Bremen.- Los voleibolistas cubanos, llegados la noche del martes a esta ciudad del norte de Alemania, intentarán el venidero fin de semana cambiar el curso de su actuación en la XXIV Liga Mundial, en la que exhiben hasta ahora cuatro derrotas y ningún punto en la tabla de posiciones del grupo B.
Si batir a Serbia e Italia resultó imposible en las semanas anteriores, la serie frente a los teutones se presenta igualmente fuerte, pues se trata de un equipo con cierta renovación, pero integrado por hombres que participan en las ligas principales de Europa.
Triunfar el sábado resulta para el equipo dirigido por Orlando Samuels una cuestión de honor, pues de lo contrario habrán impuesto un récord negativo para Cuba en estos eventos: el peor arranque de la historia (0-5), superando el 0-4 que comparten desde el pasado domingo con el plantel que en el año 2002 perdió en línea ante Rusia y Holanda.
Salir del mal momento significará, además, quitar un poco de presión a los principales jugadores del conjunto, necesitados de confianza para realizar sobre el mondoflex todo lo ensayado en los duros entrenamientos de los últimos ocho meses.
Asimismo impondrá optimismo de cara a otro objetivo medular del grupo en la presente situación: luchar por el tercer lugar de la llave, un escalón que le permitiría –quizás- escapar de la fase de repechaje de la venidera edición liguera.
En las últimas horas lo más importante para el conjunto han sido las reflexiones grupales y los encuentros de la dirección con atletas claves, sin cuyos aportes será imposible hallar la senda del triunfo. La respuesta ha sido positiva y la meta de jugar mejor es compartida por todos.
LAS ESTADÍSTICAS HABLAN…
Aunque el voleibol, como todos los deportes colectivos, se basa en una lógica de sistema, en la que se triunfa si cada eslabón hace lo suyo, analizar los rendimientos individuales sirve para identificar fortalezas y debilidades en el engranaje.
Una de las causas de las derrotas cubanas radica en las deficiencias del ataque por las esquinas de la red y en penetración por zona seis. De los cuatro hombres encargados de esa tarea solo uno –Abraham Alfonso- llega al 50 % de efectividad, dígito a partir del cual se considera positivo ese accionar.
Los restantes han actuado por debajo de la media del evento (48,27). El opuesto Yordan Bisset anda por 45,05 % y los auxiliares Rolando Cepeda y Lázaro Fundora por 43,59 y 43,94, respectivamente.
Lo peor, sin embargo, es la elevada cifra de faltas cometidas por este cuarteto, ascendente a 72 hasta el momento, lo que se traduce en más de cinco por set como promedio.
Los centrales viven el mejor momento en este renglón: Isbel Mesa (62,8 %), Danger Quintana (58,3) y David Fiel (56,3). Apenas han incurrido en 12 errores y les defendieron 15 remates solamente, por 136 a sus compañeros.
El bloqueo ha sido otro talón de Aquiles para el equipo, pues solo Isbel muestra un rendimiento adecuado (0,71 por set, 7-14) que lo ubica séptimo entre los mejores del certamen. Sus compañeros no han podido acompañarlo en esta tarea y el indicador del equipo habla por si solo: 2,57 por set, demasiado bajo.
El servicio de los nuestros no ha podido marcar los puntos necesarios de modo directo (11) ni afectar sobremanera la recepción de los rivales. Ha llamado la atención, en verdad, por ser errático. Y un número lo dice casi todo: 47 balones contra la net o más allá de las líneas, casi dos sets regalados.
El pase tampoco logra la estabilidad y calidad demandada. El capitán Lian Sem Estrada consigue 4,21 acomodos excelentes por set, mientras que Leandro Macías no supera aún la unidad (0,86). Ello está relacionado, debe aclararse, con los fatídicos dividendos del ataque.
Los receptores muestran dos polos opuestos: el líbero Keibel Gutiérrez (54,54 %) y Cepeda (50,76) cumplen su papel hasta el momento, pero Lázaro Fundora (43,1) y Abraham (31,25) dejan bastante que desear.
Finalmente, en el acápite de errores no forzados, esos que significan regalos para el oponente, los nuestros tienen otro reto por delante: rebajar el indicador de 6,86 por set que exhiben ahora mismo.
LA PREDICCIÓN DE SAMUELS
En la conferencia de prensa previa al match ante Serbia, en La Habana, el DT cubano Orlando Samuels expresó dos ideas que removieron los corazones de miles de aficionados en toda la isla: “Ya no es lo mismo que antes” y “trataremos de obtener alguna victoria en la Liga”.
La vida le ha dado la razón, al menos, en lo que va de competencia. Su actual elenco dista sobremanera de aquellos que entre los años 2009 y 2012 llegaron siempre a las fases finales de la Liga, y del conglomerado que en el 2010 sorprendió a medio mundo con la medalla de plata mundial.
La inestabilidad en el accionar, un alto grado de errores, la carencia de un líder y la falta de aquel espíritu de victoria han marcado las presentaciones de la selección nacional hasta el presente.
“Este es un grupo disciplinado, cumplidor en los entrenamientos, pero que desafortunadamente no está en el nivel mundial ahora mismo”, ha dicho el timonel antillano en las últimas horas.
Cabe recordar que el voleibol cubano ha perdido infinidad de figuras en los últimos 12 años, pero en el último cuatrienio –cuando logró renacer la selección- causaron bajas Robertlandy Simón, Joandy Leal, Raydel Hierrezuelo, Maikel Sánchez, Osmany Camejo, Fernando Hernández, Yoandri Díaz y Wilfredo León, entre otros.
Esa situación, seguramente insuperable también para países con mayor desarrollo que el nuestro, ha obligado a colocar como titulares a talentos todavía en formación y sin la cantidad de partidos internacionales que requiere este nivel.
No obstante, Samuels y su equipo de dirección continúan trabajando día a día en el gimnasio y sobre la cancha. Dialogan con sus discípulos, proyectan videos de los mejores rivales, provocan debates entre sus alumnos y asumen la derrota como un momento del que saldrán en algún instante.
Esa conducta es favorable, pues volver al camino del triunfo pasa por jugar bien y poseer una mentalidad ganadora. Sin embargo, de nada servirá elevar a estelares a estos jóvenes si luego dicen adiós y condenan otra vez al equipo y su afición.
Enmendar el camino exige que la dirección técnica haga lo que toca dentro del trazado, y que en otras instancias se tomen las decisiones que pongan fin al éxodo de jugadores y devuelvan el sosiego al voleibol cubano.
La gloria, sin duda, regresara antes de lo que muchos podamos imaginar.
daniel
24/6/13 19:43
la federacion cubana deveria pensar seriamente la posibilidad de enviar a sus voleibolistas, que en definitiva no juegan ningun evento en cuba, a ligas extrangeras y ¿por qué no? de reagrupar a esas figuras cmo simon, leal, leon, dias, hierresuelo y maikel sanchez que por una u otra razon causaron baja de la seleccion.
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