Lo previsto era arrasar con los siete títulos sobre el cuadrilátero, por el superior aval de los Domadores del profesor Rolando Acebal. Pero el boxeo cubano, entre decepciones, sobrepesos y la desatención estratégica, in situ, de uno de sus púgiles más encumbrados, cerró con apenas seis, en los XXIII Juegos Centrocaribeños y del Caribe con sede en Barranquilla.
Con ese sexteto de coronas, Cuba ganó el primer lugar por países en este viril deporte. Pero es cierto que no fue el aporte que se esperaba para la delegación, que regresa a la patria con un deslucido segundo por naciones y perdió el invicto que sostenía desde la cita regional de Panamá 1970.
En el bello Salón Jumbo, del Country Club, vale citar que Acebal no pudo contar sobre el ring con representantes en 49, 52 y 56 kilogramos, tras las decepciones del titular mundial Johanys Argilagos y del monarca del orbe y oro olímpico Robeysi Ramírez, además de que el campeón mundial Yosvani Veitía (52) se excedió de peso y quedó fuera del torneo clasificatorio, disputado en México.
Pero si a estos percances sumamos que el favorito Arlen López, monarca del orbe y olímpico de los pesos medianos, equivocó su plan táctico en el combate ante el desconocido guatemalteco Lester Martínez, la cota no podía ser otra que seis de 10 títulos, tres menos que en la pasada cita regional de Veracruz 2014.
Arlen combatió bien en la media y larga distancias, pero le aceptó el cuerpo a cuerpo a Martínez y le llegaron varias veces los golpes de su rival. No mostró su real valía y se quedó muy parado sobre el encerado, para ceder 3-2. Y realmente, no hay motivo alguno para pensar que el resultado fue un despojo de los jueces.
Pero si aludimos a estos infortunios, también debemos reconocer que los seis actuales monarcas no dejaron margen a dudas de que sí se debe contar con el boxeo cubano. En la zona para la prensa, los colegas de otras naciones comentaban las buenas mañas del tetracampeón mundial Julio César La Cruz (81), cada vez que el agramontino subía al escenario.
Se escuchaban frases como “a ese cubano nadie lo puede tocar”, “qué bien esquiva los golpes” y “se mueve más rápido que un lince”, "no falla cuando decide irse al ataque”, en clara alusión y reconocimiento a la esgrima boxística que lo caracteriza, con su provocativa guardia baja esperando el fallo del rival cuando decidía atacarlo.
Pero hay más. La Cruz también decidió ser más agresivo, aunque no abandonó su estrategia de trabajo al contraataque, la cual tantos triunfos le ha brindado. Así sucedió en la final contra el mexicano Rogelio Romero, a quien le ganó por quinta ocasión en su carrera deportiva, enviándolo a la lona en el segundo round.
Mientras, los experimentados pinareños Lázaro Álvarez (60), tres veces titular mundial y bronce olímpico, y Roniel Iglesias (69), junto al invicto en dos años, Andy Cruz (64), dieron una disertación de boxeo, de maestría deportiva, aplaudida por el público presente. Sus rivales poco o nada pudieron hacer. Y los respectivos entrenadores dieron fe de ese recital.
Además, los pesos grandes como Erislandy Savón (91) y el supercompleto José Ángel Larduet, se puede decir que (casi) tuvieron un sparring en cada uno de sus cotejos. Y Savón, bien temprano en su pleito final, les calló la boca a los hinchas anfitriones en su combate ante Deivis Julio Blanco, el cual colmó las expectativas en el Salón Jumbo.
Las entrevistas realizadas por Cubahora a los seis monarcas, tuvieron dos argumentos repetidos: buena preparación en varias bases de entrenamiento foráneas y la utilización de este torneo centroamericano para pulir detalles de cara a la gran final de la VIII Serie Mundial de Boxeo, frente a los Astaná Arlans, de Kazajastán.
José Luis López
4/8/18 16:24
Hola, saludos desde Barranquilla: Para mí, el boxeo cubano aí cumplió con los siete que llevó. Solo que hace cuatroa años logró nueve coronas y ahora seis, realmente NO pudieron aportar por las causas que ya cité.
No entiendo
3/8/18 14:13
qué más quieren de nuestros deportistas que no tienen las mejores condiciones y de todas maneras siguen dando la pelea??? espero que el inder tome los reusltados para mejorar sus estrategias
Pedro
3/8/18 14:06
Estoy totalmente de acuerdo con JoséLuis, esto que ha pasado en Barranquilla no lo puedo entender...
agustin
3/8/18 11:45
Si Andy Cruz sigue así, será uno de los mejores box de la historia revolucionario, este en excelente forma muy técnico, pega, ahí hay un propecto de marca mayor.
ele
3/8/18 10:36
Cuando ví el título me pareció algo irracional, pero al leer los argumentos me convencí de que es injusto, no solo con el equipo CUBA, sus entrenadores, personal de aseguramiento y el pueblo que lo sigue, sino tambien con los boxeadores de la regiòn, sus entrenadores, incluidos los cubanos que asisten a esos países. ¿Es que acaso solo se boxea con calidad en Cuba?. ¿Es que no pueden aparecer en la palestra del área jòvenes como el guatemalteco Lester Martínez que limpiamente ganó su combate y demostró ser una promesa para este deporte?. ¿No recordamos que así surgieron muchos de los campeones cubanos, de los que podemos recordar nuestro Ángel Herrera en Montreal 1976?.
Yo creo que la exigencia a nuestros deportistas debe ser elevada, pero atemperada a la realidad del desarrollo del deporte en el área. Fíjense que no me refiero al subtítulo, que para lograr lo que plantea cada boxeadro tendria que haber ganado más de una medalla. SEAMOS JUSTOS.
FELICIDADES CAMPEONES
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