Ha concluido una subserie que pareció un ajiaco beisbolero. Pasó de todo un poco. El más beneficiado fue Matanzas, equipo al que algunos le dicen ya MataGrandes, porque suma en su nómina tres jugadores que pasaron por las Grandes Ligas.
El tema da para otro comentario, porque las gestiones del mentor de los Cocodrilos, Armando Ferrer, comienzan a generar polémica en las redes sociales digitales. Algunos piden regulaciones y otros ven con buenos ojos que siga así.
La llegada de Dariel Álvarez a predios matanceros fortalece, aún más, una plantilla que desde la pretemporada ganó etiqueta de favorito para discutir la segunda edición de la Liga Élite del Béisbol Cubano, aunque sigo diciendo que ese apellido le queda grande, por ahora, al torneo.
Álvarez quiso jugar la postemporada de la Serie Nacional con sus Toros de Camagüey, equipo con el cual participó en seis campeonatos, pero por unas horas de retraso en la solicitud le dijeron que NO y tuvo que ver los partidos desde las gradas. Pienso que debieron haber hecho la excepción.
Ahora el exjugador de los Orioles de Baltimore se monta en el tren de la pelota cubana, al que también se incorporó para esta justa el avileño Rusney Castillo y antes lo había hecho Erisbel Arruebarrena. De cuatro MLB que han regresado, tres han ido a emplantillarse al mismo equipo, el otro fue Yasmani Tomás con Industriales.
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Matanzas completó la barrida ante los Leones, extendió a ocho la racha ganadora y suma nueve éxitos en sus últimos diez juegos. Están en estado de gracia y camino a la clasificación que depara mucha rivalidad para los 16 partidos restantes al calendario regular.
Entre lunes y martes, Yurisbel Gracial sacudió tres palos de vuelta entera y la revelación José Armando Noroña ha sonado cinco jonrones para escoltar al tunero Rafael Viñales en el ranking de los máximos productores de palos de vuelta entera en la LEBC.
Sancti Spíritus logró salir de una maña racha, tras seis derrotas al hilo emparejó la subserie con Las Tunas en los dos choques conclusivos y se ubica segundo en el ordenamiento a dos rayas de los Cocodrilos, pero con un trío soplándole en la nuca.
Industriales, Artemisa y Las Tunas comparten los puestos del tres al cinco con igual saldo de 12-12, solo Santiago de Cuba está descolgado del pelotón con 8-12 y el cubo de agua fría caído al serle confiscado el último juego puede influir en su permanencia en la retaguardia.
Las Avispas fueron de lo sublime a lo ridículo. El domingo levantaron un marcador 0-10 y a pesar de cometer ¡NUEVE ERRORES! se impusieron a Artemisa, pero el martes (más bien madrugada del miércoles) entregaron un éxito de terreno por mala gestión en la oficina.
Resulta que utilizaron al lanzador Yoendris Montero en ese partido cuando estaba inhabilitado por reglamento después de par de trabajos seguidos sábado y domingo en los cuales sumó 50 picheos que lo obligaban a tomar dos días de asueto.
El cuerpo técnico no se percató y lo envió al box, pero del otro lado sí estaban al tanto de la situación y reclamaron. Resultado: prosperó la revisión y el que hubiera sido el tercer triunfo seguido de las Avispas terminó siendo una derrota de las que sicológicamente dejan un saldo muy negativo.
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Los números colectivos se mantienen en foco rojo: nada de élite, más bien de sótano. La defensa es la más resentida con un promedio de .963 que tampoco dice todo, pues siguen los errores tácticos y en la ejecución de lo fundamentos de juego.
La efectividad de los lanzadores registra más de cuatro carreras y media por partido y embasan cerca de tres corredores cada dos innings, lo que deja claro que no trabajan con tranquilidad casi nunca, aunque hay excepciones.
El bateo, como de costumbre dentro de la isla, desbordado (ojalá afuera se comportara igual), aunque la producción de jonrones es baja, apenas 71.
Entre las individualidades el artemiseño Ronmy Proenza acapara reflectores con su madero. Exhibe la mejor línea ofensiva de la liga (AVE/OBP/SLU/OPS): .400/.552/.640/1192.
Quedan 16 juegos para concluir el calendario y salvo Santiago de Cuba, que solo se salva con una reacción casi perfecta y casi imposible, y Matanzas, que luce en mejores condiciones, los demás tendrán que quemar sus naves para clasificarse a los playoffs de enero.
Las Tunas, Artemisa, Sancti Spíritus e Industriales se juegan tres tiques y técnicamente están abrazados entre ellos, aunque los Gallos dispongan de un triunfo más. Cada partido cuenta.
Van quedando lecciones para el futuro inmediato. La situación de la Liga Élite no es de formato ni de nombre de equipos ni de representatividad. Vamos por dos ediciones distintas y no hay mejoría.
Toca evaluar asuntos de más envergadura, que pasan por la gestión del torneo con fórmulas que proporcionen recursos para apuntalar el espectáculo y la calidad del producto béisbol cubano.
Resultados de la pasada subserie:
MTZ-IND (13-3, 11-3, 9-3, 7-6)
LTU-SSP (7-2, 15-4, 0-10, 3-4)
ART-SCU (5-4, 12-13, 4-9, 9-0 por confiscación)
Próximas subseries: ART-IND, LTU-MTZ y SSP-SCU
Ojo al dato: El matancero Yurisbel Gracial se colocó a tres jonrones de ingresar en el club de los 100. Será el jugador 143 que sacuda un centenar de bambinazos como mínimo, listado encabezado por el histórico Tambor Mayor, Orestes Kindelán (487) y donde otro defensor de Matanzas, Lázaro Junco, ocupa el segundo puesto con 405 palos de vuelta entera, uno más que el Niño Omar Linares, únicos con 400 cuadrangulares en los campeonatos cubanos, según los números de Benigno Daquinta.
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