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martes, 12 de noviembre de 2024

Europa: Bombos en harapos

La decisión de naciones de la OTAN de amenazar militarmente a Rusia resulta el colmo del servilismo y la irresponsabilidad...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 04/09/2014
1 comentarios

La divulgación de la noticia estuvo a cargo del londinense Financial Times, aunque ciertamente no es para nada una novedad en la actuación exterior europea, que le ha tomado el gusto a eso de correr en andrajos detrás del carro Made in USA.

Y se trata de que al menos siete naciones euro occidentales, lideradas (tenía que ser) por Gran Bretaña, planean crear una fuerza militar de “intervención rápida” con unos diez mil efectivos, de manera de “neutralizar” una posible invasión bélica de Rusia allende su frontera oeste.

La lista la integran, junto a los súbditos de su “agraciada majestad” -y siempre según  el Financial Times- “Dinamarca, Letonia, Estonia, Lituania, Noruega y los Países Bajos, mientras Canadá expresó su intento de unirse a este bloque.”

Se trata, en pocas palabras, de colocar más fuego en el embrollo que Occidente y los ultraderechistas de Kiev han desatado en Ucrania, muy a tono con los empeños de los círculos hegemonistas norteamericanos de crear dificultades a Moscú, tensar la cuerda en sus divisorias, y afincarse a las puertas de uno de los blancos preferentes de su agresividad global.

Recuérdese que para la ultraderecha norteamericana, luego de la desaparición de la Unión Soviética, los Estados Unidos está urgido de evitar el surgimiento de nuevas superpotencias, mucho más de corte opuesto, y Rusia y China encabezan la lista de obstáculos a anular.

Y como la moda oficial europea en los últimos tiempos es olvidar el “pasado de glorias” de un continente que se estima cuna de “valerosos conquistadores” y “ombligo del orbe por siglos”, a la vez que soslayar la  herencia europeísta de algunos de sus líderes más relevantes de decenios atrás, reacios a servir de mulo de carga a Washington, es lógico que sucedan cosas como las que acaban de publicarse en Londres y que para no pocos analistas no tienen ni pies ni cabeza.

¿Por qué -vale hurgar en el asunto- en que beneficia a una Europa aplastada por una crisis económica nacida en los Estados Unidos y que se alarga ya por seis años, romper lanzas contra uno de sus más seguros y abundosos mercados regionales?

De hecho, y ante las constantes sanciones occidentales a cuenta de la debacle ucraniana, Rusia decidió recientemente cancelar un grupo de importaciones de origen europeo, y, según medios de prensa, los antiguos suministradores, incapaces de asumir tales pérdidas de ingresos, reanudaron parte de los envíos  a través de terceras naciones.

Por otro lado está el vital abastecimiento de gas ruso a Europa, que bien podría ser suspendido por Moscú como respuesta al cerco de sus vecinos del oeste, con más razón cuando el inconmensurable mercado chino puede asumir casi todos los volúmenes que antes marchaban al Viejo Continente. Un componente energético, por demás, que difícilmente Europa podría suplir en otros mercados.

Añádase otro elemento muy trascendente y altamente peligroso, y es que la ya citada decisión de un segmento de la OTAN recoloca con mayor fuerza el papel regional de “carne de cañón” y “escalón sacrificable” que los aspirantes a  emperadores globales le otorgan a Europa en sus afanes bélicos por anular al Kremlin y a Beijing.

Un concepción, dicho sea de paso, que estuvo muy de moda en los tiempos de la Guerra Fría (y que nunca fue abandonada del todo), cuando Washington ubicaba en suelo europeo misiles dirigidos contra la URSS y hasta planeó el envío a ese patio “aliado” de la controvertida bomba de neutrones, destinada a matar todo lo vivo y preservar el entorno material como trofeo para el vencedor.

En otras palabras, Europa como nuevo y preferente escenario de una guerra altamente destructiva, ahora contra Rusia, para que luego de derruidos los contendientes, el amo ande y desande a su antojo entre los cuerpos sin vida de los rivales y asuma sus ruinosos predios sin mayores costos propios.

Y por esos escabrosos caminos, contra toda lógica, gustan de andar los personajes que ahora conducen en buena medida los destinos euro occidentales, y que ni siquiera se ruborizan por acabar de hacer polvo sus ya raídas escarapelas y encenagar definitivamente la enfermiza fanfarronería con la que históricamente han medido a los restantes grupos humanos.

“Majestades” venidas a menos cuya única mira es servir de manso pivote para que la superpotencia capitalista persista en sus alardes de ombligo mundial, aún si arden como simples fósforos a cuenta de que el amo intente hacer realidad, a viva fuerza, sus pujos de grandeza.

Y no es pura especulación. Porque en tiempos de la Unión Soviética, y hoy en una Rusia renovada, es evidente que la doctrina de Moscú pasa por la defensa irrestricta de su seguridad, su integridad y sus intereses, ya sea por las buenas, o con la debida y simétrica respuesta si se imponen las malas.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 12/9/14 8:19

..HOY RUSIA..puso en esta de alerta con todas sus armas al ejercito del ESTE...100,000 SOLADOS Y OFICILAES..han disparado ya varias decenas de cohetes y maniobran mas de 200 aviones...Dice ..[TV-ESTRELLA ROJA...]

 

Tradujo..El guajiro chambero desde STALINGRADO

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