¿Quién será el abanderado de Cuba?

Es una suerte que en el deporte existan tantos aficionados intrépidos, que además de observar las competencias, y de mantenerse al día con las noticias, pues también analicen, sugieran… Uno de ellos es el autor intelectual de este trabajo (o como explicaremos más adelante de dos), relacionado con los Juegos Olímpicos de Río 2016, ya del 5 al 21 de agosto.

La “bomba”, perdonen la exageración, la lanzó hace unas semanas en uno de dos programas televisivos consecutivos, de la Mesa Redonda, que se acercaron a ese tema, lo cual fue reflejado entonces aquí en Cubahora. Un poco de forma sorpresiva, al menos para mí, el aficionado soltó al aire… “Me parece que el abanderado de la delegación cubana debe ser el gimnasta Manrique Larduet”. Y cuando lo dijo seguro nos puso a pensar.

Quiero jugar limpio desde el principio con los lectores: tengo otra opinión (la cual, como es lógico, explicaré más adelante). Pero me quito ya el sombrero ante el hecho de que en tan poco tiempo Larduet haya alcanzado tal jerarquía, fruto de un sacrificio que le ha permitido ver los frutos. Ah… ¡se espera mucho más!

No vamos a ir demasiado lejos…

Algo que no es nada fácil: Estuvo entre los 10 atletas cubanos del año 2014.La razón que lo impulsó es la siguiente: los gimnastas de nuestro país se habían marchado sin medallas de oro de los Juegos Centroamericanos de Cartagena 2006. Pero (tras no haberse enviado delegación deportiva a los de San Salvador 2010) se apareció, lleno de talento y deseos, en los de Veracruz 2014. Y allí alcanzó siete preseas (dos de oro-cuatro de plata-una de bronce, esta por equipos).

En 2015 subió la parada y compartió la distinción de mejor atleta del año en el deporte cubano, junto al boxeador Julio César La Cruz. Se empinó tanto que en el Campeonato Mundial de Glasgow (Escocia) conquistó la medalla de plata como Máximo Acumulador, lo cual todavía no le garantizaba pasaje para Río 2016. Lo consiguió gracias a su bronce en barra fija. Nunca un cubano había ganado dos preseas en citas del orbe.

No fue todo lo obtenido por Manrique en 2015: antes logró una de oro, dos de plata, y una de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto.

¿Y en lo que va de 2016? Medalla de plata en barras paralelas en la Copa del Mundo de Doha (Catar). Y también en el Campeonato Mundial, en Ojisek (Croacia). No fue todo: allí inscribió su nombre en el Código de Puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia, gracias al aporte de un nuevo elemento, un doble mortal frontal con giro completo. El aporte ha sido bautizado como “El Larduet”.

HORA DE OPINAR

Pero… mi candidato para ser el abanderado, y voto con las dos manos, es el luchador Mijaín López (división de los 130 kilogramos-estilo grecorromano), campeón olímpico tanto en Beijing 2008 como en Londres 2012, y muy fuerte candidato a serlo también ahora en Río 2016.

Lo voy a argumentar, sin orden de importancia con cuatro elementos.

PRIMERO: El honor de ser el abanderado de la delegación puede traer, junto a la alegría de ese reconocimiento, una presión psicológica adicional que lleve a competir mal. Manrique es joven (19 año de edad), y tendrá unos Juegos Olímpicos que le van a resultar muy difíciles. ¿Es necesario añadirle esa presión? ¿No es mejor dejarlo que se encuentre lo más relajado posible..? Me parece que ya tendrá en el futuro otras posibilidades.

DOS: Hablando de presiones. Ya sabemos que Mijaín fue el abanderado en Beijing 2008 y en Londres 2012. Y que en ambas ocasiones regresó a casa con la medalla de oro al cuello.

TRES: El historial del luchador, los méritos logrados hasta hoy, es mucho más sólido. No hablamos solo de las dos coronas en Juegos Olímpicos. Hay que mencionar también sus cinco medallas de oro en campeonatos mundiales (Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, Moscú 2010, Tashkent 2014) y tres de plata (Guangzhou 2006, Estambul 2011, Las Vegas 2015).

CUATRO: Mijaín López podría convertirse así en el tercer cubano que en tres oportunidades llevó la enseña nacional en Juegos Olímpicos, pues antes lo hicieron el esgrimista Ramón Fonst (París 1900, San Luis 1904, París 1924) y el boxeador Teófilo Stevenson (Munich 1972, Montreal 1976, Moscú 1980).

Pero, ¡qué bueno!, no serían Manrique Larduet y Mijaín López los únicos candidatos a ser el abanderado de la delegación cubana en Río 2016. No se olvidan nombres como los de la yudoca Idalys Ortiz, la garrochista Yarisley Silva, el triplista Pedro Pablo Pichardo, la discóbola Denia Caballero, el también yudoca Asley González, el taekwondista Rafael Alba…, entre otros.

Es alentador, por supuesto, tener varios deportistas que muy bien se merecerían tal honor. Cuando escribimos ahora deseamos que el haberlos mencionado (el hecho de ser candidatos), constituya de por si un reconocimiento a ellos enviado desde Cubahora.

Queda listo ahora el terreno para completar desde otro ángulo este acercamiento. Y lo haremos con un trabajo que nos obligará a montarnos en la máquina del tiempo: ¿Quiénes han sido los abanderados de Cuba en Juegos Olímpicos? Volveremos…