Intentaré ser lo más categórico y transparente posible con mi vaticinio: Leñadores de Las Tunas, reforzado hasta los tuétanos con un (casi) equipo nacional, no puede regresar a la Isla con otro trofeo que no sea el de ganador de la edición 61 de la Serie del Caribe de Béisbol, que comenzó a disputarse este lunes, en el estadio Nacional Rod Carew, de Ciudad Panamá.
La afición cubana lleva tiempo esperando un logro de sus beisbolistas en eventos internacionales. Y si de ello versa el tema, debemos remitirnos al último, que casualmente llegó en la Serie del Caribe de 2015, la cual se disputó en el Estadio Hiram Bithorn, de San Juan, Puerto Rico, y en la que se impusieron los Vegueros de Pinar del Río, bajo la égida del avezado manager Alfonso Urquiola.
De esa fecha en adelante, no hemos alzado otro cetro en ninguna de las categorías que acoge la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol. Entonces, con la venia de Jennifer López, ¿el trofeo pa’cuándo?
Creo que este podría ser algo así como “el ahora o nunca” del mentor Pablo Civil para imitar a Urquiola. Y realmente, viendo a Leñadores y rivales de turno, tanto en su grupo A como en la llave B, no veo otra posibilidad: Civil y su grupo están en condiciones de apalear a cualquier oponente, con toda y la cacareada presencia de jugadores de MLB en sus nóminas.
Vale citar que, al posponerse la disputa de esta Serie del Caribe 2019 –se le fue quitada la sede a Barquisimeto y se le entregó a Ciudad Panamá-, se corrieron los días de su realización, lo cual motivó que una gran cantidad de jugadores de la MLB estadounidense, se quedaran fuera del festín ya que deben incluirse en los entrenamientos de sus respectivos conjuntos. Y sin dudas, eso debilita sobremanera las nóminas de los equipos participantes, de lo cual Cuba debe sacar el esperado provecho.
Entonces, ¿quién será el principal rival de los Leñadores?, se preguntarán ustedes. Pues yo les doy el mío: los lanzamientos por encima de las 90 millas, que muy poco ven los bateadores cubanos en la Serie Nacional.
Conocedores de este hándicap, Civil y sus estrategas entrenaron a sus hombres de fuerza madero en ristre– léase Alfredo Despaigne, Frederich Cepeda, Alexander Ayala y Yordanis Samón, entre otros-, en la caja de bateo del estadio Latinoamericano, frente a dos de los lanzadores más veloces de la Isla: los pinareños Raidel Martínez y Liván Moinelo, quienes intervinieron en la Liga Profesional de Japón.
Los tuneros deberán acoplarse a una velocidad de pitcheo poco vista en nuestras series nacionales (Foto: Jit)
Con muy buen tino –no existe en el Latinoamericano una máquina para entrenar lanzamientos de velocidad-, este dúo les envío pelotas a esos sluggers desde los nueve pasos, tratando de buscar alguna semejanza con lo que verán a partir de este martes, cuando la poderosa tanda cubana debute contra Charros de Jalisco, equipo de poca monta y al cual tanto Cuba como Cardenales de Lara, de Venezuela, le deben ganar los dos partidos por cualquier vía.
Recuérdese que en la Serie 2019, por primera vez, hay seis equipos divididos en dos grupos. En el A aparecen Leñadores de Cuba, Cardenales de Lara (VEN) y Charros de Jalisco (MÉX), mientras que en el B se sitúan Estrellas Orientales (República Dominicana), Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) y Toros de Herrera (Panamá). Y según se dictaminó, cada club jugará dos veces frente a sus respectivos rivales, en la fase de grupos. Los líderes de cada zona, discutirán la gran final el venidero domingo.
El lanzador estadounidense Will Oliver es la opción de los Charros de Jalisco para enfrentar la artillería de los Leñadores. Oliver, nacido en Newport Beach, California, tiene 32 años, mide 6 pies y 2 pulgadas y pesa 185 libras. Ha jugado en ligas menores del béisbol estadounidense bajo las franquicias de los Mantarrayas de Tampa Bay y los Yanquis de Nueva York. El diestro concursa por segunda vez en la Liga Mexicana de Béisbol, pues en 2016 jugó para los Broncos de Reynosa. Y su perfil reporta lanzamientos por encima de las 90 millas.
La alineación de los Leñadores carece de bateadores zurdos para enfrentar al derecho Oliver. Por eso, no deben faltar en la alineación cubana los siniestros Jorge Yhonson (jardinero) y el veterano Frederich Cepeda (designado o jardinero). Solo hay que ver, primero, si Civil abre con Cepeda y mete en el banco a Danel Castro, pues ambos solo fungirían como bateadores designados.
Yamila
5/2/19 8:07
Este es el año del TROFEO los leñadores con sus refuerzos traeran el tan añorado trofeo, este es un gran equipo con una excelente direccion y muy experimentados tecnicos en fin preparemonos para el triunfo al menos ese es mi deseo y pienso que el de todos los cubanos.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.