viernes, 19 de abril de 2024

Team Asere, team Cuba, team de todos

El equipo cubano ha hecho historia, pero puede seguir haciéndola. ¿Cuál es su potencial? ¿Y los rivales?

Norland Rosendo González en Exclusivo 17/03/2023
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Batería Romero-Martínez en el Clásico Mundial de Béisbol
La batería Romero-Martínez se han entendido muy bien. (Yuhki Ohboshi)

Seguro entre los cuatro mejores, el equipo Cuba de béisbol saldrá el domingo ante un rival aún sin definir, entre Venezuela y Estados Unidos, por una medalla de plata que garantice igualar la mejor actuación histórica en los Clásicos.

Para cruzar el Pacífico hasta Miami, donde se decidirá el campeón, pasó de todo. Primero, dos derrotas con una producción ofensiva muy baja, al extremo de que en el partido ante Oaíses Bajos solo ligaron tres jits.

Luego sobrevino la reacción a mitad del juego contra Panamá, obligados a no perder más para seguir con vida. Si en ese partido hubo un despliegue del ataque que terminó con 21 imparables, como nunca antes una selección cubana en clásicos, la clave estuvo en el relevo de Miguel Romero cuando los canaleros amenazaban con ampliar el marcador.

Por entonces todavía iban tirando del juego y la ofensiva caribeña no había explotado. Romero, callado, seguro, tomó la bola y controló la situación. A partir de ese momento dio un giro brusco el choque y Cuba ganó.

Ganó ese partido y remató en el otro nada menos que frente a los locales de Taipéi de China, también con posibilidades de clasificarse, pero desde el primer inning quedó claro quién tomaría las riendas.

Era una versión más nuestra del Cuba. Su tándem picheo-defensa funcionó y el bateo produjo con oportunidad.

Junto con ese triunfo se dieron todas las combinaciones imprescindibles para que el que venía identificándose como el Team Asere tomara el liderazgo del grupo. Así se quitó de en medio al potente Japón, que este año viene por recuperar su título y además suma cinco victorias sobre los nuestros en seis encuentros bilaterales.

Fue tanta la buena fortuna que Corea no pudo con Australia y en los cuartos de final, por mucho que estos trazaron una buena estrategia de picheo, hubo un quinto inning donde los caribeños tomaron el mando del juego con remolques a la cuenta del capitán Alfredo Despaigne y el joven Yoelquis Guibert.

Despaigne en el Clásico Mundial de Béisbol por Cuba
Despaigne, un capitán de lujo. (Yuhki Ohboshi)

Sobre este último, no necesito de una encuesta para saber que más de 80 por ciento de los seguidores del equipo no lo hubieran dejado batear en esa oportunidad. Si ellos hubiesen sido los mentores se habrían perdido un buen contacto que empujó las carreas decisivas.

El béisbol es tan impredecible: Guibert no había estado bien en los juegos anteriores y le habían traído un zurdo para dominarlo. Con Lorenzo Quintana, Yurisbel Gracial y hasta Dayán García en el banco, la lógica apuntaba a un emergente, pero Armando Johnson pensó diferente y se arriesgó al estilo Servio Borges.

Guibert haló para su mano y la jugada no se lee ahora tan temeraria, aunque para mí no deja de serla en un momento crucial del choque.

Volvió Romero a subirse en el montículo en una situación tensa, con dos hombres en base, y controló a los australianos. Suma dos triunfos, doce ponches y PCL de 0.00. Podría hasta pensar en la triple corona.

Si alguien estaba(mos) preocupado por la ofensiva de la selección y los cambios hechos ante las dificultades de Quintana para conducirse en la receptoría frente a lanzadores de picheos de altas complejidades, se nota ya un lineup más ajustado.

Yoan Moncada, cuya línea ofensiva (AVE/OBP/SLU) es de .421/.522/.737, ha asumido el liderazgo propio de su linaje en Grandes Ligas y Luis Robert Moirán (.227/.261/.273), aún sin exhibir el mejor estado de forma posible, ha logrado buenos contactos en sus ultimas oportunidades y en cualquier momento, a la velocidad que salen sus batazos, se vuela las cercas.

Despaigne ha silenciado con su madero a tantos mentores de graderío que rayan con el fanatismo: .412/.389/.588, y sus cuatro empujadas han sucedido en momentos sensibles.

Yadir Drake en el Clásico Mundial de Béisbol por Cuba
Yadir Drake está en muy buen estado de forma. (Yuhki Ohboshi)

Aún en el fondo de la alineación, Yadir Drake registra promedios de .412/.500/.529 y Yadil Mujica, que si no se hubiera lesionado Andy Ibáñez hubiera visto el Clásico desde el banco, es el de más eficiencia empujando hombres en posición anotadora en el equipo (de 9-5).

Y Roel Santos, como buen primer bate, se embasa más de la mitad de las veces que comparece en el plato (.556), líder en el conjunto en esa métrica.

El picheo, además de Romero, tiene en el dúo Yariel Rodríguez y Roenis Elías par de buenos abridores. Se espera que el segundo asuma la apertura en la semifinal, mientras Moinelo y Raidel resultan el uno-dos quizá más letal para los innings ocho y nueve en todo el Clásico.

En términos generales la tasa de K/BB es casi de tres, un indicador semejante a las principales ligas del mundo, y el respeto por las especialidades del picheo ha contribuido al buen manejo de los hombres disponibles y a los resultados hasta ahora. No obstante, se han dado algunos movimientos, al parecer, fuera de plan. Ojo que las improvisaciones cuestan… Y caro.

MANDY, GUÍA Y EMOCIONES

Cuando fue designado para asumir la dirección del equipo Cuba en el actual ciclo, no pocos cuestionaron que jamás había ganado un título en Cuba ni el extranjero.

Otros, que sí lo conocían bien, hablaban de sus virtudes como aglutinador, hombre a todas, de los que mira a los ojos y dice las cosas sin torcer las palabras; que educa y confía.

Mandy no es un director mediático, de esos que andan buscando siempre de qué lado están el micrófono y las cámaras prendidos. Habla lo necesario y pondera siempre a sus muchachos.

Se quita de encima los reflectores con humildad y los coloca sobre los jugadores, los protagonistas, pero se sabe que no hay exitosa puesta en escena sin un buen director detrás, y es el caso de Mandy. Se emociona como todos y asume la responsabilidad como pocos.  

Sabe que Cuba no sale de favorito en la semifinal, sea cual sea el adversario; y menos en la discusión del título si accede a ella. Pero trata de que sus jugadores salgan al campo sin presión, a divertirse, aunque en Miami quizá no sea tan fácil por mezquinas conductas antideportivas que se auguran en las gradas y áreas aledañas al estadio de los Marlins de Florida.

Pero el Team Asere tiene en aquel equipo de 2006 brújula e inspiración. Van, como aquella generación, a tumbar a Goliat ante los ojos atónitos de quienes le anunciaron una muerte prematura.

Nadie más pudo llegar a una semifinal hasta ahora ellos con una síntesis de lo mejor que juega en Cuba y Japón, ligas invernales y algunos de MLB, que no son todos los buenos que brillan bajo la Gran Carpa, pero sí quienes aceptaron la propuesta.

Seguro que en próximas convocatorias serán más y hasta algunos que no tomaron esta vez la llamada lo harán, porque vestir el traje de las cuatro letras es un lujo en una época en que hay pocos campeonatos de selecciones.

POSIBLE RIVAL, UN HUESO

De entre Venezuela y Estados Unidos saldrá el retador de Cuba. Los primeros terminaron invictos en el grupo de la muerte y eso ya es un aval para aspirar a la corona incluso. Derrotaron a Republica Dominicana, candidato por nómina al título, pero eliminado en el campo de juego; y a Puerto Rico, segundo en 2013 y 2017, que ahora tomó el segundo pasaje para los cuartos de final.

Los anfitriones llevaron una plantilla cuajada de estrellas al bate, liderada por el fenomenal Mike Trout, pero sin igual abolengo en el roster de lanzadores. Ya han sufrido y se avecinan vendavales. No todo debe depender del madero, cuando se ha visto que no todas las luminarias están en su estado de forma ideal.

Se han enfrentado cuatro veces con dos éxitos para cada uno y este se augura un duelo de mucha rivalidad, aunque los venezolanos se han visto más compactos sobre el terreno y con pretensiones de lograr lo que nunca antes: ganar un Clásico. Su menor lugar fue bronce 2009 y para superar esa actuación deberán desbancar al monarca vigente.

En la otra semifinal, Puerto Rico y México se batirán para decidir el contrincante de los samuráis. Se prevé también un partido tenso, pero no creo que el ganador pueda con los japoneses en la semifinal.

El domingo se paralizarán las comunidades cubanas donde quiera que vivan. El Team Asere saldrá a la grama del LoanDeport Park, de Miami, a regalarle a la afición su mejor béisbol. Y eso siempre conquista aplausos.  

 


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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