México: elecciones parciales bajo focos de violencia

La mirada internacional converge hoy en México, una nación de cultura milenaria que llegó a primeros planos debido al alto grado de violencia imperante, en especial en los estados del Sur, donde la narcopolítica hace que la ciudadanía rechace a los partidos políticos y esté volcada en manifestaciones públicas que quitan brillo a las elecciones parciales de este domingo.

Cuando amanezca, estarán listas las condiciones para que 83 millones de mexicanos convocados a las urnas ejerzan su voto en medio de denuncias de asesinatos de más de una decena de candidatos, robo de boletas, posible abstencionismo y un amplio despliegue militar que pretende evitar  nuevos brotes de protestas de la ciudadanía.

Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE),  advirtió que hay zonas de los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero en las que no existen condiciones idóneas para la instalación de las mesas, y donde más fuerte se han hecho las manifestaciones para la suspensión de los comicios, dado el grado de insatisfacción existente con respecto al contubernio, ya comprobado, entre las autoridades locales y el narcotráfico.

Hace ocho meses, en la localidad de Iguala, en Guerrero, desaparecieron 43 estudiantes normalistas detenidos antes de que pudieran protestar de manera pacífica contra los planes electorales del alcalde municipal. Un tiroteo de la Policía los recibió al bajarse del ómnibus que los trasladó desde Ayotzinapa, donde estudiaban, con saldo de seis muertos, tres de ellos alumnos de la escuela normalista.

Esa noche fue la última que el pueblo de Iguala vio con vida a los muchachos. Con el caso ya cerrado por el gobierno federal, hasta hoy lo único que se conoce por el alcalde detenido es que la Policía, bajo su mando, los entregó al grupo mafioso Guerreros Unidos, el que presuntamente los asesinó, quemó los cadáveres y tiró los restos al río San Juan, en Cocula.

El suceso de Ayotzinapa mostró al pueblo mexicano, con rostros identificados, las desapariciones forzosas, que son 40 mil en una década, 150 mil muertos en ejecuciones extrajudiciales cotidianas, mientras  la emigración interna debido al miedo suma más de medio millón de ciudadanos. Esos son los casos conocidos, pero hay una cifra parecida de crímenes de lesa humanidad que no salen a la luz.

En Xalapa, Veracruz, la víspera fueron atacados un grupo de estudiantes universitarios que celebraban un cumpleaños por individuos encapuchados, equipados con chalecos policiales y quienes portaban bastones, machetes y armas largas. Durante el ataque ocho estudiantes sufrieron heridas con arma blanca, además de que les fueron sustraídos teléfonos celulares y computadoras, informó este sábado el periódico mexicano La Jornada.

Según un comunicado emitido por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, las víctimas son alumnos "dedicados a actividades de carácter social, integrantes de colectivos y grupos en defensa de recursos naturales".

Es en este contexto de impunidad y violencia que el pueblo mexicano deberá elegir a mil 996 nuevos ocupantes a cargos públicos, entre ellos 500 diputados federales, gobernadores de nueve estados,  más de mil alcaldes, y concejales municipales.

Analistas consideran que existe la posibilidad de que en los tres estados del Sur signados por la criminalidad y ante las protestas populares se suspendan las elecciones –aunque sea por horas- o el gobierno adopte medidas extremas para garantizar la tranquilidad, lo que se traduce en un alto grado de represión por la movilización militar.

El gobierno federal no dijo el número de efectivos desplegados en el país, pero sí que pertenecen al Ejército, Policía Federal, Marina Armada de México y Gendarmería. El operativo se enfocará con mayor precisión en Oaxaca, en el sur del país, donde los últimos días maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) protestaron para exigir la anulación de la reforma educativa, entre otras demandas, indicó la cadena TeleSur. En Oaxaca fueron quemadas las sedes de ocho partidos.

Aunque son numerosas las organizaciones sociales y sindicales que llaman a no votar, el subcomandante Moisés, vocero actual del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, afirmó en recientes declaraciones, que su organización deja a la conciencia ciudadana si acude a los comicios.

 “Como zapatistas que somos, dijo, lo que hacemos, cada vez que se puede, es decirle a la gente que se organice para resistir, para luchar, para tener lo que se necesita…Lo que nos interesa es conocer más de cómo resistimos y enfrentamos las muchas cabezas del sistema capitalista que nos explota, nos reprime, nos desprecia y nos roba…”

Ante la veda decretada a las encuestas para evitar la incidencia en el electorado indeciso, el Consejero del INE Ciro Murayama refirió que cuando concluya el escrutinio de los comicios a diputados federales, se reportarán los datos por teléfono sobre los votos contados y asentados en un acta.

Murayama  indicó que “en el momento en el que Comité Técnico Asesor tenga una muestra robusta, esperamos que sea hacia las 22:30 hora local del centro del país, se dará la información al consejero presidente para que él, a su vez, dé a conocerla”.

Así está la situación en el antiguo país de los aztecas, signado por un domingo que puede ser difícil para el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyo Partido Revolucionario Institucional (PRI), según algunas encuestas de mayo pasado, debe ganar las elecciones, aun cuando exista un repudio colectivo ante el manejo oficial de la situación interna del país, en el que se dan la mano de manera lastimosa la miseria y la violencia.