El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este fin de semana una conspiración de la ultraderecha para hacer colapsar su gobierno el próximo junio, mientras líderes políticos de la región y organizaciones sociales advierten sobre la necesidad de fortalecer la integración política y socioeconómica con nuevos planes y el fortalecimiento de proyectos.
Maduro indicó que figuras no afines al gobierno avisaron, sin embargo, de los planes conspirativos, tras escuchar que junio será el “mes del colapso, cuando el pueblo se va a alzar contra el gobierno, el mes para el golpe de Estado, eso dicen ellos (opositores)”, señaló, y destacó que, por el contrario, este será de “ofensiva revolucionaria, de revolución, de patria y victoria frente a las pretensiones violentas y golpistas”.
El aviso de personas alarmadas por lo que escucharon en una reunión opositora fue cruzado con la información de que dispone la Inteligencia venezolana, indicó el jefe de Estado.
Este domingo, el canciller Elías Jaua anunció en la televisión que en los próximos días presentará denuncias sobre la injerencia de Estados Unidos en su país ante Naciones Unidas, la Unión de Naciones Suramericanas (ONU), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Jaua ratificó en el programa del periodista José Vicente Rangel: “Ya basta de que el Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) asuma una competencia que le corresponde a los organismos multilaterales (...). Hay que recordar que nosotros como nación libre e independiente no le reconocemos a EE. UU., ni a su parlamento, ninguna autoridad extraterritorial para legislar sobre Venezuela. Hay unos principios básicos del Sistema de Naciones Unidas que tienen que ser respetados”, expresó en alusión a las amenazas de voceros del gobierno de Washington de aplicar sanciones o legislar sobre el Estado venezolano.
Mientras continúa la batalla entre la Revolución Bolivariana y la ultraderecha, América Latina adopta posiciones para vigorizar la unidad regional que defendiera el Comandante Hugo Chávez, fallecido hace 13 meses, y que abarca distintos sectores de colaboración bajo nuevas formas alejadas del neoliberalismo.
En ese sentido, un importante paso en los avances económicos se dieron la última semana, cuando diez naciones importantes en materia de hidrocarburos acordaron ejecutar un proceso comunitario en el llamado G-10, informó Carlos Villegas, presidente de la estatal de Bolivia, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
La primera cumbre del G-10 será el próximo año en Argentina, informó Villegas al término del IV Congreso de Gas y Petróleo, celebrado en la ciudad de Santa Cruz, en el que se ratificó la unificación de las naciones poseedoras de hidrocarburos en Latinoamérica por los 900 delegados al evento.
Asuntos relacionados con la importancia que juegan las empresas estatales en la composición continental fueron tratados en esa reunión, que marca otro punto a favor del nuevo bloque de potencias hidrocarburíferas, integrado por México, Perú, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Colombia y Chile.
Las conclusiones del encuentro serán compartidas con el resto de América Latina y el Caribe, con el propósito de analizar proyectos y eventuales nuevas adhesiones en la I Cumbre de Argentina.
Entretanto, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Chile, Michelle Bachelet, ratificaron que “hay que ponerle fuerza” a la integración con el especial refuerzo de la UNASUR, integrada por doce naciones de Suramérica en el 2008, según dijeron en conferencia de prensa conjunta.
Los gobernantes, reunidos en el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, en ocasión de una visita oficial de Correa, asumieron que Unasur ha sufrido duros reveses en su consolidación con la muerte de su primer secretario general, Néstor Kirchner, y después del Comandante Hugo Chávez, dos pilares de la fortaleza de ese bloque comunitario.
Bachelet, por su parte, advirtió que revertirá la posición de su país ante Unasur, ya que su antecesor, el derechista Sebastián Piñera, se adhirió a la Alianza del Pacífico, una entidad creada por Estados Unidos para eliminar las unitarias proyecciones socioeconómicas y políticas logradas en los últimos 15 años en América Latina y el Caribe, y se despreocupó de la Unión.
“La integración ha sufrido duros golpes en los últimos años, tenemos que recuperar el dinamismo”, enfatizó el mandatario ecuatoriano, quien aseguró que “Michelle (Bachelet) será un puntal de esa reactivación”. Quito, la capital de Ecuador, es sede de la Secretaría general permanente de Unasur, cargo que ocupa ahora Gabriel Rodríguez.
Correa, quien es un relevante economista, mencionó que “hay mucho por hacer en la interconexión eléctrica, la armonización de la legislación laboral —para evitar que los países compitan entre sí con bajos salarios—”, y también “ponerle condiciones al capital internacional”.
La presidenta de Chile, a su vez, precisó la necesidad de consolidar todos los mecanismos integracionistas regionales, además de UNASUR, ya que estos juegan un significativo rol complementario.
Bachelet aludió en el proceso unitario a las inversiones de la estatal Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) en el golfo de Guayaquil y a la cooperación en el ámbito militar.
La jefa del gobierno chileno también se reunió en Buenos Aires, la capital argentina, con la presidenta Cristina Fernández para suscribir varios acuerdos, en su primera salida al exterior luego de asumir su segundo mandato.
Las jefas de Estado firmaron varios acuerdos de integración, entre los que se destaca el relanzamiento del Acuerdo de Maipú, paralizado bajo la administración de Piñera.
La suscripción del Tratado de Integración y Cooperación, firmado por ambas hace cinco años en Maipú, guarda un especial significado histórico para las dos naciones suramericanas: allí fue donde se abrazaron los próceres de Chile y Argentina, Bernardo O´Higgins y José de San Martín, el 5 de abril de 1818, en un simbólico gesto de la hermandad argentino-chilena.
Bachelet y Fernández dijeron a la prensa que reimpulsarán desde sus gobiernos la unidad latinomericana desde entidades como la Unasur, la CELAC, y el Foro de Consulta y Coordinación Política del Mercosur.
La mandataria argentina indicó: “Nos necesitamos los unos a los otros para potenciarnos y poner en marcha esa sinergia para la región“, ante el gran desafío que significa derrotar la desigualdad en Suramérica.
Otras dos naciones que avanzaron en el fortalecimiento de sus vínculos bilaterales en los últimos días fueron Cuba y Guatemala. La canciller guatemalteca, Mireya Agüero, viajó a La Habana en visita oficial, con el interés de fortalecer las relaciones diplomáticas, políticas, económicas, comerciales y de cooperación, indicó la Secretaría de Relaciones del país centroamericano.
Agüero y su par cubano Bruno Rodríguez Parrilla analizaron una amplia agenda de trabajo, en la que revisaron las relaciones bilaterales, además de los procesos de integración de la CELAC, la Asociación de Estados del Caribe (AEC), y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
En otro avance unitario, representantes de la Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (ULAN) celebraron su III Asamblea General, en la que acordaron integrarse en la lucha contra la hegemonía impuesta por las trasnacionales de la información, las que, por ejemplo, desvirtúan la realidad venezolana para colaborar con los planes de la derecha regional.
El directivo de la Agencia de Noticias de Argentina (Télam) Juan Manuel Fonrouge, fue ratificado como presidente de la ULAN y precisó que es un deber de la organización “acompañar a los gobernantes latinoamericanos en sus esfuerzos integracionistas”.
Expertos consideran que ANSUR será la voz de la comunicación en el Sur, dado su propósito declarado de unificar voces e identidades, y difundirlas en un esfuerzo común por mostrar con ojos propios la realidad latinoamericana y caribeña.
ANSUR será un servicio noticioso con una mirada distinta, escrita por los propios latinoamericanos y no por las agencias europeas o norteamericanas; será de acceso gratuito para medios y público, precisó Fonrouge durante el evento celebrado en La Habana en fecha reciente.
Las próximas semanas y meses serán de enorme importancia, según coinciden analistas, en el fortalecimiento del legado dejado por figuras políticas de la talla de Kirchner y Chávez, el que se mantiene con nuevos líderes y gobiernos que han transformado la geopolítica regional.
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