La pregunta del título no puede tener una respuesta matemática. Pero nos ayuda a llamar la atención y graficar lo que debe haber pasado por la mente de los pujantes judocas cubanos (¡no pudieron esta vez alcanzar medalla!), sus entrenadores, los aficionados, lectores ocasionales, periodistas…
Nuestras esperanzas y posibilidades, bien fundadas, no encontraron en esta ocasión el acostumbrado camino hacia el podio, un camino que tuvo como minas explosivas y recibieron un ippon.
Hablamos, claro, del recién terminado Campeonato Mundial, celebrado hasta no hace muchas horas, entre el 7 y el 13 de mayo, en la muy calurosa ciudad de Doha, la capital de Catar la misma que había acogido la Copa del Mundo de Fútbol de 2022.
Sí, vamos a reiterarlo: los judocas cubanos se fueron sin medallas del Campeonato Mundial, lo cual desde Belgrado 1989 solo había ocurrido en el Budapest 2021 y ahora en el de Doha 2023.
Y además del calor… ¿a dónde fue que llegaron nuestros compatriotas? A un mundial celebrado en el año previo a los Juegos Olímpicos de París 2024, en el cual ahora se reunieron 657 judocas (343 hombres y 314 mujeres) de 99 naciones.
¿Entonces qué hacemos ahora…? La posible fórmula salvadora debe tener varios ingredientes: análisis a fondo de lo sucedido, confianza, borrón y cuenta nueva, y recordar una frase célebre: “El secreto de la vida es caerse siete veces y levantarse ocho”.
Ya casi les cuento, sin mucha demora, qué pensé antes del primer combate, pero primero quiero dejarlos con los tres primeros países en la tabla de medallas, y únicos que pudieron alcanzar al menos dos coronas: 1.-Japón (5 de oro-2 de plata-4 de bronce=11 en total, a tono con su dominio y ser los padres del judo); 2.-Francia (2-3-2=7), 3.-Georgia (2-1-1=4).
Me confieso
Una confesión a los lectores: me pasó por la mente que podría ser para nuestros compatriotas un mundial de mejores resultados que los más recientes, teniendo en cuenta diversos aspectos importantes a la hora de pronosticar.
Y lo seguí pensando, pero cuando vi quienes serían casi desde el mismísimo inicio nuestros rivales ello me sirvió para recordar lo que todos sabemos: se trataba de un Campeonato Mundial de un deporte muy exigente, de creciente nivel en muchas naciones. Sí, bastante complicado poder avanzar hacia el podio.
Uno de los primeros con más posibilidades en salir a los tatamis fue Magdiel Estrada (división de los 73 kilogramos), a quien vi de cerca ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, y quien más acá se adueñó de bronce en el Grand Slam de Taskent, un impulso grande en su carrera.
Luego, siempre repasando a los cinco que consideramos con más posibilidades, entró en acción Maylín del Toro (63), quien había mostrado grandes progresos en la temporada, como lo muestran su medalla de bronce en el Grand Slam de París y de plata en Tel Avic.
Las esperanzas, luego de que ellos no pudieron, se dirigieron hacia Iván Felipe Silva (90), a quien acompaña como mejor credencial su medalla de plata en el mundial de Bakú 2018, y más acá sus bronces este año en los Grand Slam de París y de Tiblisi.
Y en este caso de Silva, el cubano mejor ubicado, con su quinto lugar, al parecer terminó lesionado en dos dedos de una mano los combates individuales, pues arrastrando ese problema se presentó actuando con una sola mano a la competencia por equipos.
Todavía, como ocurre debido a la tradicional programación, nos quedaban dos poderosas balas, al parecer las más potentes, para la jornada del cierre de las porfías individuales.
Una era Idalis Ortiz (+78), multimedallista olímpica y mundial, el otro Andy Granda (+ 100), campeón de Taskent 2022.
Pero para los cubanos el de Doha, parafraseando el inicio de Don Quijote de la Mancha, era “un mundial de cuyo nombre no quiero acordarme…”.
Ortiz no pudo siquiera ponerse el kimono, lo cual se conoció desde un día antes: se resintió de una lesión en un codo que tuvo en el Grand Slam de Tel Avic, del 16 al 18 de febrero, de la cual ya escribimos antes más de una vez aquí en Cubahora.
Granda, quien antes ganó medallas de bronce en los dos Grand Slam en los que ha participado este año, los de Taskent y Tiblisi. quedó séptimo ahora en Doha, pero sin que su ánimo decayera: en medio del calor aseguró que sigue pensando en subir al podio en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Un repaso
Los cubanos habían realizado muy provechosas bases de entrenamiento de dos meses en Europa (las chicas en Francia/los varones en Hungría), y tenido buenos resultados en los muy fuertes Grand Slam.
Vamos a repasar, por ser importantes éxitos más o menos recientes, cómo ha sido nuestra cosecha en los Grand Slam de este año. Dos medallas de bronce en el de París (Silva y Del Toro), plata en Tel Avic (Del Toro), otras dos de bronce en Taskent (Granda y Estrada) y en Tiblisi (Granda y Silva).
¿Y cuál había sido la faena de los judocas de Cuba en los tres campeonatos mundiales anteriores al de Doha? 0 de oro-1 de plata-0 de bronce en Tokio 2019 (sí, de Idalis Ortiz). Sin medallas en Budapest 2021 (hubo ausencia de torneos). 1-0-0 en Taskent 2022 (ya lo dijimos un poco antes: Andy Granda, uno que le llegó su gran día…).
Vamos a repetirlo: “El secreto de la vida es caerse siete veces y levantarse ocho”.
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