El cubano Raidel Martínez, de las mejores piezas del bullpen de Dragones de Chunichi en la Liga Central de NBP, va firmando otra temporada de lujo, luego de que en la pasada fuera el líder en juegos salvados y trabajara para efectividad por debajo de uno.
Este es su sexto año en el circuito profesional de más alcurnia en Japón, considerado por muchos como el segundo mejor béisbol del mundo, y el pinareño se ha consagrado entre los grandes del bullpen, no solo en su club, sino en toda la justa. Ya rebasó los cien rescates en su carrera por aquellos lares (102).
Raidel suma once juegos salvados y comparte el liderazgo en la Liga Central con dos taponeros japoneses, y en 14 innings todavía no le han anotado carreras limpias; también ha aguantado dos partidos, 21 rivales se han ponchado antes sus picheos y solo ha entregado un boleto. Su WHIP es igualmente impresionante: 0.71.
La proyección es a registrar números que lo sigan ubicando en el top del ranking de los taponeros en Japón. Consulte además:
En la campaña de 2022, Martínez salvó 39 juegos con una efectividad de 0.97 en 55.2 entradas trabajadas, ponchó a 62 y caminó a 12. Con esa cantidad de rescates encabezó el escalafón de los taponeros en ambas ligas y se quedó a siete salvados del récord del circuito Central.
Pasó a la historia como el primer cubano que lidera el ranking de juegos salvados y el tercer pícher nacido en Latinoamérica desde 1955, según los abundantes archivos del sitio web beisboljapones.cu.
En 2018, el de su debut en el primer nivel de NPB, el muchacho de 25 años de edad no aportó ningún rescate a los Dragones, pero a partir de la temporada siguiente comenzó a ser empleado en esa función y sus entregas han sido sostenidamente mayores de año en año.
En 2019 fueron 19 los juegos salvados, 21 en 2020 y en la siguiente zafra puso el cerrojo a 23 partidos. Sus ponches también han aumentado de manera sostenida y en sentido contrario van las bases por bolas.
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Reúne las virtudes ideales para un cerrador: velocidad supersónica, picheos secundarios de calidad, comando, control tanto de sus envíos como emocional, y especialmente disposición para el aprendizaje constante y los entrenamientos.
De él habla elogios el profesor José Manuel Cortina, a quien le pide asesoría durante los «períodos muertos» de la NPB.
Con Cortina se reúne en el estadio Capitán San Luis de la ciudad de Pinar del Río y sigue siendo el mismo alumno que bebe al máximo los consejos del maestro, con la misma humildad con que ha ido consagrándose como jugador de béisbol.
Raidel Martínez es otro de los talentos nacidos en el Vueltabajo cubano, donde surgen con marca de calidad mundial tabaco y jugadores de béisbol. Si aquel arde con un aroma sin igual; estos, si son pícheres, tumban rivales con envíos de humo.
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