Hay una clara y patente realidad: los deportes de combate serán, una vez más, piezas claves para una ubicación decorosa de Cuba en la tabla final de posiciones en los venideros Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Boxeo, judo y lucha, por ese orden, parecen ser los que más aportarán a la causa cubana. Y, sin lugar a dudas, una “misión imposible” le espera al taekwondoca Rafael Alba (+80 kilogramos), no solo por ser el único representante cubano en la cita estival, sino también por los excelentes rivales que verá sobre el colchón.
Rodolfo Abreu, uno de sus entrenadores, comentó a Cubahora que Alba, campeón mundial en Puebla 2013 (México) y tercero en Chelyabinsk 2015 (Rusia), se somete actualmente a un plan de aumento de su masa corporal —de 92 a 97 kg—, en pos de estabilizarse en 95, que es su peso preferido para la cita en Río.
“Con este trabajo, pretendemos que Rafael se pueda acercar al peso de sus contrarios, quienes también le sacan ventaja en la talla —él mide 2.02 metros— en alcance de sus extremidades y la fuerza en el golpeo.
”Es por eso que la estrategia de nuestro equipo de entrenadores está centrada en que no emplee la fuerza con sus rivales, sino usar más la inteligencia, desplazarse con más velocidad y cuidarse de las patadas con giros a la cabeza, zona que más busca golpearse en los combates por la cantidad de puntos que tributa.
”Además, como muchos de sus principales rivales le sacan varios centímetros de estatura, también estamos priorizando el trabajo de resistencia, para poder mantenerlos a distancia con el pie y evitar que le puedan marcar puntos con los puños”, aseveró Abreu.
Alba intentará mejorar el escaño 17 del ranking mundial, para optar por una mejor ubicación en el sorteo de la justa estival. De lo contrario, coincidirá con varias de las principales figuras en sus primeras presentaciones. Estos podrían ser el actual monarca del orbe Dmitriy Shokin o Jasur Baykuziyev, ambos de Uzbekistán, así como el gigante gabonés Antony Obame o el ruso Vladislav Larin.
Para ese empeño, a partir de este jueves el taekwondoca cubano competirá en dos certámenes con sede en Querétaro, México: el Open (del 9 al 10 de junio) y el Campeonato Panamericano de la disciplina (del 11 al 12).
Nuestro único clasificado realizó allí una base de entrenamiento, junto a sus compañeros de equipo Robelis Despaigne y Carlos Guzmán, en el Centro de Alto Rendimiento La Loma, de San Luis Potosí.
“Culminados los dos eventos, Rafael retornará a la base de entrenamiento (del 13 al 18), antes de competir en el Open de Corea (30 de junio al 5 de julio) y de Luxemburgo (9 al 10 de julio), en los cuales deberá ubicarse entre los tres primeros lugares, para sumar unidades al escalafón. Y culminará su etapa preparatoria del 24 de julio al 18 de agosto con una base de entrenamiento en Brasil, sede de los Juegos Olímpicos, antes de su debut el día 22”, sentenció el estratega.
El taekwondo cubano exhibe cinco medallas olímpicas, repartidas en una de oro, dos de plata e igual cantidad de bronce, desde el debut de este deporte, en Sídney 2000.
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