viernes, 26 de abril de 2024

Lasso enredado (+ Foto)(+Video)

Aunque rige estado de excepción por 60 días, movimientos ecuatorianos avisaron que continuarán en la calle contra medidas neoliberales...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 04/11/2021
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Lasso
El presidente Guillermo Lasso decretó el Estado de Excepción por 60 días para desviar la atención sobre los complejos problemas a que se enfrenta, entre ellos el escándalo de los Papeles de Pandora, pero las movilizaciones populares continúan en su contra (Foto: extra.ec))

Después del traumático gobierno de Lenin Moreno, que llevó a Ecuador a la senda del neoliberalismo y dejó una economía en recesión, algunos analistas pensaron que la presencia del millonario banquero Guillermo Lasso en la presidencia traería nuevos aires a la política interna tras la contaminación dejada por el antiguo progresista amigo de Rafael Correa .

Muchos de sus votantes quizás pensaron que como dueño de una gran fortuna, no tendría necesidad de robarle al Estado. Craso error: según consta en el Servicio de Rentas Internas, el presidente ecuatoriano declaró un valor inferior de su patrimonio en 2016 para conseguir pagar menos como contribución para la reconstrucción del terremoto ocurrido el 16 de abril de ese año en Manabí.

Dime cómo vives y te diré cómo piensas. Y Lasso, que estuvo diez años esperando para sentarse en el sillón presidencial del Palacio de Carondelet (perdió las elecciones frente a Correa y Moreno) aunque lo jure no podrá ponerse en la piel de un minero ni de un indígena.

Accionista mayor del Banco Guayaquil durante dos décadas, fundó el Movimiento Creo, y una vez mas se presentó a los comicios con muchas ventajas, entre ellas la división que logró Moreno cuando se separó del movimiento correísta y fundó –para lograr nada- su propio partido.

MUCHO HUMO Y POCAS GLORIAS

Es muy probable que Lasso, con su experiencia económica, pensara que tendría al pueblo en sus manos si sacaba a Ecuador de su atolladero financiero, su gigantesca deuda con el Fondo Monetario Internacional dejada por la anterior administración, y como aciago telón de fondo la pandemia de la Covid-19, que registró hasta finales de octubre pasado 517 202 casos positivos y mas de 32 000 fallecidos, según el Ministerio de Salud Pública.

En un año de tragedia mundial, donde millones de vidas se perdieron a causa de la Covid-19, para él fue de bonanza, pues en 2020, según autoridades financieras, obtuvo ganancias de 6.4 millones de dólares que proceden del Banco de Guayaquil.

Aunque pocos conocen el monto de su fortuna personal, el banquero trató de justificar su capital en el exterior y aseguró que pagó en los últimos años 558 00 000 de dólares solo en impuestos. Doloroso contraste con la vida de los ecuatorianos. La pobreza ronda hoy el 35% y la extrema el 14,2%. En las zonas rurales es peor: el hambre alcanza al 47,9 de las familias y la desnutrición afecta al 26% de los niños entre 0 y 5 años. Mas de 5,6 millones de personas sobreviven con menos de 84 dólares (mn) al mes.

La fundación investigadora Donum confirmó que la nación meridiana del planeta retrocedió a los parámetros del 2010, mientras el Banco Central aseguró que durante la pandemia fueron eliminados 532 000 empleos. Razones por las que a solo cinco meses de su asunción, Lasso esté envuelto en una serie de sucesos, muchos que se venían arrastrando y otros nuevos, que podrían posibilitar su salida de Carondelet antes de la fecha prevista.

Al multimillonario que tanto deseaba desalojar el correísmo del mapa político,  el panorama le resulta poco halagüeño. Parece que a los multimillonarios el poder les atrae como la miel, pero algunas veces les resulta amarga. Ahí tienen a Salvador Piñera en Chile y a Donald Trump, en Estados Unidos.

Lasso ya tiene señales de las dificultades que conlleva la gobernanza de una nación. Para sus críticos, el presidente mostró su rostro neoliberal muy rápido. Una de sus primeras medidas fue la subida de los precios de los combustibles con las inmediatas protestas de las poblaciones movilizadas desde entonces en las calles, con solo unos días de receso por las tradicionales fiestas del Día de los Muertos.

Durante varios días, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) lideró un paro nacional –al que se unieron masivamente trabajadores, estudiantes y campesinos-, contra las políticas del régimen, y al alza progresiva de los precios de otros productos. A ello se unió la anunciada reforma laboral y tributaria enviada al Congreso-por la presidencia, y devuelto.

¨El pueblo está diciendo: no podemos cargar únicamente nosotros con el precio de los combustibles, señaló Leonidas Iza, presidente de la Conaie. Ante la represión, aseguró: ¨no venimos a desestabilizar, sino a exigir al gobierno en materia económica¨.

Rodeado de miles de indígenas en el sector de Panzaleo, centro del país, Iza expresó que una de sus exigencias era la congelación del precio de los combustibles en 1.50 para el diésel y dos dólares la gasolina. Otro reclamo es la reducción de precios generales en beneficio de los indígenas, que representan 7.4 % de los 17.7 millones de habitantes de Ecuador.

Otra demanda fue la suspensión de la cuestionada Ley de creación de oportunidades, rechazada por las centrales sindicales, pues implica, afirman, una precarización del trabajo.

La pobreza en Ecuador sigue golpeando más en las zonas rurales (Foto: AP).

Atemorizado por la fuerza de las manifestaciones,  Lasso congeló las tarifas, un gesto considerado insuficiente por las organizaciones opositoras.Es evidente que el mandatario pretende coger un respiro en el ambiente de denuncias, posible impugnación presidencial, desprestigio ante sus votantes.Aunque trata de quitarse de encima el pesado fardo de impugnaciones realizadas por el Consorcio Internacional del Periodistas de Investigación –donde aparece vinculado a 14 sociedades en el exterior –en el interés de evadir los impuestos nacionales e invertir sus dineros fuera del territorio nacional- la madeja comienza a enredarse en su entorno.

En ese contexto surgieron los sangrientos sucesos en las prisiones de la ciudad de Guayaquil, en los que murieron mas de cien reos, en clara evidencia del poco interés gubernamental de mejorar las condiciones de vida en esos lugares. Un reflejo, según la prensa local, de un presupuesto mal pensado, en tanto continúa la concentración de ingreso en las clases adineradas, en contraste con el alto desempleo, pobreza y falta de oportunidades.

En un informe preparado por periodistas de mas de 110 medios de comunicación de varios países, Lasso aparece, junto a Piñera y su homólogo de República Dominicana, como un evasor de impuestos, un delito penado por ley y en el cual, en muchos casos, aparece como lavado de dinero.

El caso es que el dignatario ecuatoriano, quien presume de su origen humilde cuando comenzó a trabajar en el banco Guayaquil como mensajero hasta convertirse en su líder, está envuelto en el escándalo de los Papeles de Pandora y son numerosas las voces que exigen le sea celebrado un juicio político.

REPRESION PARA ESCONDESE

Es en este caldeado panorama, que el pasado 18 de octubre el Ejecutivo decretó el estado de excepción con el argumento poco creíble de combatir el narcotráfico y la violencia que impera en muchas ciudades. Otra lectura de la medida es que el mandatario trata de desviar la atención pública hacia otros derroteros y evitar nuevas manifestaciones contra su mandato.

A pesar de la extrema medida, no prohibió las movilizaciones de la ultima semana, aunque le existía el derecho de hacerlo, quizás para evitar males mayores. Hasta ahora se conoce que hay 37 manifestantes detenidos.El poderoso movimiento indígena de Ecuador que participó en el derrocamiento de tres presidentes entre 1997 y 2005 (Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez), encabezó las críticas –y anunciaron volverían  al finalizar el actual feriado- en desafío al estado de excepción y las facultadas dadas por Lasso a los cuerpos represivos.

El llamado Plan Nacional de Seguridad Nacional mantendrá dispersadas con sus armas a los distintos cuerpos armados las 24 horas del día.En una explicación a los ciudadanos, el banquero señaló que policías y militares podrán desplegarse y efectuar operativos, "se realizarán controles de armas, inspecciones, patrullajes las 24 horas del día (...) daremos a las fuerzas del orden el respaldo necesario para llevar su lucha contra el crimen"..

Para encubrir acciones de violencia contra la población, refirió que "Crearemos la Unidad de Defensa Legal de la fuerza pública, que se dedicará a la protección de todos aquellos miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas que sea demandados por simplemente cumplir con su deber".

Durante su pronunciamiento el pasado día 18, instó a las fuerzas especiales a accionar con contundencia: "Actúen con la valentía que los caracteriza, este Gobierno indultará a todos aquellos, dijo, que hayan sido injustamente condenados por cumplir con su labor; nuestros jueces deben garantizar la paz y el orden".

Es decir, que da vía libre a los miembros de los cuerpos represivos para asesinar, golpear, torturar, violar y detener a quienes consideren enemigos del régimen, en lo que algunas fuentes políticas califican de exterminio de miembros del movimiento creado por Correa.No hubo, en cambio, una palabra sobre posibles programas sociales de los que tanto presumió en su campaña electoral. Lasso está bien enredado, o lo que es lo mismo, con la soga al cuello.
 


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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