El empedrado camino del sub23 en pelota

Seguimos viviendo una temporada muerta más viva que nunca en el béisbol cubano. De una parte continúa el debate sobre la futura estructura del campeonato y de otra los movimientos (ejecutados o frustrados) de jugadores entre equipos. Los decibeles de la polémica se dispararon con la ausencia de Yordanis Samón de la preselección de Industriales, después que el granmense pidiera mejores condiciones de vida en la capital, un hecho poco habitual, al menos de manera pública.

Casi todos los conglomerados provinciales están preparándose ya para la próxima campaña, unos más avanzados que otros. Sancti Spíritus y Holguín, por ejemplo, han recorrido un camino más largo en su entrenamiento que Camagüey, Ciego de Ávila e Industriales, quienes hace poco anunciaron sus listados.

Los Toros le van a dar la baja al zurdo Dariel Góngora, pero todavía no se ha dicho para dónde irá. Dicen que Las Tunas es el puerto más seguro y en Matanzas también están haciendo planes con él para la rotación de abridores. Lo de los Cocodrilos es armar un Dream Team: algunos que juegan por su cuenta en ligas extranjeras han mostrado su interés en vestir el traje Rojo en algún momento de la próxima temporada y si Villa Clara no se pone fuerte le tumban a Freddy Asiel Álvarez también.

El derecho Vladirmir Baños sí retornó a su natal Pinar del Río, después de una buena campaña con los Leones, y Yorbis Borroto volvió a aparecer en la preselección de los Tigres avileños, aunque su nombre es de los que se maneja para un contrato en Canadá.

Pero de ese tema escribiremos próximamente, cuando tengamos todas las convocatorias en la mano, porque hoy queremos abundar un poco en el campeonato panamericano sub23 que tendrá lugar en Honduras y Nicaragua entre el 21 de marzo y el primero de abril.

Cuba se ha preparado para la cita con lo mejor que tiene en esa categoría. Bajo las riendas de Eriel Sánchez, la preselección se concentró en Sancti Spíritus y luego ha sostenido algunos juegos con el grupo que se prepara para el preolímpico de Arizona.

Poco a poco, han ido quedando atletas en el camino y este domingo, después del último choque de fogueo, a puertas cerradas, se dará el corte final. El lunes se abandera el equipo y próximamente viajará para Honduras, donde comenzará su andadura en este certamen, que otorga tres cupos para la Copa del Mundo con asiento en noviembre en México, actual campeón del orbe.

En 2017, Cuba asistió a Panamá con el propósito de ganarse un tique mundialista y su experiencia no fue muy agradable. Entonces había cuatro pasajes en el bombo y los nuestros, dirigidos en aquel momento por otro cátcher, Ariel Pestano, avanzaron a la superronda de seis, pero terminaron fuera del cuarteto semifinalista.

A aquel torneo se acudió con un equipo que blasonaba de su pitcheo y no era para menos, estaban varios talentos como Liván Moinelo, Raidel Martínez, Yariel Rodríguez, trío fichado en la liga profesional de Japón, Yosimar Cousín, Yosver Zulueta, Javier Mirabal, Ulfrido García y Pedro Álvarez.

Entre los jugadores de posición figuraban Oscar Luis Colás, Norel González, Yolbert Sánchez, Yoelkis Guibert, Yoelkis Céspedes, Pedro León, Raico Santos... Era una pléyade de muchachos de mucha proyección.

Sin embargo, se encontraron con rivales de su mismo linaje y hasta de más oficio. Enfrentaron jugadores firmados ya en ligas menores y no pudieron cumplir la expectativa. Regresaron sin el cupo mundialista y sin una victoria en la superronda.

Ahora no va a ser muy diferente el escenario. Las organizaciones de MLB han estado autorizando a sus muchachos jóvenes para que representen a sus selecciones en este certamen. Nicaragua tiene cerca de una decena que está en ligas menores o estuvo en ellas hace poco, y así se han armado los demás conjuntos.

Cuba vuelve con talento en el pitcheo: Bryan Chi, Pablo Luis Guillén, Yosimar Cousín, Andy Rodríguez, y una ofensiva que no descuella por su poder, encabezada por el camarero titular de la selección absoluta César Prieto y el Novato del Año en la pasada Serie Nacional, Loidel Chapellí Jr.

De su capacidad para revertir la tendencia de los equipos cubanos en los torneos internacionales de los últimos años, signada por la baja productividad con hombres en base y deficiencias claras a la hora de fabricar carreras, dependerá que esta vez logren una medalla y el pasaje para México.

La misión no es nada fácil. En su grupo el rival más complejo es Panamá, con el cual comienzan el propio día 21, después jugarán contra Guatemala (22), Colombia (23), Argentina (24) y Honduras (25). Como avanzan tres, casi todos los pronósticos incluyen a Cuba en esa avanzada.

Lo más duro viene después, en la superronda con sede en Managua, a la cual se arrastran los resultados con los dos acompañantes y se suman a los desenlaces contra el trío del grupo A, integrado por Nicaragua, Venezuela, República Dominicana, Brasil, Perú y el Salvador.

Esa segunda fase tendrá lugar entre 27 y 29 de marzo y el día primero de abril se discuten las medallas. Quienes ocupen los puestos uno y dos en la superronda van por el oro ya con el aliciente de que tienen en sus bolsillos los cupos mundialistas, mientras tercero y cuarto rivalizarán por el metal de bronce y el último boleto para la cita del orbe.

Sigo pensando es que es difícil, pero no imposible. Pronósticos más reservados hemos volteado, aunque los últimos años se han escrito internacionalmente con más derrotas que victorias.

Cuba no ha podido ir a ninguna de las dos ediciones anteriores de copas del mundo para menores de 23 años. Quiere debutar y ese es una buena inspiración para que Eriel Sánchez y sus muchachos les den un alegrón a nuestro país, justo cuando en Arizona el equipo grande estará buscando el tique para los Juegos Olímpicos de Tokio o al menos su pase al último repechaje.