Nicaragua: luz y fuego en la continuación de sus batallas

Eric del Río tiene 26 años y es el director de Radio Nicaragua, la emisora oficial del gobierno nicaraguense, pero quizás Eric sea la persona de mayor edad en la red de jóvenes comunicadores de la Juventud Sandinista 19 de julio que él coordina.

Llamo la atención de Eric sobre su juventud y me dice que el director del canal 6 —la televisora gubernamental de Nicaragua— tiene su misma edad. En un país donde el 65% de la población es menor de 30 años, el Frente Sandinista de Liberación Nacional gobierna con ellos.

Las celebraciones por los 35 años de la Revolución Sandinista que derrocó con las armas al dictador Anastasio Somoza lo han tomado muy en cuenta. La conmemoración el 17 de julio del “Día de la alegría”, fecha en que huyó el tirano Anastasio Somoza, apoyado por Estados Unidos, fue una buena ocasión para mostrarlo.

Este 17 de julio, la avenida De Chávez a Bolívar acogió en todo su trazado 39 escenarios con espectáculos folclóricos protagonizados por jóvenes del Movimiento Cultural Leonel Rugama de la Juventud Sandinista, evidenciando una gran capacidad organizativa y un alto poder de convocatoria.

Nicaragua es un país triplemente arrasado. Primero por las dictaduras que siguieron a las intervenciones estadounidenses a inicios del siglo XX, luego por la guerra sucia que impuso el gobierno de Ronald Reagan para destruir la Revolución Sandinista, y por los gobiernos neoliberales que siguieron a la derrota electoral del sandinismo en 1990.

Al retomar el poder en el 2006, el Frente Sandinista encontró un país con un 55% de desnutrición,  48.3% de pobreza y un 17.2% de pobreza extrema.  Al invertir en el período 2007-2013 más del doble de lo invertido entre el 2002 y 2006 en la lucha contra la pobreza, el gobierno del Presidente Daniel Ortega ha logrado reducir sustancialmente esos indicadores, pero todavía el esfuerzo a realizar es grande y para ello ha impulsado diversos programas sociales.

En busca de mayores recursos para luchar contra la pobreza  en un país no petrolero  de agricutura tropical, se quiere comenzar este año la construcción de un Canal Interoceánico, una enorme inversión cuyo impacto ambiental busca reducir un gobierno que ha elevado la matriz energética del país a un 55% de energía renovable y que aspira a llevarla en 2020 al 90%.

En lo internacional,  su integración al ALBA y su posición solidaria con la Revolución cubana y la Venezuela bolivariana le han ganado al gobierno nicaraguense la demonización de la industria mediática global, pero lo cierto es que el Presidente Daniel Ortega goza hoy de una alta aprobación, que es aún mayor entre la juventud del país. Una encuesta del pasado enero coloca en el 77% la popularidad del gobierno.

En la loma de Tiscapa, donde estaba el búnker de Somoza y llegaron el 19 de julio de 1979 las tropas del Frente Sandinista, se alza la imagen del General de hombres libres Augusto César Sandino, el joven nicaraguense que asombró al mundo derrotando a los marines yanquis. En el interior de la loma, bajo el hormigón del búnker, un poema de Pablo Neruda lo recuerda: “Augusto C. Sandino se llamaba/para que nos dé luz y nos dé fuego/en la continuación de sus batallas”.