Luchadores con el pie derecho (+Video)

Las luchas cubanas le entraron al recién estrenado año con el pie derecho, por utilizar una frase popular que habla de resultados exitosos y hasta de la buena suerte. Y eso es importantísimo siempre, y más en un 2023 que podría resultar muy complicado. Bueno, de eso escribiremos hoy un poco más adelante…

El resorte liberado que nos llevó ahora frente a la computadora es algo de veras relevante: los destacados luchadores cubanos del estilo grecorromano Luis Alberto Orta y Oscar Pino subieron a lo más alto del podio en el Grand Prix de Niza (Francia).

Vamos a empezar de forma textual con los detalles, publicados minutos antes en Jit, el sitio oficial de nuestro organismo deportivo, los cuales nos llegaron a través de un atento mensaje vía WhatsApp, enviado por el federativo Martín Torres Peguero.

LO DE ORTA

El habanero Orta (67 kilogramos) derrotó en la final al francés Tigran Galustyan, en un pleito que concluyó con empate a dos puntos en el primer periodo, pero en el segundo el antillano consiguió cinco unidades, para llevarse un triunfo de 7-2, en combate que fue detenido por una lesión del gladiador local cuando restaban dos minutos de competencia.

Galustyan había derrotado en cuartos de final  al subcampeón olímpico de Tokio, el ucraniano Parvis Nasibov, se indica también en la nota que nos envío el presidente de la federación cubana de luchas, y comisionado nacional de este deporte.

Para llegar a la final el capitalino consiguió victorias por puntos ante el suizo Michael Portman y el francés Stefan Clement, y por superioridad técnica sobre el lituano Adomas Grigaliunas (11-0).

LO DE PINO

Por su parte, el espigado Pino ganó la corona de los 130 sin aceptar un solo punto en contra de los tres contrarios que tuvo en esta importante competencia.

Para acceder a la final, el habanero derrotó en cuartos de final al griego Nikolaos y en semifinales al polaco Dominik Tomasz, en ambos casos por superioridad técnica (9-0),y en la final superó 5-0 al alemán Franz Richter, refleja la nota del muy activo colega Rodolfo Durán, la cual nos impulsa a teclear un poco más...

ENTRETELONES

Un nuevo primer apunte imprescindible: se debe recordar que Orta se convirtió en campeón de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (aplazados debido a la pandemia del covid para 2021) compitiendo en la división de los 60 kilogramos.

No le era fácil ya mantenerse en ella, y por eso incursionó, a modo experimental, en la no olímpica de 63, en los más recientes Campeonatos Mundiales, celebrados en Belgrado, Serbia, del 10 al 18 de septiembre pasados.

Esa vez, aunque no debemos olvidar que la delegación cubana no llegó bien preparada, por diversos motivos de los cuales ya escribimos con anticipación antes en Cubahora ¿El parche antes de que salga el grano?, no pudo subir al podio.

“La competencia está fuerte, como siempre son los mundiales. Orta compitió excelente y a mi juicio fue perjudicado por los árbitros en la pelea que no perdió. De todas formas se está viendo que nos falta relacionarnos más con otro tipo de lucha más fuerte como la europea”, nos dijo entonces Torres.

Quiere decir todo lo anterior que ahora el resultado de Orta lo vuelve más condimentado el haberlo conseguido ya en una división olímpica, en la cual es de esperar se presente ya en la cita de París 2024 (¡sí, los juegos ya son el año próximo!).

POR SUPUESTO

No resulta nada sorprendente lo de Pino. Se conoce que ha aprovechado muy bien incluso las oportunidades de asistir a Campeonatos Mundiales, cuando por razones estratégicas no lo  ha hecho nuestro casi invencible y legendario Mijaín López, único luchador en el masculino con cuatro medallas de oro en Juegos Olímpicos: Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020. ¡Y no ha declinado a competir en los de París 2024!

Bueno… ¿recordamos las medallas de Pino en Campeonatos Mundiales? Bronce en París 2017 y Budapest 2018, plata en Nursultán 2019.

Y una pregunta pendiente:

¿Por qué escribimos, al inicio, lo de “un 2023 que podría resultar muy complicado”?

La respuesta:

En un año atípico tendremos algo que solo ha ocurrido una vez (en 1959), en este caso por los atrasos que trajo la covid: Juegos Centroamericanos y del Caribe (en San Salvador) y Juegos Panamericanos (en Santiago de Chile).

Y en ellos las luchas, una verdad de Perogrullo, debe ser en contiendas muy difíciles para mantener los resultados de antaño logrados por Cuba, uno de los deportes que más contribuyan en nuestra tabla de medallas…