Trump: la otra pandemia

¿Celoso de que la pandemia del nuevo coronavirus le desplace acaso como la gran pesadilla planetaria? ¿O tal vez preocupado porque sus grandes faltas sanitarias pueden rasgar sus sueños reeleccionistas y se requiere empujar la vista hacia otros “culpables”?

Lo que le apetezca…pero la “real” realidad es que Donald Trump se ha convertido en un obstáculo mayor en la contención y lucha universal contra la COVID-19, aunque la ultraderecha estadounidense siga suscribiendo sus bravatas, y los ciudadanos de mentes tupidas, de esos que gusta formar en masa “el modo de vida americano”, todavía lo estimen un “héroe” a la altura de los más bullangueros Comics.

Y él insiste. La más reciente y deleznable de sus maniobras ha sido retirar las cuotas norteamericanas a la Organización Mundial de la Salud, OMS, algo así como el quince por ciento de los fondos de esa institución, nada más y nada menos en medio de una pandemia total, porque a su juicio la entidad en cuestión “ha sido mala” en eso de combatir la COVID-19 y es “cómplice de China” en el manejo de la crisis.

Y lo dice el jefe de la Casa Blanca a la cual, según revelaciones del rotativo The Nation, que cita un documento restringido del Pentágono, los organismos militares y de inteligencia norteamericanos habían advertido con pelos y señales desde 2017 del posible estallido de un contagio masivo con el coronavirus, y a la cual propusieron desde entonces elevar preventivamente las existencias de medios médicos y el número de instalaciones para enfrentar ese riesgo.

Una información que calzó además Denis Kaufman, quien se desempeñó de 2014 a 2017 como jefe de la División de Enfermedades Infecciosas y Contramedidas en la Agencia de Inteligencia de Defensa, al enfatizar que esa entidad “había sido consciente de los peligros de los coronavirus durante años”, y “advertido por adelantado al poder ejecutivo sobre la amenaza de los virus de la influenza altamente patógenos durante al menos dos décadas.”

El funcionario se vio precisado a hablar porque a su juicio “ha habido pronunciamientos recientes de que la pandemia de coronavirus representa un fallo de inteligencia, lo que está dejando libre de responsabilidad las que las personas que ignoraron dichas advertencias.”

Curioso además todo esto, porque sin dudas muestra un muy temprano dominio oficial del tema del coronavirus y sus peligros por entidades norteamericanas que más de una vez han hecho uso de la agresión bacteriológica contra sus oponentes…pero quede por ahora esta afirmación solo como referencia.

Y es que lo de hoy, es decir, la decisión de Trump de sabotear al organismo coordinador mundial del enfrentamiento a la COVID-19, ya no puede ser asumida como otro “pasatiempo” agresivo más.

No solo por la comunidad internacional, que desde la alta dirección de la ONU hasta infinidad de gobiernos, ha manifestado su rechazo a semejante decisión, sino incluso por la misma ciudadanía estadounidense, convertida en el epicentro global de la pandemia, y que en el instante en que se escriben estas líneas ha puesto ya 523 mil contagiados y 24 mil muertos en la lista adjunta a la irresponsabilidad y la falta de previsión de su pretendido líder político y psiquiátrico aspirante a la reelección.

De hecho, hace apenas unas horas, y desde su obligado confinamiento, el ex aspirante a la candidatura demócrata, Bernie Sanders, instó a todo el electorado estadounidense a unirse para evitar la continuidad de Trump en la presidencia, y dio su apoyo a la candidatura de Joe Bien “a pesar de nuestras conocidas diferencias.”

Para las demás naciones, pueblos y organismos empeñados en la defensa de la salud humana, está claro que en lo adelante, y de manera explícita y rotunda, debemos anotarnos la victoria sobre la COVID-19  “a pesar de Donald Trump.”