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sábado, 16 de noviembre de 2024

Lecciones de conciencia y dignidad

Los próximos días y semanas resultarán fundamentales para el futuro venezolano.

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 22/05/2018
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El presidente venezolano Nicolás Maduro resultó reelecto por mas de seis millones de votos –equivalentes a un 67,8 por ciento del sufragio.

El presidente venezolano Nicolás Maduro resultó reelecto por mas de seis millones de votos —equivalentes a un 67,8 por ciento del sufragio— lo cual pudiera parecer cifras bajas para los conservadores a nivel mundial, pero que demuestra, por el contrario, la disposición popular a resistir, a su lado, los embates guerreristas de Estados Unidos y sus aliados latinoamericanos.

Los analistas imparciales reconocen que la victoria de Maduro, con 6 190 612 boletas favorables constituye un rechazo abierto de la ciudadanía a la represión, agresiones, sanciones, y amenazas bélicas contra la Revolución Bolivariana y su actual líder, al que sus enemigos califican de dictador, un término sin sentido en una nación que en los últimos nueve meses realizó cuatro elecciones, y 24 en los 19 años del poder progresista y de democracia inclusiva. De ellas, ganó 22 confrontaciones.

Las elecciones celebradas la víspera fueron atacadas desde que se anunciaron por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con Estados Unidos liderando un complot internacional contra el mayor productor de petróleo de América Latina, del cual pretende apoderarse tras aniquilar la Revolución Bolivariana.

La Casa Blanca está acostumbrada a quitar y poner mandatarios en la región con distintos métodos, incluso, con la agresión armada, como en Haití, Chile, República Dominicana, Guatemala. Ahora se vale de sanciones diplomáticas, económicas, amenazas guerreristas y otros métodos del llamado golpe de Estado blando, pero que incluye la violencia local para derrocar los gobiernos progresistas y revolucionarios.

Estados Unidos y el llamado Grupo de Lima, formado por aliados del imperio, la mayoría con graves problemas internos, anunció hace un mes que no reconocería los resultados, al igual que la Unión Europea, que sigue a pie juntillas la política derechista contra los venezolanos.

En un país donde el voto no es obligatorio, el que unas nueve millones de personas cogieran las calles y acudieran a los colegios electorales sin un incidente, mientras son atacados sin misericordia en una guerra económica, habla muy alto de la conciencia de la población, que desea la paz interna en un ambiente transparente, de cordialidad y tranquilidad.

No puede negarse tampoco que Venezuela es una sociedad polarizada entre una clase social alta, burguesa, comprometida con los capitales, y una mayoría pobre, que por primera vez con la Revolución tuvo acceso a salud y educación, al deporte, la cultura, la vivienda y otras mejoras sociales.

Para los 150 acompañantes internacionales de los comicios resultó reconfortante que este domingo no hubiera ningún incidente, lo que se logró gracias a la invitación del presidente Maduro a la oposición, con la que firmó un acuerdo previo para evitar hechos de esta naturaleza, así como que las partes aceptaran los resultados oficiales, lo que no cumplieron varios candidatos opositores.

Los visitantes extranjeros, entre ellos políticos, intelectuales, analistas, periodistas, procedían de América Latina, África, Asia, América del Norte y Europa, comprobaron la vocación de paz de una población castigada hasta los límites por los grandes grupos de poder capitalista.

El segundo colocado fue el derechista Henri Falcón, quien se separó de la Revolución luego de la muerte del presidente Hugo Chávez en 2013 y se convirtió en uno de los jefes de la contrarrevolución. Luego se separó de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), donde se agrupan los partidos conservadores y creó su propia agrupación. Falcón obtuvo 1 917 036 votos, pero aun antes de que el Consejo Electoral Nacional (CEN) diera el informe oficial afirmó que el proceso fue fraudulento, en coro con los contrarrevolucionarios de línea dura y las naciones hegemónicas.

La actitud de Falcón fue similar a la del tercer candidato, el pastor evangélico Javier Bertucci, con 988 761 votos, quien también irrespetó los sufragios, aunque se reconoce a nivel mundial que el acto comicial venezolano es invulnerable. El cuarto lugar lo ocupó Reinaldo Quijada, con 36 246 boletas.

Ahora la oposición puede tener dos caminos: o se une al gobierno en el diálogo nacional solicitado por el gobierno, o se agrupa para tratar de derrocar al reelecto presidente, en lo que no se prevé ganancia alguna para ella.

Es importante analizar que los sufragistas representan el 46,2 % de los inscriptos en el padrón electoral, lo cual no significa que estuvieran obligados a ejercer el voto. Y ello ocurre, además, cuando los opositores llamaron a abstenerse en los comicios incluso desviando el transporte público para impedir el traslado a los colegios electorales y otras maniobras de igual calaña.

En su primer discurso, minutos después de que se anunciara su victoria, el reelecto presidente se dirigió a millares de personas situadas ante el Palacio de Miraflores, y anunció la convocatoria a un gran diálogo nacional, en el que pueden participar, dijo, todos los que deseen una economía próspera y sostenible, una paz duradera y la continuidad de programas sociales implantados por Chávez.

En efecto, el pueblo votó por la paz, pero también el mandatario recibe un mandato para entregarle a sus seguidores una mejor proyección nacional, con énfasis en la situación económica, que vive sus peores momentos de tensión debido a las continuas sanciones del gobierno norteamericano.

Aunque la ciudadanía venezolana dio una muestra de conciencia patriótica, en la que destaca una gran mayoría joven, nacida cuando ganó la Revolución en 1998, o contaba con pocos años de edad, también es cierto que hay una necesidad silenciosa, de confianza, para que el nuevo gobierno encuentre otros caminos para burlar el bloqueo financiero del régimen de Donald Trump, la Unión Europea y los lacayos latinoamericanos.

Aunque las felicitaciones por la reelección comenzaron a llegar casi de inmediato a Caracas, también la Casa Blanca reaccionó de manera abrupta, como hace de manera habitual, y calificó los comicios como “insulto a la democracia”, olvidando que su presidente está sentado en la Oficina Oval cuando perdió los comicios por más de dos millones de votos favorecedores a Hillary Clinton, y solo lo salvó el anacrónico sistema electoral vigente en el país.

El vicepresidente Mike Pence advirtió que el gobierno “no se quedará de brazos cruzados” luego de calificar los comicios como una “farsa”, en una nueva amenaza contra la integridad de la soberana república suramericana, a la que la Casa Blanca considera, según resolución presidencial de Barack Obama, “una amenaza inusual y extraordinaria” para la mayor potencia económica y militar del planeta.

“Es hora de que el presidente Nicolás Maduro se vaya”, tuiteó la misión estadounidense ante la ONU, dirigida por la derechista embajadora Nikki Haley.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, advirtió este lunes que Washington tomará nuevas medidas punitivas contra Venezuela luego de conocerse la reelección de Maduro.

Estas elecciones del 20 de mayo dejan varias lecciones, todas importantes, tanto para el gobierno como para la belicosa oposición.

El legado político del presidente Chávez está intacto y los venezolanos dispuestos a dar hasta la vida para que no se apague. La unión cívico-militar es un bastión irreductible para proteger la Revolución Bolivariana. El pueblo no se rinde ante amenazas bélicas ni la guerra económica y votó por la esperanza. La paz es una divisa nacional sobre la cual debe fundamentarse un desarrollo económico sustentable, quizás la principal tarea de Maduro hasta que concluya su mandato en el 2025.

Los próximos días y semanas resultarán fundamentales para el futuro venezolano.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


m@
 22/5/18 15:14

Venezolanos velen por su Presidente Maduro, cuiden a su presidente Nicolás Maduro, muchos de ustedes se inclinan a la farsante derecha y esta derecha su única intensión es la riqueza del país, es la codicia de obtener el poder,  TODO ESE PLEITO ES POR PODER, consecuencia que entre ellos mismo se desacreditan, SE DENIGRAN, nunca Venezuela soñó con tener todas las posibilidades que tienen, gracias al enorme trabajo entre la gran figura Chávez y el Comandante en Jefe Fidel Castro- AMBOS SE ENCUENTRAN EN LA GLORIA,  la ciudadanía que existía anteriormente pobre y la clase media ambas actualmente VIVEN mejor que cualquier rico de este planeta, este noble y maravilloso gobierno chávista les pone a todos ustedes los recursos regalado, ESO NO LO HACE NADIE, medicina de ultima generación, equipos de salud de punta, escuelas desarrolladas, inmensas casas con todo lo que necesita el ser humano - REGALADAS, miles y miles de carros gratuitos, seguridad social,  jornadas laborales en corto tiempo, “ UNA GRAN PARTE NO TRABAJAN” y se la pasan de fiesta en fiesta, te da la posibilidad de festejar todos los fines de semana al derroche, te educan con buena escolaridad, te ponen hasta en la mano REGALADO el espejuelo para veas aun mejor al mundo, NO JODA compadre – A la verdad que si te coge la derecha mi hermano, te veré peor que un mendigo-menesteroso por las calles de CARACAS.          

 

Sí, por Nicolas Maduro.

22 de mayo del 2018

Hora: 3. 8.pm

M.@

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