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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Una luz en la penumbra

Cuba se colocó a dos puntos de ganar el Grupo A y está en condiciones de convertirse en el mejor equipo de la fase intercontinental en la XXIII Liga Mundial de Voleibol...

Rafael Arzuaga Junco en Exclusivo 26/06/2012
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Liga mundial de Voleibol1
A tres partidos de concluir la fase regular, Cuba se coloca en la cima del Grupo A

Por increíble que parezca es así. Cuba, el mismo equipo que no pudo clasificarse a los XXX Juegos Olímpicos, Londres 2012, se colocó a dos derrotas en cinco set, a un paso, a dos puntos de ganar el Grupo A de la fase intercontinental en la XXIII Liga Mundial de Voleibol.

Desde su fracaso preolímpico en Berlín, los cubanos no han cedido un punto e incluso están en posición de convertirse en la mejor selección de la ronda preliminar, desde una llave donde militan Rusia y Serbia nada menos, segundo y séptimo, respectivamente, del ranking de la FIVB (siglas en inglés de Federación Internacional de Voleibol).

La metamorfosis comenzó, eso parece, cuando se sacudieron del peso, de la responsabilidad que significó intentar llegar a la capital británica como el único grupo de Cuba con boleto a los torneos olímpicos de deportes colectivos. Y la acentuó el DT Orlando Samuels, al hacer efectivos e inapelables par de movimientos en el sexteto (+ el líbero) titular.

Con el opuesto Rolando Cepeda, en lugar de Fernando Hernández, y el central Danger Quintana, por David Fiel, el equipo cambió su actitud y dinámica para ganar todos los puntos puestos en disputa en el Palacio de los Deportes, de Santo Domingo, República Dominicana, y, hace apenas unas horas, en el Yantarny de Kaliningrado, Rusia.

Y, sin en la primera parada de la competición, rusos y serbios hicieron rotaciones —posibles por la profundidad de sus plantillas y obligadas por el calendario que acumulan los principales jugadores vísperas de la cita olímpica—, a partir del segundo, y sobre todo en el tercer fin de semana, igual Vladimir Alekno que Igor Kolakovic, DTs de Rusia y Serbia por ese orden, apelaron a muchos de los más calificados en sus listas de 25 voleibolistas.

Contra ellos, Wilfredo León y compañía se crecieron en la defensa de campo, se mostraron menos erráticos en la recepción (su punto débil, por mucho, a pesar del ascenso de Keibel Gutiérrez y la colaboración de Gustavo Leyva), dispusieron de una mejor creatividad en el segundo toque y contaron con mayor efectividad desde la línea de saque.

Además, y esto es lo más destacado, hasta tuvieron pasajes de virtuosismo en el bloqueo, un apartado del juego sólido en las formaciones europeas, menos en las de América y débil en las cubanas, ahora más por los muchos cambios de centrales en los últimos torneos (de Robertlandy Simón, Osmany Camejo y Dariel Albo, a Isbel, Fiel y Quintana).

León, ya no es noticia, encabeza la anotación cubana. El capitán, en poder ahora de 184 puntos (150 en ataque-12 con el bloqueo-22 con el servicio), es el cuarto anotador de la competencia, segundo mejor atacador (53.76%) y también sublíder —por cantidad de intentos— en el saque (0.63 aces por set).

Sí es novedoso, y es otro de los puntos fuertes revelados en las rondas segunda y tercera, que el conjunto, sin cambios confiables en el banquillo —excepción hecha de Fernando Hernández— no sufriera de “leondependencia” ni siquiera en algunos de los segmentos complicados recién enfrentados.

Hasta 23 puntos de alzó el rendimiento antillano, a distancia gigantesca puede decirse de los 15 del sublíder Serbia, y de los 13 de Rusia, campeón de la Liga de 2011 y sin ninguna posibilidad de llegar a la ronda final, acordada para definirse en Sofía, Bulgaria, entre el 4 y 12 de julio entrante.

A tres partidos de concluir la fase regular, la aritmética coloca a Cuba, virtualmente, en la cima del Grupo A. Es que con dos puntos, sumaría 25, un número imposible para los serbios así ganen por 3-0 los tres desafíos ante su público en Novi Sad, sede de la cuarta y última parada.

Es más, si los caribeños siguen contando por victorias de tres puntos sus presentaciones, llegarían a 32, cifra vetada ya para Polonia (29), ganador del Grupo B, y para Estados Uni-dos (20) y Alemania (22), líderes por ese orden de las llaves C y D, con opciones solo de llegar a 29 y 31.

Hecho eso, los cubanos siembran expectativas respecto a sus chances de jugar en Sofía y terminar por encima del octavo lugar de la XXII Liga Mundial, toda una sorpresa, un bálsamo de cara a la eliminación olímpica.

Yo la aplaudo desde ya, pese a la escasa profundidad de su banca, las muchas carencias técnicas y la falta de experiencia de los muchachos, pese a los incontables contratiempos y las inconfesables incongruencias enfrentados por ellos.

Confío en que se clasifiquen en cualesquiera de los partidos versus Serbia, Rusia o Japón (en este orden rivalizarán de jueves a sábado próximos). Confío en que se clasifiquen más temprano que tarde, en que sean, incluso, hasta los mejores de todos en la instancia intercontinental.

Y hasta me lo imagino en el podio en la edición de 2012, algo impensado apenas unos días atrás cuando la mira apuntaba a Londres y no a Sofía. Ojalá suceda, y ojalá este triunfo no se convierta en una cortina de humo para velar los muchos problemas que tiene y deben analizarse en el voleibol de sala cubano.


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Rafael Arzuaga Junco


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