La destreza del matancero Juan Querol sobre el parqué de balonmano fue considerada de excelencia por los adversarios de todos los niveles competitivos. Y entonces, por esas categóricas exposiciones recibió el mote de “El Mago”. El oriundo del municipio de Martí, comenzó su andar en el deporte de porterías en 1974. Luego integró la selección nacional y hasta su retiro del deporte activo intervino en más de 250 encuentros. Sin embargo, nunca estuvo en Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe (JCC), porque esa especialidad no conformaba el programa de la justa multideportiva cuatrienal instaurada en 1926. Al concluir su etapa activa, la vida le ofreció la posibilidad de estar en el terreno, pero como directivo de la selección nacional.
Aquella experiencia fue desagradable, diametralmente opuesta a la disfrutada como jugador. Esperaba que sus alumnos dominaran el clásico de los JCC de 2006 escenificados en Cartagena de Indias, Colombia. Pero cayeron ante Puerto Rico en semifinales. “Antes del juego mis observaciones fueron breves. A ese rival lo habíamos vapuleado en la ronda preliminar. Pero desestimé el trabajo en equipo, muy importante en los deportes con pelota. Aún recuerdo el gol decisivo y lo considero bien estructurado. Aquel muchacho que anidó el balón en la portería también disfrutará del éxito si juega en Europa. Mientras, yo seguiré recordando la enseñanza de que el juego decisivo tiene un carácter especial y el adversario debe ser valorado con el mismo criterio”, confesó.
VAIVENES
De 1979 a 1998 las selecciones criollas de balonmano arrasaron en las ediciones de los Juegos Deportivos Panamericanos correspondientes a los distintos ciclos. Prevaleció entonces sobremanera la entrega de los jugadores, así como un adecuado fogueo. Esos factores, y otros, les propiciaron terminar en el octavo escaño del campeonato mundial de 1999, celebrado en la ciudad japonesa de Kumamoto.
Hoy la especialidad exhibe rendimientos distantes de aquellos que preocuparon a los analistas europeos y de otras latitudes. Pero no está totalmente quebrada. En 2017 el combinado de lujo del país concurrió al campeonato centroamericano que organizó la federación de República Dominicana, y accedió a la visa para los JCC, realizados del 19 de julio al 3 de agosto de 2018, en Barranquilla, Colombia. Antes, en el campeonato panamericano de México, la selección se adjudicó el trasbordo para el campeonato panamericano de Groenlandia, realizado en la última quincena de junio del actual año. Lamentablemente, los muchachos quedaron en casa y perdieron la opción de obtener una de las tres plazas para el venidero clásico universal.
La otra vía de nuestros paisanos para acceder a la élite son los Juegos Deportivos Panamericanos, lid que ocurrirá el próximo verano en Lima, Perú. El campeón de ese encuentro calificará para los XXXII Juegos Olímpicos de la era moderna, Tokio 2020.
El balonmano cubano está de nuevo en la cima de la subregión. Abandonó el tercer escaño obtenido en Veracruz, México, en 2014. En Barranquilla ganaron invictos, y con holgadas ventajas el máximo lauro de la fiesta que en 2022 organizará Panamá y tal vez reúna a más de ocho competidores en cada sexo. Acerca del quehacer de las representaciones cubanas en los eventos que restan en este cuatrienio, El Mago, ahora profesor de la EIDE yumurina Luis Turcios Lima, expresa: “En Colombia ganamos el título, porque de nuevo los seleccionados del área son inferiores. Sin embargo, para ir más lejos todavía requieren crecer como equipo; es decir, aumentar la madurez deportiva, que permite alcanzar fulminantes interrelaciones tácticas ofensivas y defensivas. Ese objetivo se logra con mayor frecuencia de entrenamientos antes de las citas internacionales. Resuelto ese obstáculo, volveremos al entorno mundialista en el ciclo 2020-2024”.
OJOS ABIERTOS
En la historia del deporte existen numerosos ejemplos sobre los seleccionados que, tras acceder a los grandes triunfos han permanecido un escaso lapso en el liderazgo, porque los integrantes de esos colectivos técnicos han descuidado trabajar intensamente, en cada sesión de entrenamiento, para disminuir la intensidad de los puntos flacos. Querol, el fornido moreno de 1.95 de talla, está identificado con la mencionada estrategia y apuntó: “Dudo que eso suceda en Cuba porque la mayoría de los técnicos conocemos de esas negativas experiencias. Además, tenemos en nuestras manos jugadores talentosos, con buen nivel técnico-táctico”.
El estratega descubrió: “Holguín fue la anfitriona del pasado torneo categoría juvenil. Fue muy emotivo. Ganó el equipo de La Habana seguido de Granma, Matanzas, Villa Clara, Artemisa y el anfitrión. Casi todos los entrenadores advertimos que, en el venidero ciclo, será muy rudo el encontronazo entre los balonmanistas nominados para la preselección nacional y los ya matriculados en el máximo nivel.
”En la Ciudad de los Parques también nos convencimos de la necesidad de incrementar, todavía más, el tiempo dedicado a la enseñanza de la técnica, no obstante las limitaciones para otorgárselo durante las jornadas de entrenamiento en la provincia. Esa filosofía de trabajo proporcionará a los jugadores las herramientas necesarias para solucionar, rápidamente, los problemas durante los juegos. En otros cuatrienios las Escuelas de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) posibilitaban esa labor y era menos traumático el tránsito de un escalón intermedio hacia el máximo”.
En julio pasado la Federación Cubana de Balonmano, en coordinación con la dirección jurídica del organismo deportivo (INDER), realizó contactos con el club español Logroño, de la Región de Arrioja, con la intención de iniciar un proyecto de colaboración e intercambio. A partir de ese momento se recibieron visitas de directivos técnicos del club en la persona del señor Jaime Luis González Gutiérrez. El visitante quedó impresionado, entre otros aspectos, con el desempeño de los muchachos. Tras las jornadas de intercambio se aprobó la contratación los jugadores Claudio Leandro Ramos Madrigal (La Habana), Frank Enrique Cordie Castillo (Granma) y Dariel García Rivera (Santiago de Cuba).
“Quizás esa institución, u otra del Viejo Continente, soliciten los servicios de otros. Esa vertiente de superación, junto a la que adquieran los que permanezcan en casa, concentrados en el Centro de Entrenamiento Cerro Pelado y sometidos a una frecuente ejercitación en eventos foráneos, asegurará la proyección de nuestra federación”, sentenció el técnico.
FIESTAS...
En 2019 los balonmanistas exhibirán sus habilidades en diferentes parqués del planeta. El XXVI Campeonato Mundial se efectuará, conjuntamente, en Alemania y Dinamarca, del 10 al 27 de enero. Veinticuatro selecciones de cinco confederaciones continentales competirán por el título, cuyo actual portador es el equipo de Francia, vencedor del Mundial de 2017.
Los inquilinos de los apartados son: A (Francia, Rusia, Alemania, Serbia, Brasil y Sudcorea). B (España, Croacia, Macedonia, Islandia, Bahréin y Japón). C (Dinamarca, Noruega, Austria, Túnez, Chile, Arabia Saudita). D (Suecia, Hungría, Catar, Argentina, Egipto, Angola). El XXIV clásico universal para damas se celebrará en Japón, del 30 de noviembre al 15 de diciembre del propio año. También comparecerán dos docenas de selecciones nacionales de cinco confederaciones continentales. Francia es el campeón defensor.
Tanto el Campeonato Panamericano como los Juegos Deportivos Panamericanos son los encuentros de América que conceden visas para las lides más jerárquicas de la especialidad. Para el evento continental (JDP) que acogerá la capital peruana del 24 de julio al 3 de agosto todavía no están clasificados todos los equipos. En el masculino ya están en el organigrama las selecciones de Perú, Brasil, Argentina, Cuba, Puerto Rico y México. En el femenino conforman el esquema Perú, Brasil, Argentina, República Dominicana, Puerto Rico y Cuba. En ambos casos faltan las definiciones entre Estados Unidos y Canadá, y el resultado del torneo de repechaje.
Si los mozalbetes acceden a la final de los JDP y en ese plató sudamericano relegan a las formaciones de Brasil o Argentina, habituales inquilinas de cotizado segmento, los observadores recordarán que la virtud de un elenco campeón no solo responde a los atributos técnicos, sino también a una respetada espiritualidad.
CLASIFICACIÓN DE LOS JUEGOS DEPORTIVOS PANAMERICANOS
Masculino. Indianápolis 1987 (1. Estados Unidos. 2. Cuba. 3. Brasil). La Habana 1991 (1. Cuba. 2. Brasil. 3. Estados Unidos). Mar del Plata 1995 (1. Cuba. 2. Brasil. 3. Argentina). Winnipeg 1999 (1. Cuba. 2. Brasil. 3. Argentina). Santo Domingo 2003 (1. República Dominicana. 2. Brasil. 3. Argentina.) Rio de Janeiro 2007. (1. Brasil. 2. Argentina. 3. Cuba.) Guadalajara 2011 (1. Argentina. 2. Brasil. 3. Chile) Toronto 2015 (1. Brasil. 2. Argentina. 3. Chile).
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