Ahí vienen ya doblando la esquina los Juegos Olímpicos de Río 2016 (5 al 21 de agosto). Y entonces con el paso de las horas se van calentando los temas de interés, las especulaciones, los pronósticos. Es inevitable ante esa cercanía refrescar uno de los puntos más interesantes sobre la participación allí de los cubanos.
Vamos aterrizando ya sin demora: las luchas (para usar el término de la unión internacional) es el único deporte en el que los cubanos han podido ganar al menos una medalla de oro en todos los Juegos Olímpicos efectuados desde los de Barcelona 1992.
Una racha así, tan impresionante, tan al parecer tocada por una varita mágica, acapara atención.
¿Se podrá mantener esa cadena?
La verdad, sin olvidar lo fuerte que deberá ser la contienda, es que existirán posibilidades muy reales de ello sobre los colchones.
“Esperamos en general unas tres o cuatro medallas”, dijo Luis de la Portilla, comisionado nacional.
Y Gustavo Rollé, considerado el padre de las luchas cubanas, comentó:
“Creo que se puede mantener la cadena. La mayor opción, por supuesto, es Mijaín López, quien irá por su tercera corona olímpica. Pero también tenemos otros representantes con posibilidades”.
RAZONES PARA CONFIAR
Se impone volver sacar a relucir algunos elementos relacionados con Mijaín López, quien, como se sabe, compite en el estilo grecorromano, en el cual los agarres solo se permiten por encima de la cintura.
Va a ser de nuevo, a nuestro modo de ver con toda justicia, el abanderado de Cuba en la inauguración, como lo fue antes en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012.
¿Hace falta recordar que regresó de ellos a casa con las medallas de oro?
¡O que lo hizo de forma categórica!
Ahora dijo hace pocas horas:
“Estoy listo y confiado”.
Como ha demostrado ya en dos citas de los cinco aros, y en campeonatos mundiales, que no es hombre que se presione psicológicamente podemos escribir una idea adicional: nos parece en general nuestro deportista más seguro para poder lograr subir al punto más alto del podio. No lo decimos nosotros, sino la historia…
Hay también un importantísimo elemento adicional. En Beijing y en Londres se impuso en la división máxima, que entonces en su estilo era la de los 120 kilogramos. Y ahora, tras una modificación, es la de los 130.
“En ella claro que me siento más cómodo. Mi mayor rival siempre ha sido hacer el peso corporal”, me dijo una vez.
NO SE OLVIDA QUE…
Ni siquiera pesa demasiado en la balanza de los pronósticos un desliz que tuvo el año pasado en los Campeonatos Mundiales, celebrados del 7 al 12 de septiembre en Las Vegas, Estados Unidos. Allí perdió por segunda vez contra el turco Riza Kayaalp, quien lo había vencido en casa en los de Estambul 2011. “No me gana más”, me aseguró entonces con la seguridad de siempre. Y aunque no pudo cumplirlo… ¡confío en él! Fue un combate muy cerrado, casi sin acción. Y no lo olvidemos: en los dos últimos Juegos Olímpicos ha sido letal ante dos contrarios que habían tenido la osadía de derrotarlo…
Uno de ellos es el destacado ruso Khassan Baroev, quien le aguó la fiesta en el mundial de Guangzhou 2006. “Ha sido el rival más difícil de mi carrera”, nos dijo Mijaín, quien disfrutó un primer desquite en el de Bakú 2007. Y un segundo cuando se vieron las caras de nuevo en la muy esperada final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. El pinareño lo atrapó por la cintura como si fuera un ligero maniquí, y no un hombre de 120 kilogramos, y… ¡acabó con sus sueños de volver a ser campeón como en Atenas 2004!
El otro rival ya fue mencionado un poco antes: Riza Kayaalp, quien, como ya señalamos, se salió con la suya como local en Estambul 2011. Se midieron en semifinales en Londres 2012. Y el triunfo del cubano fue muy claro. En realidad tan claro que me hizo recordar aquella frase aunque no haya sido así: “No me gana más”.
UN PRONÓSTICO
Pudiera haber muchas preguntas…
¿Habrá en Río 2016 otro combate entre Kayaalp y Mijaín?
Dejando a un lado el chovinismo, si voy a correr el riesgo de equivocarme en un pronóstico lo haré a favor del nuestro.
¿Y los otros luchadores cubanos?
Ello quedó pendiente para la segunda parte de este trabajo. Hoy nos pareció periodístico concentramos solo… ¡en el gran Mijaín!
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