El lll Congreso Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), formado en la escuela política de su fundador, el líder bolivariano Hugo Chávez, confirmó el rol fundamental de esa organización, la más fuerte del país, en el desarrollo de la economía hasta el 2019, con un activismo más poderoso de su membresía, calculada en millones de personas.
Así lo consideró el presidente del PSUV, Nicolás Maduro, durante la clausura del cónclave iniciado el pasado día 26 y que culminó la víspera en el teatro Teresa Carreño, con la presencia de 537 delegados electos en las Unidades de Batalla Bolívar-Chavez (UBCh), que son los núcleos de militantes en las bases.
Para los socialistas venezolanos comienza ahora una nueva etapa a lo interno del PSUV, que luego del fallecimiento de Chávez el pasado año se mantuvo más a la defensiva que a la ofensiva en la actual batalla contra la derecha local y regional y las acciones terroristas con saldo de más de 40 víctimas fatales, destrozo de instituciones estatales, guerra económica y psicológica fomentada por poderosos medios de comunicación.
Durante el Congreso Nacional, los delegados entregaron al nuevo líder del PSUV más de 25 mil propuestas hechas en las 13 mil 683 UBCh, con las cuales se consolidarán los programas socialistas en las áreas de la economía, la política, lo ambiental y lo social.
Para la membresía del Partido, son particularmente importantes los proyectos de las misiones y grandes misiones creadas e impulsadas por Chávez, las cuales devolvieron la dignidad al pueblo venezolano y crearon las condiciones para elevar la calidad de vida de los más humildes.
Es preciso recordar que Chávez, con su carisma y su espíritu de trabajo, educó al pueblo en una serie de valores y principios conectados con la realidad nacional para llevar al país, víctima del neoliberalismo y gobiernos corruptos, hacia una etapa vivencial superior que él denominó Socialismo del siglo XXI.
El fallecido mandatario conquistó el corazón de su pueblo en momentos en que en Venezuela se reconoce claramente una polarización política entre las generaciones de personas humildes, altamente beneficiadas por la Revolución, y las clases poderosas que responden al pensamiento conservador.
De ahí la importancia del inicio de una nueva etapa de lucha a partir de este lll Congreso, ya sin la presencia física del Comandante, en la cual el PSUV está en la obligación de continuar en la batalla, sin la inercia que se hacía visible en algunos de sus sectores.
Maduro fue muy claro en su discurso de clausura, al plantear que en ocasiones “puede haber tendencia a la sobre confianza o al acomodamiento”, ya que continúan los programas económicos y sociales fomentados por el extinto Mandatario, y “algunos se confían en que todo seguirá igual, esté la Revolución en el poder o no”.
Incluso manifestó que “algunos dirigentes se acomodan en la burocracia y no colocan en su justo lugar el hecho histórico de la no presencia física de Chávez”.
Para el PSUV se impone ahora, desde las bases barriales, recomenzar con el fortalecimiento de la política revolucionaria para que se mantengan los valores y principios formados por Chávez, y que las grandes masas entiendan, en las nuevas circunstancias, que la supervivencia de la Revolución no está solo en la derrota de sus enemigos, sino también en el desarrollo de la economía nacional. El PSUV está llamado a ser centro de esta batalla política.
De ahí que uno de los acuerdos adoptados más importantes sea la realización en noviembre próximo de una Conferencia Especial del Partido en la que se debatirá el plan económico de transición hacia el modelo socialista productivo. Solo la unidad del gobierno con el PSUV logrará alcanzar metas tan importantes en una nación que algunos denominan “campo minado” por la contrarrevolución interna y sus aliados extranjeros.
De lo que se trata – según Maduro- es de captar a los sectores nacionales y extranjeros interesados en fomentar un nuevo proyecto económico que diversifique la economía para hacerla menos dependiente de la renta petrolera, la principal fuente de ingresos del país.
Para el también Dignatario venezolano, de los militantes de base surgieron opiniones muy interesantes a tener en cuenta para la consolidación del modelo económico propuesto por Chávez, denominado el Plan de la Patria, que se extenderá hasta el 2019.
En ese sentido, precisó que la alianza gubernamental Gran Polo Patriótico (en el cual el PSUV es mayoría), en su conjunto también posee sugerencias loables, por lo que calificó como tarea fundamental de la Revolución Bolivariana durante los próximos cinco años el desarrollo de la economía y el fortalecimiento del aparato productivo venezolano.
Otro punto clave del lll Congreso fue la reestructuración de los núcleos de base a lo interno, pues son los militantes de ese nivel quienes serán los ojos del gobierno para que se lleven a cabo el cumplimiento de las misiones socialistas como tarea de primer orden.
Todos los acuerdos emanados de la reunión permitirán al PSUV convertirse en lo que Chávez propuso con su creación: una organización viva, trabajando de manera sostenida por el Socialismo, lo cual infelizmente por diversas razones (entre ellas lograr la supervivencia de la Revolución, en una defensa diaria contra sus enemigos, y la pérdida física de su máximo líder) no se cumplía a cabalidad.
Este lll Congreso se considera el principio de la nueva ofensiva política del PSUV.” “Hay que ponerse las pilas, no estamos jugando, no podemos dejar amancillar ni por un minuto la historia de nuestra Patria”, afirmó Maduro, quien convocó también a la celebración en diciembre del Congreso Internacional de Fuerzas Progresistas, de Izquierda, y Antiimperialistas para construir “una agenda común de una nueva forma de organización de América Latina, el Caribe y el mundo"
El pasado día primero, el presidente convocó a una llamada transformación del Estado, por lo cual solicitó propuestas al pueblo. La etapa de evaluación de estas concluirá el próximo día 15 en lo que ha sido denominado “el sacudón”, o lo que es igual a una Revolución dentro de otra, en el cual la militancia socialista junto al gobierno se enfrascará en la lucha contra el burocratismo y la corrupción, el tráfico de influencia y la indiferencia.
Posteriormente, el máximo dirigente venezolano anunciará –indicaron fuentes allegadas al Ejecutivo- una serie de decisiones y medidas derivadas de la revisión completa del sistema de Gobierno.
Este Congreso Nacional, por tanto, brindó la imprescindible identificación del gobierno con la militancia del PSUV en lo que muchos consideraban un proceso político inaplazable en las actuales condiciones de la nación.
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