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jueves, 7 de noviembre de 2024

Siria: expediente abierto

La guerra impuesta a Siria sigue su curso, a tono con las pretensiones hegemonistas globales...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 18/03/2014
3 comentarios
Bashar El Assad
Todo indica que Bashar Al Assad buscará la reelección

Entender y ejecutar la política externa en nuestros días resultan asuntos sumamente complejos. Y es que la dinámica impuesta por ciertos grandes actores globales imbuidos de una absoluta esquizofrenia de poder, hace que el mundo deba lidiar ahora mismo con un endiablado mecanismo de raseros y categorías artificiales y artificiosas, donde, a la vez que se habla de respeto, negociaciones y diálogo, se hace lo imposible porque primen la fuerza, la trampa y los sórdidos golpes.

Así, los esquemas positivos y negativos se distribuyen y otorgan a capricho, y no se repara en acciones destinadas a que nuestra civilización, que por naturaleza debería proyectarse como diversa, se constriña cada día más a un mismo patrón: el que viene modelado por el hegemonismo y el injerencismo de los que aspiran a emperadores absolutos.

De ahí que no resulte extraño que episodios como la agresión a Siria se alargue ya por tres sangrientos y destructivos años, sin que lleguen a primar la lógica, los principios legales, el entendimiento sincero y hasta el más mínimo sentimiento de humanidad.

Y en ese contexto, hace apenas unos días, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, solicitaba de Washington y Moscú que volviesen a la carga diplomática para intentar lograr soluciones al conflicto sirio, luego de setenta y dos meses de combates y de los incontables sufrimientos impuestos a esa nación mesoriental.

La tan publicitada conferencia Ginebra Dos, realizada este febrero, devino un fiasco, toda vez que fue imposible encontrar consenso entre los presentes para poner fin a los enfrentamientos.

Era, en pocas palabras, la anunciada resultante de la actitud reacia y prepotente de quienes brindan carta blanca, apoyo a manos llenas, e instrucciones precisas a los titulados “rebeldes”.

El gobierno de Bashar El Assad acudió a la cita haciendo gala de buena voluntad a pesar de sus sonados avances en el frente militar, pero la mayoría de sus interlocutores parecieron haber interpretado ese paso como un signo de debilidad, y se concentraron en intentar deponer a las autoridades de Damasco y borrar de la vida pública al actual presidente y sus colaboradores.

Lo cierto es que pese a sus derrotas bélicas, la titulada oposición armada, verdaderos destacamentos terroristas, siguen siendo una carta predilecta de Washington y el resto de Occidente para intentar zafarse del gobierno sirio y afianzar sus fueros en Asia Central y Oriente Medio.

Y como el fin de los amos es precisamente cambiar de régimen en Siria, era de esperar que ninguno de esos grupos pretendidamente rebeldes tuviese respuestas honorables, serias y sensatas ante ningún tipo de negociación.

Mientras tanto Damasco hace esfuerzos por mantener la vida política interna, e incluso habla de llevar adelante las elecciones presidenciales de junio cercano, donde todo indica que Bashar El Assad irá a la reelección.

Un paso que ya empezó a ser cuestionado por diversas fuentes, desde las más adversas al gobierno legítimo sirio, hasta algunos personajes que se insisten en denominarse “interesados en un arreglo balanceado.”

El gran temor de ambos bandos radica en que, de lograrse unos comicios sin mayores contratiempos  a pesar de los actos agresivos de los mercenarios y terroristas, la población local haga constar en las urnas su preferencia por Bashar El Assad, lo que restaría abierta y públicamente enormes cuotas de maniobra a los que no han cesado de llenarse la boca para hablar de la vigencia en Damasco de una dictadura represiva, sangrienta, e intolerante, pero dispuesta, destacan otras fuentes, a jugarse la continuidad mediante el ejercicio masivo de sufragio.

Por demás, en el actual contexto internacional, donde sobre las costas del Mar Negro y la divisoria este-europea el tema ucraniano reaviva las tensiones directas con Moscú, no resultaría nada grato para los expansionistas de Washington y sus aliados la confirmación de que el pueblo sirio no se identifica para nada con los pretendidos “cambios”  que tales poderes han diseñado para regir su futuro y el de su país.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 3 comentarios


senelio ceballos
 18/3/14 15:34

NESTOR..ABIERTO y cada dia mas peligroso...Ayer mas de 40 cohetes cayeron desde PALESTINA en Israel y los judios atacaron con todo y la situacion cada dia en esa areas se pone peor...Hoy algunos diplomaticos sirios fueron expulsados desde EU...Situacion fea!! Explico LABROV en la TV-Rusa!

David Thevening Locutor Estudiante de Derecho des
 18/3/14 13:57

seria ridiculo.

Marce Alus desde FB
 18/3/14 13:56

que decidan los sirios .

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