Volviendo a París 2024 (2)

Quiero empezar recordando cómo inicié mi trabajo anterior:

"Cuando llega un año nuevo, una avalancha de recuerdos nos envuelve. En mi caso, muchos están ligados a una experiencia casi mágica: mi labor como enviado especial de BOHEMIA en los Juegos Olímpicos de París 2024”.

En aquel artículo hablé de la innovadora inauguración en el Río Sena (la primera fuera de un estadio en la historia olímpica), la gloria de Mijaín López, único luchador con cinco medallas de oro en una misma prueba, y la determinación de Erislandy Álvarez, boxeador debutante que aportó la segunda presea dorada para Cuba. También mencioné de pasada el Estadio de Francia, epicentro del atletismo, con las espectaculares carreras de 100 metros, y algunas emociones inolvidables que nos dejó París 2024.

Sin embargo, quedó mucho por decir. Hoy quiero rendir homenaje en BOHEMIA a nuestros otros siete medallistas.

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Hora de recapitular

Uno de los momentos más memorables para el deporte cubano fue la histórica medalla de plata de Yusneylis Guzmán (50 kg.), nuestra primera luchadora en alcanzar un podio olímpico.

Conocida como "La Chiqui", combinó determinación, pasión y un golpe de suerte —una rival quedó descalificada por exceder el peso— para entrar en los anales del deporte cubano. Así, logró redimirse de la decepción en Tokio 2020, donde terminó en el lugar 12.

Las preseas de bronce

Entre los seis medallistas de bronce, destaca el boxeador Arlen López (80 kg.), quien salió de París con sentimientos encontrados: la alegría de sumar una tercera medalla olímpica y el sinsabor de no conseguir una tercera de oro, tras sus triunfos en Río 2016 y Tokio 2020.

El luchador Luis Orta (67 kg.), campeón en Tokio 2020, llegó dispuesto a repetir la hazaña. Aunque no alcanzó el oro y pasó largas horas procesando su frustración, su espíritu competitivo prevaleció y le permitió conquistar el bronce.

Por su parte, Yarisleidis Cirilo, en la canoa individual C1 a 200 metros, reafirmó su calidad con una actuación brillante en la regata más rápida de la historia.

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El luchador Gabriel Rosillo (grecorromana/97 kg.), campeón mundial en Belgrado 2023, siguió una trayectoria similar a la de Orta. Pese a que la medalla dorada se le escapó, luchó hasta obtener el bronce.

En taekwondo, Rafael Alba (+80 kg.) no dejó que las lesiones previas lo derrotaran. Como en Tokio 2020, logró subirse al podio, demostrando su resiliencia.

Milaymis de la Caridad Marín (76 kg.) completó el brillante desempeño de las luchadoras cubanas.

Tras asegurar su medalla, dedicó su éxito al entrenador Filiberto Delgado con unas palabras que capturan el espíritu del equipo:

"Gracias a la estrategia y guía de mi entrenador, logré mi objetivo. Yo le digo el Rey Midas, todo lo que toca lo convierte en oro."

Su bronce, sin duda, tuvo sabor a oro.

Más nostalgia

Hoy, valga el recordatorio, quise empezar recordando el inicio de la primera parte de esta serie, y ahora quiero hacerlo con aquel final:

Queridos lectores olímpicos:

Este viaje no termina aquí:

Volveré a París 2024 en mis pensamientos, explorando lo que significó estar allí, en medio del fervor olímpico. Y en la belleza eterna de una ciudad que sabe cómo capturar el alma de quienes la visitan.