Croacia demostró hoy, una vez más, que le sobra talento, concentración y algo que cada día se hace más vital sobre una cancha: músculo y condición física para soportar tanto sube y baja. En su tercera prórroga consecutiva, los balcánicos remontaron y vencieron 2-1 a Inglaterra, en las semifinales de la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018.
En el estadio Luzhnikí, en Moscú, a falta de una total conexión entre los estelares volantes Luka Modric e Ivan Rákitic, fue el extremo izquierdo Ivan Perisic quien dio la cara en los momentos más acuciantes; siempre pidió la pelota, forcejeó con los espigados y fornidos zagueros centrales ingleses, además de marcar la diana del empate y dar la asistencia para el gol del triunfo.
Los ingleses se adueñaron rápido de la pelota y, con la velocidad de Dele Alli, muy activo en la primera parte, metieron a Croacia dentro de su campo. Y el resultado no podía ser otro que la apertura del marcador a los 5 minutos, con un genial tiro libre que cobró Trippier en la frontal del área al palo izquierdo de Danijel Subasic, luego de una falta de Modric a Alli.
Ese gol, le dio mucha más seguridad a Inglaterra, que cada vez llegaba más al área e, incluso, pudo ampliar el marcador a los 30 minutos; pero el goleador Harry Kane, perdido en todo el juego a pesar de su arduo batallar, falló en el mano a mano contra Subasic. Y Jordan Pickford, el cancerbero inglés, apenas siguió con la vista algunos remates de media distancia.
El mediocampo inglés no dejaba espacios. Pero la defensa pestañeó cuando tenían controlado el juego. Y a los 68 minutos un tanto de Perisic igualó el pizarrón. El volante del Inter de Milán se anticipó al zaguero Kyle Walker en el corazón del área, y casi con la planta del pie izquierdo, empujó la pelota que venía de un centro desde la derecha de Sime Vrsaljko. Y ahí mismo despertaron los balcánicos, que a los 72’ pudieron irse delante cuando Perisic estrelló en el palo su remate.
Los 90 minutos se consumieron, y entre tanto dale al que no te dio visto en el tiempo extra, el gigante Mandzukic se convirtió en el nuevo héroe croata a los 109, ganándole la espalda a los centrales para quedar de frente ante el arquero. Perisic –una vez más-, peinó un balón; John Stones perdió la marca y el delantero de la Juventus no perdonó en el área para fusilar a Jordan Pickford.
Así, Croacia se ha convertido en la primera selección en la historia de la Copa del Mundo que juega tres prórrogas seguidas y sigue con vida. El conjunto balcánico se clasificó para la final del Mundial de Rusia 2018 tras deshacerse en los penaltis de Dinamarca, en octavos, y Rusia, en cuartos, y hoy en el periodo adicional ante Inglaterra.
La final del Mundial de fútbol de Rusia, el próximo domingo, marcará el reencuentro entre Francia y Croacia 20 años después de la semifinal que jugaron en 1998, aunque ahora directamente con el título en juego. Aquel partido del 8 de julio en el Stade de France, fue el único que franceses y croatas jugaron en la historia de los Mundiales. Los galos se impusieron 2-1 con un Lilian Thuram vestido de héroe para avanzar a la final.
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