, comentó.
Creemos que con las limitaciones materiales que tenemos y seguiremos teniendo, podemos hacer mucho más sobre todo en el plano del capital humano del que disponemos, que ha demostrado la valía que tienen para Cuba y el mundo, aseguró.
Un propósito que ahora deseo tratar de sincronizar con otra frase de Paulo Coelho: “Cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo”.
Han pasado muy pocos días de enero, pero ya el deporte cubano ha tenido movimiento (o lo tendrá en breve): los balonmanistas en el campeonato mundial; los tenistas de mesa Jorge Moisés Campos y Daniela Fonseca competirán en la Copa Panamericana; el conjunto de béisbol de Las Tunas participará la Serie de las Américas; el equipo de lucha grecorromana (ganador de tres medallas en París 2024) realizará una base de entrenamiento de tres meses en China; en el calendario hay registrados importantes mundiales (como lucha, boxeo, judo, atletismo)… por mencionar algunos puntos.
Sí, es cierto, el pujante deporte cubano no se detiene…
Las mariposas…
Vuelvo a una idea mencionada, muy de pasada, sin detenerme, en el primer párrafo: las mariposas amarillas no solo son un elemento narrativo en la obra de García Márquez, sino que también encapsulan temas universales sobre el amor, la soledad y la esperanza, convirtiéndose en un ícono perdurable de su legado literario.
Y el deporte cubano necesita mucho de “amor” y “esperanza”…
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.