La Unión de Naciones Suramericanas, representada en el Consejo de Cancilleres de sus 12 naciones miembros, rechazó de manera unánime la Orden Ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, contra la seguridad nacional de Venezuela, al declarar a este país que resiste los embates de la derecha internacional una amenaza inusual para la superpotencia norteña.
Reunidos en Quito, en la sede de la UNASUR, los titulares de Exteriores y el Secretario General de la organización, el expresidente colombiano Ernesto Samper, emitieron una declaración que constituye un ejemplo de los tiempos de paz y de salvaguarda de la soberanía nacional y la integridad de Suramérica ante cualquier embate del imperialismo estadounidense, comprobadamente gestor y financiador de los planes desestabilizadores contra la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
El pasado día 9, en una orden presidencial calificada por políticos y expertos de “absurda” y “dictada por la industria bélica militar”, Obama estableció que Venezuela “constituye una infrecuente y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, razón por la cual “declaró la emergencia nacional para tratar con esa amenaza.”
Para analistas, tal orden en vísperas de la Cumbre de las Américas, a la que Obama asistirá, constituye un resbaladizo balón de ensayo para comprobar la reacción de una América Latina a la que siempre consideró su patio trasero, pero que a la luz de una nueva concepción de unidad e integración – que él parece desconocer- se une como un puño cerrado en defensa de la democracia y la soberanía nacional mediante sus nuevos organismos, como ocurrió en la cita de Ciudad Mitad del Mundo, donde se efectuó la reciente cita de UNASUR en Ecuador.
La mayoría de los especialistas, sin embargo, consideran que la Orden del Mandatario constituye el preámbulo de una eventual acción armada contra la nación suramericana, hostigada desde que el líder bolivariano Hugo Chávez asumió el gobierno en 1999.
En los años siguientes, Venezuela sufrió un golpe de Estado, intentos de magnicidio, huelgas, guerra económica y psicológica y violencia en las calles contra los revolucionarios, en planes orquestados desde la Casa Blanca en su afán por hacerse del petróleo, gas, minerales, agua y otros recursos ambicionados por el sistema capitalista.
Además, esas fuentes consideran que también se trata de una arremetida contra los gobiernos progresistas de Latinoamérica, ya que en las últimas semanas quedaron demostradas maniobras imperialistas contra Argentina y Brasil, al igual que ocurrió antes con Venezuela, Paraguay, Ecuador, Bolivia y Honduras.
En su declaración, UNASUR pide “la inmediata derogación de la Orden Ejecutiva del Presidente estadounidense que sanciona a Venezuela”, por considerar que esta representa una amenaza injerencista a la soberanía de otros Estados.
“El presidente Barack Obama, de considerar a Venezuela una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior estadounidenses, atenta contra el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados” y solicitó a Washington la evaluación y puesta en práctica “alternativas de diálogo con el gobierno venezolano bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos”.
También manifiesta que “los Estados miembros expresan que la situación interna de Venezuela debe ser resuelta por los mecanismos democráticos previstos en la Constitución de ese país, y apoya las próximas elecciones parlamentarias en ese país.
Mientras, la Asamblea Nacional venezolana aprobó este domingo en sesión extraordinario una Ley Habilitante Antiimperialista de seis meses, solicitada el pasado martes por el presidente Nicolás Maduro, que le brinda poderes especiales durante seis meses para dictar leyes y decretos con rango y fuerza de ley a favor de la paz y soberanía nacional.
Al momento de la publicación de la Ley, el dignatario podrá dictar reglamentos jurídicos en materia de justicia, libertad, independencia, soberanía, inmunidad, la integridad territorial, autodeterminación nacional y paz.
Maduro podrá promulgar reglamentos que protejan al país en contra de las amenazas y agresiones por Estados Unidos, así como cualquier acción que pretenda violentar la paz o la tranquilidad pública y el funcionamiento de las instituciones democráticas.
Además, entre otras facultades, el jefe de Estado tendrá licencia para emitir decretos con rango, valor y fuerza de Ley que busquen blindar al Estado y al pueblo venezolano frente a actuaciones de otros países, e incluso entes económicos y factores internos, según reportó la cadena Telesur desde Caracas.
EL PUEBLO SIGUE MOVILIZADO
Apoyado por la solidaridad regional y mundial, miles de venezolanos –entre ellos más de 300 mil milicianos- se movilizaron este fin de semana en ejercicios militares denominados Escudo Bolivariano en sus siete regiones, las que continuarán hasta el próximo día 28, dado el éxito alcanzado en la unión cívico-militar que se ejerce por el gobierno venezolano.
De igual manera, en Caracas se realizan continuas movilizaciones populares en condena a las sanciones unilaterales de Washington y en apoyo al gobierno bolivariano, quien en los últimos 15 años ha cambiado de manera notable la calidad de vida de una población carente, mediante las llamadas Misiones sociales, mantenidas a pesar de los continuos planes de desestabilización contra la Revolución y sus dirigentes.
En los últimos días, desde América Latina y otras regiones del mundo llegan a Venezuela mensajes de solidaridad y rechazo a los planes imperiales, tanto de gobiernos como de personalidades, organizaciones y movimientos sociales y políticos.
A partir de este domingo, Venezuela recibirá la solidaridad de más de 100 partidos políticos de cuatro continentes, según se conoció en el XIX Seminario Internacional "Los partidos políticos en la nueva sociedad”, organizado por el Partido del Trabajo (PT) de México.
Los delegados de organizaciones políticas de cuatro continentes rechazaron enérgicamente la Orden Ejecutiva de Obama y rechazaron lo que calificaron de amenazas de Estados Unidos contra la nación sudamericana.
“Declaramos que si hay una amenaza contra la soberanía de América Latina y el Caribe y de todos los pueblos del mundo es la agresión imperialista que lleva a cabo Estados Unidos en su búsqueda desesperada por mantener su hegemonía y el control de los recursos estratégicos del planeta, afirmaron en un comunicado reproducido por la agencia Prensa Latina.
También el Consejo Mundial de la Paz (CMP) condenó las acciones hostiles de Estados Unidos contra Venezuela que “tienen como objetivo generar un clima desestabilizador y derrocar la Revolución bolivariana”.
Los próximos días Venezuela continuará con su preparación combativa sin perjuicio de la continuidad de sus programas económicos y sociales para el cumplimiento del Plan de la Patria, el legado político del fallecido presidente Chávez, que regirá hasta el 2019.
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