jueves, 19 de septiembre de 2024

México: Reforma energética en discusión (+Audio)

Estados Unidos (EE.UU) trata de interferir en los asuntos internos de México, pero el presidente López Obrador pone los puntos en las íes...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 08/04/2022
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Reunión-México-EE.UU-John Kerry
Reunión de altas autoridades mexicanas con el enviado del gobierno de EE.UU. John Kerry, en una cita que delató los intereses injerencistas de los vecinos norteños. (Tomada de @lopezobrador).

México se apresta al análisis en el Congreso Nacional, a mediados de este mes, de la reforma eléctrica, que, según el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) traerá pingues beneficios al país, mientras Estados Unidos (EE.UU.) trata de interferir y vigilar los a una nación soberana por posibles perjuicios a sus millonarios negocios.

La propuesta de calendario del partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),   indica que el trabajo en las comisiones será del 25 de marzo al 6 de abril, al siguiente día se circulará el proyecto de dictamen, el 11 será discutido y el 12, votado. Preámbulo para que el 13 sea o no aprobado en el Pleno de la Cámara de Diputados y el 14 enviado al Senado.

La reforma propuesta por AMLO, en términos generales, aspira a revertir la liberalización del sector impuesta por el exmandatario Enrique Peña Nieto, en 2013.

La votación de la iniciativa sería después del referendo revocatorio del 10 de abril, con el cual AMLO busca legitimar su mandato, iniciado a finales de 2018, en el que la actual reforma eléctrica es un proyecto fundamental. Con la consulta, deja una democrática pauta para que los futuros mandatarios también se vean obligados a someter su presidencia al voto popular.

No ha sido fácil para la administración de Morena introducir la reforma energética, dado los intereses de las empresas trasnacionales, en su mayoría estadounidenses, que ponen al tope su maquinaria mediática para crear matrices de opinión contra el propósito, incluso en los congresistas de las dos naciones fronterizas.

INJERENCIA DE ESTADOS UNIDOS

Era difícil que Estados Unidos (EE.UU.) no metiera las narices en la iniciativa de cambios dirigida a ponderar la empresa nacional, pero sin que ello signifique actuar contra inversionistas extranjeros, entre ellos los vecinos norteños.

La pasada semana, el mandatario mexicano y funcionarios de su gabinete se reunieron con el enviado para el cambio climático de la administración demócrata, John Kerry, (tres viajes en cinco meses), y el embajador de Washington, Ken Salazar, acompañados por empresarios estadunidenses de los sectores eléctrico, manufacturero y automotor para aclarar, dijeron, algunos asuntos de la transformación en la rama energética.

México mantiene una actitud respetuosa, como dicta su política exterior, con la Casa Blanca, pero sin retroceder en sus principios y diciendo las verdades cuando ha sido necesario.

Según trascendió en conferencia de prensa brindada después por el jefe de gobierno, y a pesar de los esfuerzos de los estadounidenses por resolver sus inquietudes, poco sacaron en la reunión de cinco horas en Palacio Nacional.


López Obrador asegura que la reforma energética está dirigida a proteger la industria petrolera nacional. (Tomada de Resumen Latinoamericano)

Aunque AMLO aseguró que los funcionarios de EE.UU. quedaron ¨satisfechos y muy contentos¨, sin expresarles incomodidades, la embajada de ese país difundió después un comunicado en el que indica que visitantes “reiteraron las importantes preocupaciones que EE.UU. ha planteado sobre los cambios en la política energética” de su vecino y que las modificaciones constitucionales implican posibles violaciones al Tratado tripartito con México y Canadá, lo cual “pone en riesgo miles de millones de dólares de inversión potencial en México y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Además, Kerry aseguró la existencia de un acuerdo –desmentido por AMLO- mediante el cual Washington mantendría un equipo de vigilancia en México “para tratar de asegurarnos, dijo, de que todo lo que surja del esfuerzo de reforma (eléctrica) refleje la mejor capacidad para seguir adelante”.

López Obrador negó el acceso a una suerte de vigilancia norteamericana sobre la actuación de las autoridades locales, y reiteró que ¨eso no se puede aceptar, venga de EE.UU. o de otro país¨.

No se trata solo de las supuestas preocupaciones de Kerry. En igual sintonía se manifestó Katherine Tai, Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), quien planteó a senadores en Washington que también estaba “profundamente preocupada¨ (palabra muy usada por los diplomáticos del Norte) por los avances legislativos y regulatorios en la industria energética mexicana vistos en los últimos meses¨.

Como parte del lobby y la presión mediática en un intento de que el gobierno mexicano retroceda, Ron Wyden, senador demócrata por Oregón, afirmó que México está “considerando leyes para concentrar el mercado y la autoridad reguladora en manos de la empresa eléctrica estatal. Esto podría significar un mayor enfoque en los combustibles fósiles con oportunidades limitadas para los proveedores de energías limpias¨ declaró Wyden a Los Ángeles Times.

Fuentes de prensa indican que la campaña de los estadounidenses parte de que México desea  tener plantas productoras de energía sucia y limitando la posibilidad de crecimiento a las energías limpias. Todo eso es falso, según las autoridades locales, pues la mayoría de los extranjeros quieren preservar sus negocios.

De lo que se trata, y es lo que está en juego, es de favorecer a las plantas estatales de generación eléctrica, ser autosuficientes y limitar las ventas de energía de proyectos privados construidos por extranjeros.

La postura norteamericana indica que el régimen de Joe Biden, amén de lo expresado en la reunión, plantea un despropósito: pretender que sus tecnócratas auditen el desarrollo del proceso legislativo de su vecino, sin importar incluso la magnitud de los intereses corporativos en juego.

Ello demuestra que Kerry y sus representados siguen creyendo que tienen jurisdicción sobre México, dada su visión irrespetuosa, asimétrica y neocolonial que debían tener los vínculos bilaterales, además de que ¨olvida¨ que sólo el Congreso de la Unión está facultado para decidir si aprueba, rechaza o enmienda la iniciativa presidencial. El Estado mexicano es el único que puede dictar las políticas de uso de los recursos naturales nacionales, incluidos los empleados en la generación de electricidad.

La respuesta mexicana fue rápida y enfática. “Hay una gran diferencia entre comunicarnos a imponer un grupo para vigilarnos, observarnos, eso pues no lo permite nadie. A lo mejor en otros tiempos, gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya son otros tiempos. Respeto a la soberanía, siempre, ni patio trasero ni patio delantero¨, aseguró el presidente a la prensa nacional y extranjera.

–No se aceptó la idea de Kerry, afirmó el líder de Morena. Y puso como ejemplo: ¨Es como si yo voy a Estados Unidos y le propongo al presidente Biden que reduzca el precio de las gasolinas por decreto; (él) con razón me diría: ¨Y tú qué te metes, deja de estar de zalamero¨.

Para analistas, es irónico que Washington trate de entrometerse al plantear el pretexto de las energías limpias para presionar a AMLO a mantener privilegios de las grandes corporaciones, mientras Biden  anuncia la inyección de reservas petroleras más grande de la historia para tratar de contener la escalada de precios de los combustibles a partir del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

DECALOGO DE LA REFORMA

En el decálogo que elaboró México, el primer punto – de diez- ofrece la garantía del gobierno de respetar los permisos de importación a las petroleras ExxonMobil, Valero, Koch, Shell y Tesoro, siempre que acaten las condiciones de precios justos y legalidad, es decir, no vender el llamado huachicol ni hacer contrabando.

La administración federal propuso, como gesto de buena voluntad, retirar las denuncias y levantar las clausuras derivadas del presunto huachicol, -robo de combustible- pero habría fuertes sanciones por reincidencia. El gobierno reveló incluso que hay terminales construidas sin permisos, por lo que la única opción para éstas sería la adquisición por parte de Pemex.

Como segundo aspecto se reitera que no se otorgarán nuevos permisos en el sector, porque el objetivo es fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fundada por el presidente Lázaro Cárdenas, las que en adelante tendrán prioridad “por el bien del pueblo y de la nación”.

En el tercero, el gobierno de Morena pide invertir a las petroleras de EE.UU. con permisos para extraer petróleo y gas de México, porque de las 112 concesiones entregadas el sexenio pasado sólo lo hacen dos. Por primera vez se indica que las estadunidenses (Talos, Fieldwood, ExxonMobil, Murphy Sur, Chevron, Verdad y Roma Energy) están en esa inmovilidad.

Otro importante punto plantea que el yacimiento Zama, compartido por Pemex y Talos Energy, inicie sus operaciones de exploración y perforación. De lo contrario, la estatal mexicana ocupará ese yacimiento con potencial de entre 550 y 650 000 000 de barriles de petróleo equivalente a casi 5 000 millones de dólares después de impuestos.

El plan es que la CFE genere 54 % de la electricidad y el sector privado el 46% restante. De ahí que analistas concuerden en que no es una estatización, sino un mercado compartido, que busca rescatar a Pemex y CFE por seguridad nacional y mantener precios justos para los consumidores.

Mientras, continúan las conversaciones en las distintas bancadas del Congreso Nacional, que dirá la última palabra respecto a la reforma. Incluso el jefe del gobierno recordó a los legisladores del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), que el general Cárdenas aseguraba que ¨quien entrega los recursos naturales del país a extranjeros es traidor a la patria”.

A menos de tres años de concluir su mandato, AMLO mantiene el propósito de concretar al menos otras tres reformas constitucionales que le permitan asegurar su prometida ¨Cuarta Transformación¨ (4T) de la vida pública del país, en aras de disminuir la desigualdad no solo económica sino de la influencia de pequeños grupos ciudadanos sobre las riquezas del entorno.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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