En 2007 los halcones sionistas sentenciaron el camino para sumar toda la riqueza energética palestina, un envidiable recurso natural del que se suele hablar poco o nada por quienes alientan a Tel Aviv y fustigan a la resistencia árabe.
Así, el actual ministro de defensa Moshe Ya’alon afirmó entonces sin intentar llamar mucho la atención pública, que las considerables reservas de gas que se encuentran aún bajo administración palestina solo podrían explotarse mediante en beneficio sionista mediante una poderosa ofensiva militar.
En efecto, se calcula conservadoramente que solo frente a la costa de la Franja de Gaza, a unos seiscientos metros bajo el nivel del mar, descansan al menos 30 mil millones de metros cúbicos de gas y existe la posibilidad de la existencia de importantes yacimientos de crudo.
Y si la Franja sigue siendo palestina, y por demás su gobierno está en manos de una entidad radical como Hamas, es evidente que para Israel, empeñado en tomarse todo lo que le circunda, la “solución” no radica en otra cosa que desmembrar al citado grupo armado y pasear libremente su albedrío por todo el territorio atrapado hoy entre la frontera sionista y el mar.
Y no es una historia ni una pretensión recientes ni mucho menos.
Hace casi dos decenios ya se hablaba con fundamento de la riqueza energética que se extiende a lo largo de las costas de Israel, Siria, Líbano, Chipre y Gaza, y que se dice suma 122 trillones de metros cúbicos de gas y mil 600 millones de barriles de petróleo.
Para 1999, por ejemplo, la Autoridad Nacional Palestina, ANP,todavía encabezada por el desaparecido Yaser Arafat, suscribió un acuerdo con un consorcio integrado por el British Group y la compañía privada palestina Consolidated Contractors, para la explotación de yacimientos de gas frente en los mares frente a Gaza, un proyecto que nunca ha podido funcionar por la hostilidad israelí, y que debía proveer a los palestinos de fondos para el desarrollo cde su pueblo.
De hecho, Tel Aviv llegó incluso a desconocer desde entonces las veinte millas de zona económica marítima que corresponden a Palestina, y la redujo unilateralmente a solo tres millas.
Con Hamas al frente de la Franja de Gaza se recrudeció la oposición a las medidas restrictivas sionistas apoyadas por las potencias occidentales, hasta que en enero de este 2014 los palestinos “colmaron la copa” de sus oponentes cuando el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, en conversaciones con su igual ruso, Valdímir Putin, mostró intenciones de confiar al gigante energético ruso Gazprom la explotación de las reservas cercadas por los sionistas.
Ambos manadatarios hablaron además de otras perspectivas en el campo energético, y de responsabilizar a la compañía rusa Technopromexport con la construcción de una termoeléctrica de 200 megawats de capacidad generadora en territorio palestino. En pocas palabras… ¡ahora también el Kremlin!
Sospechosamente, diez días después de conocerse de esa negociaciones ruso- palestinas “desaparecerían y serían asesinados tres jóvenes israelíes a manos de Hamas” (según la prensa sionista y occidental), y Tel Aviv alborotaría con la urgencia de defenderse frente a los misiles caseros lanzados desde la Franja de Gaza.
La operación “Margen Protector”, destinada a limpiar Gaza de guerrilleros y ariscos civiles, y cuyas miras no divulgadas tienen además un penetrante olor a gas y petróleo, sería la “justa respuesta” del ente sionista como renovado intento de echarse en el bolsillo los recursos naturales de aquellos cuyas cabezas viene aplastando sistemáticamente desde hace más de seis décadas y media.
En pocas palabras, repetir la historia del productivo pozo de petróleo conocido como Meged 5, ubicado al borde de la frontera de Cisjordania con Israel, y que Tel Aviv se tranquilamente se embolsó extendiendo el trazado de su Muro de la Ignominia varios centenares de metros en suelo ajeno.
Un pozo robado que se estima posee reservas de casi cuatro millones de barriles de crudo, y que le genera al sionismo no menos de 40 millones de dólares anuales por la venta del carburante.
En consecuencia, para el estado sionista y sus poderosos aliados el plan anti palestino va en al menos dos sentidos: cercenar la libertad política y administrativa de la parte árabe, y a la vez su posible independencia energética y económica.
senelio ceballos
8/8/14 14:31
Saludos Nestor..Creo que no nos ha convencido vuestros argumentos...
..Ayer mientras compartia con el FORO-TICOS...del periodico La nacion..Un colega me dijo algo... que creo que ud debe saber...
..Aqui en esta guerra hay TRES COMPONENTES.. LOS militaristas de Israel , Los fanaticos HAMAS y un rehen del primero y a la vez del segundo..El pueblo de GAZA...
ESTA frase es mas real que sus argumentos COMPAY....Seguimos?..contestadme pleasse!!
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