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viernes, 15 de noviembre de 2024

Evo Morales continuará refundación de Bolivia

Evo Morales dedicó su triunfo a todos los pueblos en América Latina y el mundo que luchan contra el capitalismo y a Fidel Castro y Hugo Chávez.....

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 13/10/2014
1 comentarios

Estaba previsto y se cumplió: el presidente boliviano Evo Morales resultó reelecto para gobernar hasta el 2020 con más del 60 por ciento de los votos válidos y continuar la refundación del país que, en nueve años, saltó de la mayor pobreza hasta situarse entre el grupo de las economías inclusivas más fuertes y transparentes de América Latina.

No hay secretos en esta reelección en la que el primer presidente indígena boliviano, quien alcanzó la victoria hace nueve años, también haya ganado en los colegios habilitados en los nueve departamentos –incluidos aquellos donde la derecha reinaba- y en el exterior, y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) obtuviera los dos tercios de la Asamblea Legislativa. Evo, su vicepresidente Álvaro García Linares, y su agrupación política, arrasaron este domingo en los comicios generales.

Decenas de felicitaciones de líderes latinoamericanos, caribeños y europeos continúan llegando este lunes a La Paz, la capital, donde anoche el pueblo –sin transporte público para movilizarse hasta la medianoche- se reunió en la Plaza Murillo junto a su reelecto Mandatario y parte de su gabinete, además de organizaciones sociales para festejar el triunfo.

La escena se repetía en cada territorio boliviano, donde la música y la voz de Morales en su primer discurso luego de conocerse la nueva victoria mantuvieron expectantes a la población hasta el amanecer de este lunes, luego de un día pacífico en el que también escogieron a los líderes de las legislaturas departamentales y diputados a órganos regionales.

Morales derrotó de un “masazo”, como prometió, a los cuatro opositores más cercanos: el empresario de derecha Samuel Doria, del opositor Unidad Democrática, quien obtuvo el 25 de los votos, Jorge Quiroga (Partido Demócrata Cristiano) con un 9%, Juan del Granado (Movimiento sin Miedo) y Fernando Vargas (Partido Verde) apenas con tres por ciento cada uno.

¿Por qué más de cinco millones de ciudadanos –de un poco más de seis millones habilitados- dieron esta fuerte paliza a la derecha boliviana, que horas antes en un desesperado esfuerzo por evitar los comicios difundió que el Mandatario había sufrido un accidente y estaba en coma, lo que fue rápidamente desmentido en una intervención televisiva por Morales?.

Este nuevo triunfo del ex líder sindical cocalero, surgido de la base popular, es resultado de nueve años continuos al frente de un gobierno democrático que logró la visibilidad de un pueblo ignorado, víctima de la discriminación, y que ahora está insertado en el desarrollo de la nación, luego de la redacción de una nueva Constitución Nacional que permitió cambiar las bases estructurales de la economía y la sociedad bolivianas.

De un Estado excluyente que se caracterizó por continuos golpes de Estado y una política apegada a los intereses de los grandes capitales, Bolivia cambió de manera radical cuando se convirtió en un país plurinacional, con una economía en ascenso –al contrario de lo que muestran Estados Unidos y Europa- sin influencias hegemónicas, lo que le ha ganado el respeto y el prestigio internacionales.

Justo el día en que se conmemoraba lo que Morales calificó de “invasión” de Europa en tierras de América Latina y El Caribe en 1492, -calificado erróneamente como “descubrimiento”- ocurrió el triunfo en uno de los países de población indígena más humillados del continente, que sobrevivió al holocausto de que fue víctima por los colonizadores españoles primero, y estadounidenses después.

Analistas coinciden en que este triunfo reconoce lo que Morales y su equipo de gobierno lograron en menos de una década de trabajo honesto y responsable, anticolonialista, anti-neoliberal y antiimperialista.

En estos años, el Presidente logró la reivindicación de la hoja de la coca a nivel mundial como la planta sagrada de los pueblos indígenas; nacionalizó las grandes empresas extranjeras que sacaban las ganancias del país. Con ese capital, ahora en manos de un Ejecutivo democrático y justo, Bolivia lleva adelante proyectos sociales de gran envergadura con el objetivo prioritario de que los más pobres y olvidados antes sean incluidos en la política del Estado.

Desde su primera investidura, en el 2006, Morales mostró su postura integracionista y latinoamericanista y se sumó a los nuevos mecanismos surgidos de los gobiernos democráticos, como la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericana (UNAUSUR) y solicitó su entrada al Mercado Común del Sur (MERCOSUR), en tanto denuncia los males que acarreará la Alianza del Pacífico bajo el tutelaje estadounidense.

Otro elemento a su favor es que convirtió al MAS en una poderosa fuerza política – más que un estricto partido tradicional- bajo los principios de no confrontación, la fraternidad y la solidaridad. El Movimiento aglutina a una coalición de organizaciones populares diversas que durante estos años integró a sectores antes opuestos al líder indígena. Desde el primer día de gestión, Morales es acompañado por los movimientos sociales, que de manera atinada son considerados como la voz del pueblo.

Quienes conocen el proceso político boliviano saben que su gobierno salió fortalecido de episodios muy difíciles, como cuando la derecha intentó expulsarlo del Palacio de Quemado, con intentos desestabilizadores con los cuales intentaron separar del resto del país a los estados más ricos –la llamada Media Luna- inspirados en la balcanización de la ex Yugoslavia.

Aquellos momentos de gran tensión interna fueron quebrados por la unidad del pueblo boliviano y la UNASUR, cuyos líderes acudieron de inmediato a brindarle su apoyo al Mandatario y colaborar en el aniquilamiento del golpe de estado estadual asesorado por la Embajada de Estados Unidos en La Paz, tal como se comprobó después.

Este panorama cambió y el resultado electoral así lo confirma. Los éxitos del gobierno del MAS benefician a distintos estratos sociales, incluida la clase media alta y los empresarios, que obtienen mejores resultados gracias a la bonanza económica nacional.

Una rápida mirada a la Bolivia actual, prestigiada en los foros mundiales, está en las cifras alcanzadas en nueve años: cuadruplicación del Producto Bruto Interno (PIB), las reservas internacionales crecieron hasta los 15 mil millones de dólares, los depósitos bancarios pasaron de tres mil a 15 mil millones.

La nacionalización de los hidrocarburos fue un factor clave en el crecimiento económico y la recuperación social.  Los recursos generados, ahora en manos del gobierno, son distribuidos en los nueve departamentos para elevar la escolarización hasta el nivel universitario, la implementación de bonos sociales para niños y adolescentes en edad escolar, a los mayores de 65 años y a las mujeres para la crianza de sus hijos. Además, la extrema pobreza se redujo del 38 por ciento al 18 por ciento en la gestión del MAS y cada año se aumenta el salario de los trabajadores, lo que contrasta cuando una década atrás el país andino debía solicitar dinero prestado a organismos internacionales para pagar el aguinaldo (plus)  navideño.

Entre los beneficios que el gobierno democrático de Morales ha traído a los bolivianos están las campañas de alfabetización y post-alfabetización que permitieron al país cumplir las Metas del Milenio de la ONU en ese sector de manera anticipada; uso de agua potable hasta en las zonas más recónditas, masificación de gas domiciliario, desarrollo de las áreas rurales, tres líneas de teleférico en la ciudad de La Paz y la puesta en el espacio del satélite de Telecomunicaciones Tupac Katari, algo impensado años atrás.

El futuro promete un país sin techo de crecimiento (ahora es de 4.5%, con un especial recelo en el cuidado de la inflación), y –según el Presidente- Bolivia se convertirá en el corazón energético de Sudamérica. Justamente – indicó durante su campaña- la industrialización es el desafío que el gobierno se planteó para el período 2015-2020, con profesionales y técnicos nacionales.

Evo Morales, un líder discreto, que viste de la manera muy sencilla, amado por la población indígena a la que dignificó tras siglos de humillaciones, que es escuchado con atención por sus sabias palabras en los foros mundiales, seguirá en el Palacio Quemado hasta el 2020. Pocos dudan que la hegemonía gubernamental se mantendrá a partir de esa fecha, ya que este hombre que dedicó su victoria a los líderes revolucionarios Fidel Castro y Hugo Chávez, en un gesto de suma humildad por lo que ha aprendido de ellos, posee el coraje y el patriotismo del renacido Tupac Katari, quien, como dijo antes de morir, retornó en millones. Evo es uno de sus hijos más pródigos, sin duda.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Marián Kubáni desde FB
 13/10/14 15:49

Evo, que mantenga los pulgares hasta el próximo gobierno. un buen presidente y estoy encantado de que hemos ganado de nuevo. viva el socialismo y Bolivia!

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