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domingo, 22 de diciembre de 2024

Cienfuegos, qué bueno juega usted

El equipo sureño ganó la zona occidental, mientras Santiago de Cuba dio un paso importante en el este al propinarle nocaut a Sancti Spíritus...

Norland Rosendo González en Exclusivo 08/06/2019
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Cienfuegos-Beísbolsub23
Cienfuegos festejó su venganza. (Foto: deportecubano.com).

Por un momento un ave de mal agüero se posó en el graderío del estadio 5 de Septiembre de la ciudad que más le gustó a Benny Moré. Era el segundo juego de la semifinal entre los anfitriones y La Isla, el equipo que el año pasado los privó de ir a la final. Solo faltaba un out para que los sureños se convirtieran por primera vez en los campeones de la zona occidental y sobre el box estaba el líder en juegos salvados del campeonato.

En 2017, los cienfuegueros habían ganado el primer choque un en play off tan brevísimo como este y después los isleños les voltearon la historia con par de éxitos seguidos. Ahora, solo había que subir el out 27 y sí habría jolgorio en la Perla del Sur, pero un hit al bosque derecho empujó el empate y fue cuando, dicen, vieron por un instante al ave de malagüero.

Fue solo un susto. En el décimo, el cuarto bate de los de locales, Daniel Pérez —mantenga ese nombre en mente que sonará como sus batazos— pegó un imparable y no necesitó de la ayuda de los demás en la tanda para darle la vuelta al cuadro. De eso se encargó la batería pinera, pitcher y cátcher, principalmente el primero, Franky Quintana, con tres pitcheos salvajes que el otro no pudo atajar con su mascota.

Ganó Cienfuegos. Lució más fuerte, con más arsenal táctico para marcar, aunque se tomaron 26 ponches entre los dos juegos. La Isla peleó, defendió, hasta donde pudo, su corona. No abdicó. Pero su ataque es muy pobre para abordar una nave que sí estuvo durante toda la campaña produciendo carreras.

Desde que le rompieron el invicto al zurdo Yeinel Alberto Zayas el jueves se auguraba que los muchachos de Cienfuegos tenían las mayores opciones de ganar la zona occidental. Antes, analizando nombres y números, también se veían superiores, pero sin haber topado durante la campaña regular lo más prudente era no emitir un juicio que el terreno pudiera desbaratar rotundamente.

Aunque el béisbol es impredecible. Casi todos los deportes suelen serlo. Se auguraba un duelazo de pitchers en el juego entre Sancti Spíritus y Santiago de Cuba. De pocas carreras y muchos ponches. De nervios tensos y los mentores enjugándose el cerebro para buscar la mejor opción táctica. De todo eso lo único que sí hubo, y en abundancia, fue nervios rotos: siete errores que produjeron ocho carreras sucias. Demasiados tiros horribles.

Los dos directores soltaron a sus mejores cartas. Uno, Roberto Hernández, llegó a Santiago de Cuba con el abolengo de un nuevo récord en ponches (90), siete éxitos y un inusual llamado a la preselección cubana sin haber tirado ni una bola en la Serie Nacional élite. El otro, Adrián Sagarra, con saldo de 5-0 y el mejor promedio de carreras limpias del torneo (1.14).

Pero fue un juego impensado. Nocaut de 12-2. Sagarra conservó su invicto sin exigirse mucho y Roberto no completó un tercio de partido, abrumado por los errores de sus compañeros al campo. De las siete que le hicieron, solo una carrera fue limpia. Aunque el palazo que le sacudió Orrelly Riveaux era jonrón desde que ocurrió el contacto, el cátcher ni miró la ruta de la bola en el aire. Festejó con sus amigos.

No era un batazo cualquiera, ni ante cualquier pitcher. Con su palo entraron tres del racimo de seis en el tercer capítulo que decretó el fin de Roberto sobre el montículo. Sacándolo de juego, los indómitos sabían que el triunfo era casi de ellos ya. Lo demás fue completar el marcador de nocaut ante el pitcheo de segunda línea.

Hoy sábado podría definirse el campeón del este. Basta con que Yunior Tur le gane el pulso monticular a Edelso Montesinos. Pero Sancti Spíritus tiene para mandar el play off al domingo. Entre Edelso y Yankiel Mauri podrían «confabularse», y si a los guantes les zurcen los agujeros y los jugadores de cuadro afinan la puntería, no duden en ver el duelo que les prometieron ayer.

De cualquier forma, habrá un nuevo rey. De los tres sobrevivientes, solo Santiago de Cuba sabe lo que es alzar el título, y por partida doble. ¿Llegará el tricampeonato?


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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