Amistoso dual meet entre Anglada y Tabares por el mando azul

Ahora mismo otros deberían ser los asuntos más importantes en la pelota cubana, pero La Habana es la Habana, aunque a algunos les duela. Mientras no se defina quién será el próximo director de Industriales la gente no va a tener cabeza para pensar en los cuatro clasificados a la postemporada de la sub-23, ni para saber cómo andan los peloteros que juegan-entrenan buscándose los cupos vacíos para Barranquilla, ni siquiera para estar pendientes del jonrón cien de Alfredo Despaigne en las Grandes Ligas japonesas.

Es que el vacío dejado por Víctor Mesa se ha vuelto tema de “seguridad pelotera”. Como en una carrera de resistencia, han ido quedando en el camino algunos de los candidatos para dirigir a los Azules; otros siguen en la pista, pero con poquísimas opciones de encabezar el pelotón, a la espera, literalmente, de un milagro, o sea, que los que van delante “tropiecen” estrepitosamente.

Tomaron la largada mediática unos cuantos aspirantes: Lázaro de la Torre, Javier Méndez, Carlos Tabares, Guillermo Carmona, Rolando Verde… y otros cuyos nombres también se barajaron. Luego, varios declinaron por asuntos personales, mientras la mayoría de los aficionados siguió pensando en el milagro: que el Rey Anglada quisiera volver a su trono.

Y de tantos rezos, tantas plegarias, tanta gente pronunciando su nombre, y quién sabe si gracias a alguna llamada del más allá, o sea, del más arriba: Anglada entró en la carrera, y la afición, delirante, enloquecida, aplaude para darle el empujoncito que necesita para aceptar un reto que él mismo había dicho sin tapujos que no quería pensarlo siquiera.

Yo conversé con Anglada y Tabares. El Rey no ha dicho que sí, pero tampoco que no. Faltan algunas conversaciones con “personas importantes”, y si llegara a aceptar sería por poco tiempo, quizá una temporada, por lo que lo más aconsejable es que le pongan al lado al posible relevo: Carlos Tabares, por ejemplo.

Tabares sí está dispuesto a abandonar el “año sabático” para comandar a los Leones con los que tanto sobresalió guante y bate en mano. Anglada dice que con Tabares trabaja, y Tabares dice con Anglada hasta el final. Un binomio excelente, quizá lo mejor que les pueda pasar a los Industriales. Pan para ahora y pan para mañana.

Así, los Azules tendrían en la próxima temporada al mentor que los llevó a ganar tres campeonatos y al hombre que inmortalizó la frase “dejar la piel en el terreno” preparándose para dejar también los nervios, pues para nadie es un secreto que dirigir implica estrés, tensiones y muchas neuronas entregadas cada jornada en la búsqueda de un oro que no consiguen desde 2010.

Pero todavía no hay nada en concreto. Siguen las deliberaciones y faltan algunas conversaciones. Solo están fuera de la competencia Javier Méndez, quien cumple un contrato de trabajo en Italia, pero que mantiene su interés en concluir la obra que empezó al frente de los Leones y que por asuntos familiares de fuerza mayor tuvo que interrumpir, y Rolando Verde, cuyos problemas personales no le permiten pensar en tamaña tarea por ahora.

Guillermo Carmona dice que está dispuesto a olvidar lo que le hicieron el año pasado, semejante al desplante de un novio dejado en la puerta del altar sin que aparezca la novia, y Lázaro de la Torre continúa esperando su oportunidad de “enderezar” a los Leones. Ellos andan a la zaga de la carrera, sin abandonar la marcha, por si sucede un imprevisto. Nadie más se vislumbra en la pista.

Así andan las cosas en la pelota, la definición de un mánager se roba el show, mientras la sub-23 sigue de mal en peor, sin cumplir su propósito formativo y con números de espanto.

Pero en ese torneo está finalizando el calendario regular, si los aguaceros dejan, y sobre ese asunto escribiremos en una próxima entrega. No deje tampoco de estar al tanto de Despaigne, que está al sonar el batacazo cien en Japón, allá donde los pitchers sí tienen control y excelente pensamiento táctico. ¡Qué grande es el caballo ese!

Más cosas se cocinan en el béisbol nuestro, pero quédese con la expectativa para que no deje de buscarnos en Cubahora.