//

martes, 24 de diciembre de 2024

El MAS de Bolivia se prepara para presidenciales de mayo

La derecha usurpadora tratará de impedir su victoria por cualquier medio...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 24/01/2020
0 comentarios
Bolivia unida
El estadium Deportivo Español de Buenos Aires se llenó totalmente esta tarde del 22 de enero para conmemorar 14 años de un gobierno que cumplió muchos de los sueños de bolivianos y bolivianas. (Foto: @evoespueblo)

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia logró una fórmula presidencial integrada por los ex ministros de Economía y Relaciones Exteriores, Luis Arce y David Choquehuanca para las elecciones generales del próximo 3 de mayo, quienes podrían resultar victoriosos si la derecha respeta la constitución nacional y las leyes, lo cual está por verse.

Desde Buenos Aires, Argentina, donde está asilado, el presidente legítimo de ese país Evo Moralesreelecto el pasado 20 de octubre y obligado a renunciar por un golpe de estado cívico-militar el 10 de noviembre- dirige el tejido preparatorio de cara a los comicios que podrían devolver a Bolivia un gobierno progresista como el suyo, inclusivo e integracionista.

Las candidaturas fueron en un conclave donde participó Morales y decenas de dirigentes partidistas que consideran en el binomio aceptado la representación de la unidad interna del Movimiento, el más fuerte del país andino, pues había algunas voces que internamente deseaban otra conformación.

Arce, 56 años, titular de Economía durante casi todo el gobierno del ex líder sindical cocalero (2006-2017 y 2019) era uno de sus favoritos para la postulación, pero con el ex canciller Diego Pary.

En cambio, Choquehuanca, descendiente aymara que tuvo un brillante desempeño diplomático, junto al joven dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, graduado en Ciencias Sociales y también de raíces autóctonas, eran los deseados por sectores comunitarios que querían su postulación y también apoyaban estratégicamente algunas fuentes afines al golpismo.

Tanto Arce, como Choqueguanca y Pary suscribieron poco antes de debatirse la candidatura un ¨acuerdo por la unidad y el fortalecimiento del MAS¨, con el propósito de evitar una ruptura interna.

Rodríguez, según nota enviada a Morales, se excusó por su ausencia en Buenos Aires debido ¨a situaciones ajenas a su voluntad¨, según explicó, en tanto se pronunció porque ¨la unidad sea el alma letal para lograr grandes victorias¨.

Arce fue el artífice del envidiable modelo económico boliviano, que sacó de las condiciones de pobreza a más de tres millones de ciudadanos.

Choquehuanca posee la solvencia intelectual y moral, no únicamente para reanudar la apuesta del Estado Plurinacional, sino, sobre todo, para materializar, en alguna medida, desde el Estado, la propuesta de Buen Vivir.

Para el politólogo Ollantay Itzamná, ¨Los golpistas, y sus cómplices deseaban que el binomio del MAS fuese David Choquehuanca y Andrónico Rodríguez, para hacer alarde de su “supremacismo racista” contra el primero, y alardear de su gerontocracia o adultocentrismo contra el segundo.

Pero, ahora, tendrán que ser más imaginativos para evitar la ratificación de los resultados electorales del 20 de octubre último en las urnas del próximo 3 de mayo (fiesta de la Chakana Andina*) ¨.

Como jefe de la campaña desde el exilio, Evo articulará, organizará políticamente el electorado del Movimiento, bajará lineamientos en permanente consulta con las organizaciones sociales, y tratará de ganar los votos de los bolivianos residentes en el exterior.

En declaraciones luego de la definición de los candidatos, reafirmó que al MAS le anima el propósito de recuperar la democracia y garantizar la continuidad de la Revolución Democrática y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia.

 

Esta “seguirá adelante, con los hermanos Luis y David, por los derechos conquistados por el pueblo en estos 14 años y para construir un futuro de paz y libertad para la Patria¨, y reconoció que su mayor error político fue aceptar, tras 14 años de mandato, el pedido de sus bases para buscar un cuarto mandato en octubre, las que ganó con más de un 10% de ventaja sobre su rival más cercano, el derechista Carlos Mesa, lo que desató con mayor fuerza los planes de golpe de estado en su contra, en preparación desde hacía varios meses.

Al interior de Bolivia, también oficialmente el Tribunal Supremo Electoral tomó medidas para la organización de los comicios que podrían dar un golpe de muerte al gobierno de facto de la usurpadora Jeanine Añez, quien se proclamó en lugar del renunciante mandatario sin la aprobación del Congreso Nacional, pero escoltada por el Ejército y la Policía Nacional, y la biblia católica.

En declaraciones desde la capital argentina, el ex jefe de estado refirió que la designación de Arce y Choqueguanca es imbatible en las urnas. Arce –según varias encuestas realizadas este mes por empresas privadas- podría ganar con más del 70% en primera vuelta, pero sin olvidar que esta podría ser otra manipulación derechista para engañar a la población boliviana, la cual puede confundirse y considerar que la victoria está garantizada aunque no acudan a la votación.  

Mientras, las fuerzas de la derecha continúan la búsqueda de un binomio capaz de enfrentar a los representantes del MAS y ganarles.

Los nombres comienzan a barajarse, pero también la casi certeza de que no llevarán una sola candidatura, lo cual dividirá las posibilidades de la derecha, siempre fraccionada en el plurinacional estado suramericano.

El ultraderechista Fernando Camacho, líder cívico que cumpliendo órdenes de la Embajada de Estados Unidos en La Paz, inició los desórdenes contra Morales y su gobierno hasta desestabilizar el país, afirmó que se presentará con el Partido Cívico de Santa Cruz.

Abogado formado en la Unión Juvenil Cruceñista, acusada por la Federación Internacional de Derechos Humanos en 2008 y 2009 de ser en realidad una organización paramilitar, Camacho será acompañado por el potosino Marco Pumari, ex jefe de juventudes del MAS en su región, organización de la que fue expulsado por manejo irregular de dineros.  

La senadora y presidenta de facto Añez también aspira a seguir en el Palacio Quemado, pues una facción del Partido Cívico, denominado Demócratas, quiere llevarla como su postulada a los comicios, publicó en tuiter Álvaro Coimbra, ministro de Justicia y Transparencia Institucional.

Demócratas, conocido también como Los Verdes, es el partido de Añez, quien usó la fuerza contra millares de indígenas movilizados que reclamaban el retorno de Morales y la democracia. Le será difícil imponerse a esta mujer que carga con la muerte de 19 personas en las localidades de Sacaba y Senkata y 35 en total, mientras afirma que ¨nuestro norte ha sido derrotar a la violencia sin usar violencia¨.

Sin embargo, Camacho se niega en rotundo. “Ella (Añez) tiene un compromiso, una ética, todos los bolivianos confiamos en ella”, dijo al referirse a una eventual pretensión de la actual mandataria de facto.

El líder cívico sostuvo que la no presentación de Áñez es tema de tener palabra, pues en caso de que se postule, su decisión puede tener consecuencias fatales para la estabilidad nacional.

Mientras, en las redes sociales circula un hashtag que pone sobre el tapete una posible presencia de la mandataria usurpadora en las elecciones. La etiqueta incluso fue publicada junto a una bandera nacional y compartida por ministros y otras autoridades.

El fracasado Mesa vuelve a la carga en el cuadro electoral bajo la bandera del respeto a los derechos humanos. A su favor tiene el voto de sectores de clase media que temen a la violencia desatada por los ultraderechistas luego de conocerse la caída del gobierno del MAS y el asilo presidencial. A su lado competiría como vice Samuel Doria Medina, un empresario y político que aun no decide si lo acompañará.

Aparece también Jorge ¨Tuto¨ Quiroga, oriundo de Cochabamba y derechista que actuó en ministerios de gobiernos neoliberales y fue vicepresidente del dictador Hugo Banzer. Asumió la primera magistratura cuando Banzer fue desahuciado por padecer de cáncer. Candidato perdedor en otras dos contiendas electorales. Renunció a ser vocero internacional de Añez, quien le dio la tarea de intentar convencer al mundo que en Bolivia no hubo golpe de estado.

El ex cívico Rubén Costa es otro aspirante. Cara también de la derecha de Santa Cruz de la Sierra, con algún peso en Beni, va también por Demócratas pero bajo la bandera de Los Verdes. El año pasado ese partido obtuvo el 4.5 % de los votos.

A la lista se suma Jasmine Barrientos, nieta del exdictador René Barrientos, una crítica a muerte de Morales y miembro del Partido Demócrata Cristiano.

Para politólogos como Sullkata M. Quilla, antropóloga y economista, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, aun no se vislumbra candidato alguno que posea el carisma de Morales.

Lo que pueden esperar los partidos de derecha, afirmó, es que alguno de ellos pase a una segunda vuelta donde seguramente se repetiría el escenario de octubre pasado, con un nuevo triunfo del MAS.

Sin embargo, aunque el Movimiento gane de manera limpia los comicios –aunque no se descarta que el oficialismo cometa fraude o lance de nuevo los militares a las calles en una nueva represión al pueblo indígena- es muy difícil que retorne al poder de manera pacífica, teniendo en cuenta los intereses de Estados Unidos y sus cómplices en suelo andino.

La derecha blanca y rica de Bolivia no quiere más indígenas en el poder, aunque uno de ellos, con su equipo de trabajo, haya puesto al país en los primeros índices de crecimiento, reducción de pobreza y desigualdad social, nacionalización de los recursos naturales, respeto internacional.

*La Chakana es la constelación de las cuatro estrellas que constituyen el puente entre el Padre Sol y la Madre Luna. De ahí su nombre: Chaka: puente y Hanan: arriba (El puente del cielo entre el Sol y la Luna). En la Chakana están contenidas la cosmogonía, la cosmología y la cosmovisión de las culturas indígena originarias Aymara y Quechua del Mundo Andino


Compartir

Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos